Análisis acerca de la vinculación entre educación y sociedad, como elementos de la globalización.

1. Globalización – Post Modernidad
Educación – Sociedad: Elementos Globalizadores
L.P. Irma Ma. Rojas Ibarra
Materia: Estudio de la problemática educativa en México
Docente: Mtro. José Antonio Ordoñez López
Maestría en Administración y Gestión Educativa
Introducción.
Día con día las necesidades, en todos los ámbitos, sociales, políticos, económicos, educativos,
son distintas, existen nuevos contextos que exigen hayan cambios, que postulan parámetros
donde se requieren personajes, acciones, procesos, distintos que den resultados diferentes a los ya
alcanzados, y todo ello en búsqueda de ir al paso de la vorágine de cambios aterrizados en la
sociedad.
El contemplar que todo mantiene una interrelación con el todo, donde la sociedad es un gran
tablero de ajedrez, y cada pieza representa los ámbitos que la conforman, y por ende cuando una
de ellas hace un movimiento, repercute en todas las demás, en el tablero completo, es decir en la
sociedad en general, este efecto es llamado globalización, la globalización es “la intensificación
de las relaciones sociales mundiales que enlazan sitios distantes de forma tal que los sucesos
locales están influidos por acontecimientos que ocurren a muchos kilómetros de distancia y
viceversa” (Giddens, en Tomlinson, 1999: 54). En simples palabras, no existe circunstancia,
situación, problemática, que no mantenga una relación directa o indirecta con algún aspecto de la
sociedad, teniendo a su vez efectos, positivos o negativos, en ella.

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Desarrollo
La educación es uno de esos aspectos sociales, que inevitablemente se ha visto alcanzada por la
globalización, en mayor o menor medida, pero es una realidad que ella se encuentra influenciada
por este fenómeno, sin embargo, la educación por si sola es ya un aspecto muy complejo dentro
de la sociedad, que ha evolucionado a la par de los paradigmas sociales, en el intento de no
quedarse atrás, replantea constantemente sus propósitos, metas, objetivos, fines y agentes
educadores; empero, difícilmente satisface las necesidades o da respuestas a planteamientos
sociales actuales, se ha quedado inmersa, atascada sin saber cuáles son los recursos principales,
las herramientas para lograr formar al nuevo ciudadano, al producto que este a la par de los
hallazgos económicos, políticos, culturales, actuales. Quizás una de las razones gire entorno, a
que este fenómeno llamado globalización, es tan impredecible, cambiante, que tampoco puede
delimitar con precisión cuáles son las características, actitudes, habilidades, conocimientos,
valores, conductas, que se esperan de este producto, y esto, porque cuando logra definir alguno de
esos rasgos, casi de forma inmediata, surgen nuevos planteamientos, hay nuevas ideas; esto es
solo un panorama al que la educación se enfrenta y que ha sido evidente, no ha podido enfrentar
satisfactoriamente.
Filosóficamente, la educación, tiene una raíz de procedencia, educere y educare, ambos términos
dirigidos a sacar, extraer, aquellas fortalezas que todo ser humano posee y que le servirán para
convivir, aprender, y cambiar en sociedad. Pero eso no se logra si se pretende tomar a la
educación como sinónimo de escuela, primer gran error, que con tropiezos, pero poco a poco, se

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ha logrado erradicar, es entonces, donde destacan los agentes educadores; la familia, la escuela, el
estado, los medios de comunicación, la religión, grupos sociales, por mencionar algunos. Cada
agente ha tenido que ir replanteando su existencia, de esta forma, alguno obtuvo mayor
importancia según la etapa de la educación en que se encontraba, por ejemplo, en la educación
tradicional, se sabe que todo está concentrado en la escuela y la familia, ellos eran los agentes con
mayor influencia en la formación del ciudadano que la sociedad esperaba, con el paso del tiempo,
estos dejaron de tener fuerza, tomando protagonismos otros agentes, que en mayor o menor
medida, han buscado siempre satisfacer a lo que la sociedad demanda como exigencia.
En este rubro se destaca el hablar de las competencias educativas, que la escuela deberá
desarrollar en el individuo para ser capaz de enfrentar los nuevos desafíos sociales, sin embargo,
equívocamente, el termino competencia ha sido relacionado, con las competencias industriales,
con rendimiento, con capacidades; y queda claro que esas no son suficientes, no innecesarias,
caro que no, son importantes, pero no es lo único que este nuevo ciudadano necesita, pero la
escuela no está diseñada, preparada, no cuenta con los recursos para lograr emerger de sus aulas a
ese ser que la sociedad demanda.
Pero entonces, ¿qué tipo de individuo requiere la sociedad?, ¿Cuáles son los medios para
desarrollarlo?, ¿Quiénes son los agentes protagonistas de ese proceso?; posiblemente se perciban
como simples cuestionamientos, como preguntas de respuesta simple y tajante: un individuo
capaz de transformar su realidad con base en principios éticos, donde se identifique como un ser,
en todas sus potencialidades, que cuente con herramientas tales como la tecnología, el acceso a la

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información, brindadas, preferentemente por el estado a través de la escuela. ¿Respuestas
simples?, parece que no, la primer pregunta, dirige la atención a lo que la sociedad espera recibir
cuando el individuo ha finalizado su formación académica, nuevamente hace referencia a la vida
escolar, misma que se ha quedado corta, que ha desempeñado un trabajo inconcluso, pero no solo
es responsabilidad de la escuela, no es la única que tiene a su cargo formar al ciudadano,
principalmente al ser regida por las contemplaciones del estado, para habilitarla como una
educación formal, que brinda conocimientos avalados, integrados a través de planes y programas
de estudios, que fueron contemplados para una sociedad antigua que hoy es día es ya obsoleta,
que requiere de conocimientos diferentes, es una escuela que ha posee conocimientos arcaicos y
con ellos que el alumno enfrente un mundo globalizado, cambiante, distinto a como se le plantea
en la escuela, por ejemplo en México existen escuelas que no cuentan en sus aulas con medios
tecnológicos como computadoras, o en el mejor de los casos, si las hay una para cada 10, 15 o 20
estudiantes, pero el docente no está capacitado para hacer uso de ella de forma óptima. Panorama
cotidiano en la realidad educativa en México, sin embargo, esto lleva casi de forma automática al
siguiente cuestionamiento, ¿Cuáles son los medios para desarrollar a ese individuo? Sería muy
fácil decir, que se hace referencia a los medios tecnológicos, pero la realidad denota otra cosa, si
es cierto la escuela no cuenta con la capacidad tecnológica necesaria, pero hay hogares que han
intentado sobrellevar esa necesidad, teniendo en casa computadoras e internet, y ha sido más que
evidente que no suficiente, no es un individuo empoderado en tecnología lo que hace falta, se
necesita creer más en los paradigmas actuales de educación, apostar por aplicar las inteligencias
múltiples en el aula, si hacen falta médicos, abogados, físicos, no obstante, se requieren músicos,
pintores, retratistas, ambientalistas, el mundo es global, es un todo, y siempre está en
movimiento, hay que moverse con él, en todo sentido, en todo aspecto, se precisa de una

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educación emocional, de estar listos para manejar los conflictos, las frustraciones, el cambio, la
inestabilidad, ser resilientes, características propias de esa sociedad tan llamada globalizadora.
Por ello es que es más que indiscutible que todo coadyuva al tercer planteamiento, ¿Quiénes son
los agentes educadores?, jamás se trata de quitar ni autoridad y menos importancia a la educación
formal brindada por la escuela, sino destacar que esta por sí sola no satisface, no cumple, no
puede hacer el trabajo sola, años atrás se destacaba una triada, considerada la base de la
educación: la escuela, los padres de familia y el alumno; hoy en día, esos agentes cuentan con
más elementos, unos para bien y otros no tanto, pero tiene presencia, ya se ha hablado en
párrafos anteriores acerca de la escuela, por lo que la atención aquí estará dirigida a los padres de
familia y el alumno, la familia, es distinta, ya no cuenta ni con el tiempo ni la disposición para
estar pendiente de lo que ocurre en las aulas donde pasan gran tiempo sus hijos, salen a cubrir
grandes jornadas laborales, para tratar de satisfacer necesidades básicas de alimento, ropa y
quizás salud, pero dejaron atrás su función principal, cubrir la necesidad de aceptación, de amor,
apego, de identidad, dejaron de ser un medio transmisor de cultura, formador de valores, no se
vive una crisis de valores, se vive un re conceptualización del valor, ahora más a pegado a un
principio egoísta, donde si yo estoy bien no importa que sea acosta de los otros, se dejó de formar
un ser humano, para formar un humano, mediatizado, egoísta, rutinario, lleno de problemas
existenciales, crecidos en ansiedad, en soledad, teniendo como agente educador dentro de la
familia, a la tecnología, el internet y la televisión; los dos primeros al ser analfabetas
tecnológicos, queda claro el mal uso de ellos, dando presencia a los delitos cibernéticos, el papel
de la televisión es el canal que los medios de comunicación usan para mantener a la población

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sumida en el conformismo, la pasividad, la ignorancia, donde solo se informa lo que conviene
que sepan, mientras que lo realmente importante, no se dice, no se informa. Finalmente, en esa
triada, está el alumno, sujeto que dejo de ser responsable de su propio conocimiento, de ser
autónomo en sus decisiones, o por lo menos consiente de sus acciones y conductas, para dar paso
a un alumno arrogante, merecedor por el solo hecho de estar ahí, de la clasificación máxima, por
lo que su único propósito es un número, un reconocimiento cuantificable, se le atribuyo de
derechos pero se olvidó de la máxima jurídica: a todo derecho le corresponde una obligación, y el
alumno ha preferido, a conveniencia propia, ignorar sus obligaciones y destacar sus derechos,
situación que ha sido solapada por los mimos padres y el estado, dando un poder que, hasta
ahora, no se ha sabido controlar ni por lo padres y menos por las instituciones encargadas del
control social.
Conclusión
El panorama antes descrito, parece no muy alentador, no deja muchas acciones que permitan
mejorar la realidad educativa y claro la realidad social, y esto es porque se ha enfocado en la
descripción problemática de la educación actual, sí, aún hay mucho por hacer, hay presencia de
rezagos educativos, de baja calidad educativa, se va a la alza los índices de violencia, corrupción,
adicciones, presencia de nuevos fenómenos sociales como las narco – bandas, el acoso escolar, la
depresión infantil, familias homoparentales, embarazos en adolescentes, padre jóvenes e
inexpertos. Estos son efectos de la llamada globalización, que busca la igualdad de oportunidades
para todos, de un contexto generalizado, y no es que todo sea malo, empero, México, tiene en sí
mismo, diversidad cultural que da paso al sentido pertenencia, quizás un país tan lleno de

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tradiciones, costumbres, colores, música, requiere más tiempo, paradigmas distintos que no hagan
que eso quede atrás, sino que vincule, que entrelace esas tradiciones y esta modernidad, para dar
paso a una verdadera post – modernidad, ya no solo para formar ciudadanos, sino para
verdaderamente crear una sociedad que sea capaz de ser más empática, solidaria, honesta,
trabajadora, responsable de sus acciones, conductas, palabras, de su basura, capaz de reconocer
sus necesidades a partir de sus logros, de ver sus debilidades al destacar sus fortalezas, una
sociedad que crezca en economía pero no a costa de su naturaleza, de su gente, que sea capaz de
buscar una equidad en el principio de diferencia, que destaque el ser por el ser con el ser, que
posea entre sus grupos sociales, seres realizados, plenos y aptos para ayudar a los demás a
alcanzar sus mismos logros, siempre pensando en la colectividad fundada en el individualismo.
El docente como educador, tiene ante sí grandes retos, pero habilidades que lo dirijan a una
reflexión constante de su práctica docente, él es el medio para lograr vincular la tradición, la
modernidad, el contexto y a la familia, no es sencillo pero si inmensamente gratificante. Es
momento de pensar fuera de las paredes del aula, más allá de logros académicos, de destacar el
10 en matemáticas, igual que acciones y conductas que observen la práctica de valores, es
momento de aterrizar la globalización en las aulas pensando en el impacto fuera de ellas.

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BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
1) ARELLANO, M. JOSÉ PABLO. (2002) EL RETRASO EN EDUCACIÓN EN
AMÉREICA LATINA. Temas de Iberoamérica: los desafíos para América Latina.
Editorial Corporación de escenarios.org. Chile
2) DE ZUBIRÍA SAMPER, JULIÁN (2013) El maestro y los desafíos a la educación en el
siglo XXI. EDITORIAL REVISTA REDIPE 825
3) GIMENO SACRISTÁN,J (2009).Educar por competencias ¿qué hay de nuevo? Madrid:
Morata.
4) GARDNER, H. (1994). Estructuras de la mente. La teoría de las inteligencias múltiples.
México: Fondo de Cultura Económica. 2a edición.
5) RODRIGUEZ, R. GUADALUPE. EDUCACIÓN Y EDUCADORES EN EL CONTEXTO
DE LA GLOBALIZACIÓN. Revista Iberoamericana de Educación. Universidad La Salle,
México.
6) SAMPER, PIZANO. (2002) EDUCACION Y GLOBALIZACIÓN. Temas de
Iberoamérica: los desafíos para América Latina. Editorial Corporación de escenarios.org.
Chile, Abril 2002
7) TARAZONA, DE NIÑO, LUCÍA. (2002) GLOBALIZACIÓN: EL CONTEXTO DE LAS
POLÍTICAS EDUCATIVAS. Temas de Iberoamérica: los desafíos para América Latina.
Editorial Corporación de escenarios.org. Chile

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Fecha de elaboración:
Acayucan, Ver. A 27 de marzo de 2019