El documento presenta información sobre diferentes tipos de interacciones biológicas como la simbiosis, el comensalismo y la depredación. Explica la relación mutualista entre un pez payaso y una anémona, y ofrece ejemplos de simbiosis como la del cangrejo ermitaño y la anémona. También describe la población microbiana del rumen de los rumiantes y sus funciones en la digestión de la celulosa y la producción de aminoácidos y energía para el animal.
1. Presentación
Escuela Normal Experimental de El Fuerte
Materia: Un Acercamiento a las Ciencias Naturales
Segundo Semestre
Grupo: 1C
Nombre: Irasema Ibarra Ibarra
Profesor: María de Jesús Ortiz Quintero
09 de Junio del 2013
2. Bichos vemos corazones no sabemos.
Simbiosis, es una forma de interacción biológica que hace referencia a la relación
estrecha y persistente entre organismos de distintas especies. A los organismos
involucrados se les denomina simbiontes.
Un ejemplo de simbiosis de comportamiento es la relación entre la anémona de mar y
el cangrejo ermitaño: el cangrejo «ofrece» desplazamiento a la anémona y ésta le
ofrece protección con sus tentáculos venenosos. Otro ejemplo es el del gobio de
Luther, un pez, y una gamba ciega. La gamba excava una madriguera con sus fuertes
patas y permite que el pez la ocupe también. A cambio, éste actúa como lazarillo,
guiando a la gamba en la búsqueda de alimento. La gamba toca con sus antenas la cola
del pez y éste la mueve cuando detecta algún peligro: en ese caso, los dos se retiran
hacia la madriguera. También es importante la micorriza como asociación simbiótica.
Un ejemplo de simbiosis mutua entre un pez payaso que nada entre los tentáculos de
Anémona. Ese pez protege su territorio de otros peces comedores de la anémona y a
cambio los tentáculos de la anémona le protegen de otros depredadores.
Microorganismos en el rumen
El rumen provee un ambiente apropiado, con un suministro generoso de alimentos,
para el crecimiento y reproducción de los microorganismos. La ausencia de aire
(oxigeno) en el rumen se favorece el crecimiento de especies especiales de bacteria,
entre ellos las que pueden digerir las paredes de las células de plantas (celulosa) para
producir azucares sencillos (glucosa).
Los microorganismos fermentan glucosa para obtener la energía para crecer y
producen ácidos grasas volátiles (AGV) como productos finales de fermentación. Los
AGV cruzan las paredes del rumen y sirven como fuentes de energía para el rumiante.
Mientras que crecen los microorganismos del rumen, producen aminoácidos,
fundamentales para proteínas. Las bacterias pueden utilizar amoniaco o urea como
fuentes de nitrógeno para producir aminoácidos. Sin la conversión bacteriana, el
amoníaco y la urea serian inútiles para los rumiantes. Sin embargo, las proteínas
3. bacterianas producidas en el rumen son digeridas en el intestino delgado y
constituyen la fuente principal de aminoácidos para el animal.
Población microbiana
Las bacterias constituyen la mitad de la biomasa en el rumen normal y son
responsables de la actividad metabólica.
Los hongos constituyen hasta el 8% de la biomasa intra ruminal y se ubican en la
ingesta de lento movimiento evitando su rápido lavado. Y contribuyen a la digestión
de forrajes de baja calidad.
Y por protozoos son los organismos más notables en el rumen, forman gran
proporción de la biomasa, entre un 20 – 40 %, pero su contribución es menor por la
gran retención y la menor actividad metabólica. Su tiempo de generación es grande y
la sobrevivencia en el rumen depende de las estrategias que reducen el lavado.
Biótico hace referencia a aquello que resulta característico de los organismos
vivientes o que mantiene un vínculo con ellos. Puede también ser aquello que
pertenece o se asocia a la biota, un concepto que permite nombrar a la fauna y la flora
de un cierto territorio.
Los factores bióticos que forman parte de un ecosistema son la fauna y la flora.
Incluyen a todos los seres que disponen de vida, ya sean plantas, bacterias, animales, y
a los productos de estos organismos. Los factores abióticos, por su parte, aparecen por
la acción de los componentes químicos y físicos del entorno (el aire, el agua, el suelo,
el sol).
Por ejemplo: las vacas, los caballos y las cabras, que pertenecen al grupo biótico,
conviven en un mismo ecosistema, que puede ser un campo. Para su subsistencia,
necesitan de distintos factores abióticos, como el aire y el agua.
Abiótico, en cambio, refiere al entorno en el que no puede desarrollarse la vida; es el
término opuesto a biótico, ya que nombra a lo que no se incluye o no es un producto
de los seres con vida.
La biodiversidad o diversidad biológica es la variedad de la vida. Este reciente
concepto incluye varios niveles de la organización biológica. Abarca a la diversidad de
especies de plantas, animales, hongos y microorganismos que viven en un espacio
determinado, a su variabilidad genética, a los ecosistemas de los cuales forman parte
estas especies y a los paisajes o regiones en donde se ubican los ecosistemas. También
incluye los procesos ecológicos y evolutivos que se dan a nivel de genes, especies,
ecosistemas y paisajes.
Endémico, por otra parte, es lo perteneciente o relativo a la endemia. Este concepto
suele utilizarse para nombrar a una enfermedad que reina en una región o época.
4. Una especie endémica es aquella que se distribuye en un ámbito geográfico reducido y
que no se encuentra de forma natural en otras partes del mundo. El endemismo, por lo
tanto, refiere a una especie que sólo puede encontrarse naturalmente en un lugar.
La consideración del endemismo puede variar en distintas escalas. Es posible hablar
de una especie endémica de una cadena montañosa, un lago, una isla, un país o un
continente, lo que demuestra la amplitud del concepto. Pese a que suele referirse a las
especies, el endemismo también puede aplicarse a subespecies, géneros, familias u
otros taxones.
Comensalismo, es un tipo de interacción que se da en la biología, donde una de las
partes obtiene algún beneficio y la otra no sale favorecida, pero tampoco resulta
perjudicada. El concepto procede de la expresión latina com mensa, que puede
traducirse como “compartiendo mesa”.
La utilización original del término, por lo tanto, está vinculada
a la relación que surge cuando los animales carroñeros persiguen a las especies de
caza para comer las sobras que dejan éstas. El primer grupo, en definitiva, saca
provecho de los recursos sobrantes de la segunda población.
Un claro ejemplo de comensalismo partiendo de dicha acepción y explicación es el que
se establece entre los leones y los buitres que habitan en una zona concreta. Así, las
mencionadas aves carroñeras lo que hacen es alimentarse de los restos de los cuerpos
de animales que son asesinados y devorados por los citados felinos.
Depredador es el adjetivo que hace referencia a quien depreda. El verbo depredar,
por su parte, está vinculado a robar y saquear con violencia o, en el caso de los
animales, a la acción de cazar ejemplares de otra especie para la subsistencia.
Por ejemplo: “Para las cebras, el león es un depredador
temible que puede acabar con sus vidas en unos pocos segundos”, “El fiscal aseguró
que el acusado actuó como un depredador: ingresó a la casa, asesinó a los habitantes y
se llevó todos los objetos de valor mientras destruía aquello que no le interesaba”, “La
5. maestra nos pidió que preparemos una láminas con los principales depredadores de
la sabana africana y sus presas”.
La polinización es el proceso que se desarrolla desde que el polen deja el estambre
en el que ha sido generado hasta que llega al pistilo en el que germinará. Se trata, por
lo tanto, del paso del polen desde el estambre hasta el estigma, un recorrido que
permitirá luego la germinación y la aparición de nuevos
frutos y semillas.
Es posible que la polinización se lleve a cabo de
diferentes formas. En ocasiones, se desarrolla a partir de
la participación de un animal que recibe el nombre de
polinizador. La polinización también puede concretarse
mediante el agua o el viento, que pueden realizar el
traslado del polen.
Aquellas plantas que necesitan de la intervención de un
animal para la polinización se conocen como plantas
zoófilas. Lo habitual es que establezcan un vínculo mutualista con el polinizador; esto
implica que tanto la planta como el animal reciben algún beneficio de la relación que
mantienen. Para atraer a los insectos o a las aves que se encargan de la polinización,
las plantas apelan a su aroma y a su colorido.