El problema es la realidad.

José María Olayo olayo.blogspot.com
El problema
es la realidad
(en situaciones de discapacidad)

Durante siglos, los seres humanos tuvimos claro que las
limitaciones personales de aquellos que considerábamos
“minusválidos” o “incapacitados”, eran las causantes
de que no pudieran llevar una vida normalizada ...

… años oscuros y terribles para muchas personas que no
entendían cómo eran apartadas y menospreciadas en
base a una supuesta inferioridad o incompetencia.

Demasiados siglos después de despeñamientos, destierros,
encierros y malos tratos, las personas con diversidad funcional
empiezan a ver la luz y disfrutar de algunos derechos básicos ...

… tienen acceso a servicios comunes para todos e, incluso,
pueden participar como uno más en muchas de las
actividades programadas para todos los ciudadanos.

Qué rápido ha evolucionado el ámbito de las tecnologías
y qué lento el ámbito de la justicia social; tantos siglos
para darnos cuenta de que si algo nos caracteriza a
los seres humanos es nuestra gran diversidad ...

… distintas formas de funcionar, indagar, crecer, comunicar;
no eran las limitaciones las que impedían participar, sino
la inaccesibilidad de un entorno torpemente diseñado.

El problema era la realidad, y más concretamente sus
territorios donde se concreta, los espacios y usos pensados
con unos estándares que no incluían a todos los ciudadanos ...

… una realidad física que daba la espalda a la realidad humana
diversa, pensada y diseñada más allá del margen de la
empatía y el reconocimiento de las diferentes formas
de ser y estar de todos los ciudadanos.

El problema no eran las personas diversas, sino el entorno
construido, las políticas sociales de siempre, excluyentes y
vejatorias para tantas personas, la falta de respeto
e inmadurez de los que se creían superiores ...

… tantos y tantos expertos que nunca entendieron
que la empatía nos permite una espera
en común de un futuro en común.

La mejor vida es la que, siendo real, está por hacer,
y es posible y accesible para todas las personas
sin que medie discriminación alguna ...

… una vida que, si estamos atentos, nos enseña sus
trampas y exigencias, sus inercias y heridas,
sus amenazas y oportunidades ...

… una asimetría que lleva al desapego y la autodeterminación,
una angustia si no se sabe explorar, pero también, una aventura
excitante si lo que se busca es habitar sus rincones.

El problema no es la discapacidad ni sus limitaciones,
sino la incapacidad de un entorno limitado, inexcrutable
para muchos, impermeable a sus latidos y sentidos ...

… una planificación de los espacios sociales en los que
no se ha tenido en cuenta que lo más grandioso
de existir es siempre encontrarse ...

… modos y maneras de funcionar diversos en los que siempre
debería tenerse muy en cuenta lo deseable, alcanzable y
asumible por la mayoría de ciudadanos.

El problema no es la discapacidad de los que no pueden
acceder, sino la incapacidad de los que lo hicieron imposible,
aquellos que toman las decisiones en los márgenes
de la incoherencia y la ignorancia ...

… incapaces de tomar partido por un futuro que tenga en
cuenta a todos los ciudadanos, sean cuales sean
sus necesidades, condiciones e inercias.

El problema para muchas personas es la realidad,
el efuerzo descomunal y suplementario para
llegar más y llegar a más, para ganarse el derecho
a no estancarse en las tercas costumbres impuestas.

Necesitamos cambiar la realidad para que ella nos pueda
cambiar a mejor, un feed-back sólido y creciente que
nos permita indagar más y mejor sobre las ventajas
tangibles que nos aporta la diversidad humana ...

… para que pensar signifique traspasar, descubrir entre todos
la función y el contenido de la esperanza, lograr que ni
una sola persona viva en constante carencia de futuro.

La naturaleza de la realidad es fragmentaria, y si por algo se
caracteriza es por la cantidad de expectativas no cumplidas,
un territorio siempre poco explorado y menguado ...

… un mar de oportunidades perdidas y/o bloqueadas
por la inacción o el pesimismo, un espacio poco proclive
a cambiar la pétrea corteza de las cosas y sus fundamentos.

Necesitamos una realidad más asumible y sostenible
en la que todos los ciudadanos tengan derecho
a un optimismo militante que les permita gestionar
mejor sus capacidades y limitaciones ...

… descifrar los pliegues de la condición humana para
rastrear en mejores condiciones el presente y
abrigar los propios criterios y compromisos.

La realidad debería ser siempre un proceso vital donde
lo posible surgiera de lo real, con intolertancia cero
al artificio, y nunca un laberinto que de forma
machacona conduce a la desigualdad ...

… un espacio en el que sea posible convertirnos en lo que
imaginamos, compartir emociones para afrontar mejor
la distancia entre el dolor y el coraje ...

… sentirnos tribu para pasar en mejores condiciones del
fracaso al logro, perdernos en el camino para encontrarnos,
y buscarnos siempre que no encontremos la salida ...

… lograr entre todos una realidad en la que podamos
traspasar las ideas que pensamos y las ideas que somos.

El problema es la realidad.

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