Resumen Universidad Popular Abril 2019 - El Pueblo del Cuarto Mundo

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EL CUARTO MUNDO
UNIVERSIDAD POPULARCompartir situaciones y releer la vida
Resumen Universidad Popular Cuarto Mundo
Madrid, 27 de abril de 2019
En abril celebramos la Universidad Popular sobre el Cuarto Mundo. La sesión plenaria estuvo cargada de fuerza y
emoción. Tuvimos la suerte de contar con Martine, Sabina, Angélique y Maggie, quienes vinieron desde Francia para
acompañarnos en la reflexión sobre el Cuarto Mundo. Antes de hablar sobre aporofobia en la Universidad Popular
de noviembre, queríamos trabajar el concepto del pueblo de Cuarto Mundo. Por eso organizamos esta Universidad
Popular e invitamos a la militante de Cuarto Mundo Martine Le Corre.
CARTA DE LA UNIVERSIDAD POPULAR
Durante la preparación de la Universidad Popular se plantearon tres preguntas para ayudarnos a reflexionar:
1. ¿Crees que hay diferencias entre pobreza y extrema pobreza? Si crees que las hay, ¿cuáles son?
2. ¿Cómo reaccionas ante la extrema pobreza?
3. ¿A quién hay que sumar a la lucha contra la extrema pobreza? ¿Cómo lo vas a hacer?
La ausencia de las personas más pobres en la historia
crea una memoria negativa que únicamente reconoce a
las personas que viven en situación de extrema pobreza
como seres de necesidad y de carencia. Hacer memoria
para cambiar esta imagen pasa por afirmar una identi-
dad. ¿Qué es el Cuarto Mundo? ¿Cómo reconocer su
lucha, su esfuerzo y su dignidad? ¿Cómo contribuir a la
alianza contra la extrema pobreza?
En esta Universidad Popular seguiremos profundizando
sobre las diversas caras de la exclusión en nuestra so-
ciedad, después de haber recapacitado sobre racismo y
migraciones en las dos anteriores. Esta vez tendremos la
oportunidad de reflexionar sobre el Cuarto Mundo con
la militante Martine Le Corre (Francia), que será la per-
sona invitada. Compartir vivencias y pensamientos con
otros miembros del Movimiento es una ocasión perfecta
para afianzar nuestro compromiso y entender la dimen-
sión internacional de nuestra lucha, de ahí que en esta
ocasión tengamos como participantes junto a nosotros y
nosotras a militantes de Cuarto Mundo de Francia, que
vendrán a vivir junto a todas la Universidad Popular.
Martine Le Corre decía lo siguiente en un Coloquio el
mes pasado: “La sociedad siempre ha tenido muchísimas
dificultades para reconocer que la miseria es una viola-
ción de los derechos humanos y de la igual dignidad y
que quienes la viven son víctimas. Siempre volvemos a
la cuestión de su responsabilidad. «Si viven así es porque
quieren, porque no hacen ningún esfuerzo, porque no
hacen lo necesario, porque son personas demasiado vul-
nerables…», pero detrás de estas situaciones demasiado
evidentes a ojos de nuestros interlocutores, lo que no ven
son nuestras resistencias, nuestras iniciativas, nuestros
proyectos, porque les parecen insignificantes o incluso
poco razonables teniendo en cuenta nuestra situación...”.

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Conversaciones en los barrios
PREPARACIONES DE LA UNIVERSIDAD POPULAR
Ventilla (Tetuán)
“Distinguir la extrema pobreza de la pobreza es fácil, es
cuando tú naces pobre y te mueres pobre porque has
heredado la pobreza y porque tus hijos la van a heredar,
así de triste es la diferencia”.
“Cuando hablamos de extrema pobreza, es cuando todo
el mundo se atreve a hablar de nosotras, incluso a insul-
tarnos a nosotras y a nuestros hijos, cuando le dicen a mi
hijo “niño lávate”, pues yo no tendré mucho dinero para
zapatillas y cosas así, pero se duchan todos los días, y
es que los prejuicios te machacan, además con ganas de
hacer daño”.
“Así nos encerramos en nosotras mismas. Pensaba que
no me quería ni mi familia, no tenía el apoyo de nadie
y no valía nada y de ahí nace la rabia, una rabia de pen-
sar que todo el mundo está en contra de ti, pero te vas
dando cuenta de que a veces solo eres capaz de ver lo
negativo porque siempre has estado en el no, no, no”.
“Pero sabemos que tenemos rachas buenas y rachas ma-
las y que son eso, rachas. Tener a alguien que te diga
“estoy aquí” cuando todo va mal es esencial para poder
seguir adelante, sabes que no van a solucionar todos tus
problemas, pero al menos no estás sola”.
Café-encuentro
La diferencia entre pobreza y extrema pobreza “es que
hay pobrezas que son dignas, pero hay vidas que no lo
son y eso es un dolor constante”.
“Lo difícil es sentirse desvalorizado por toda una socie-
dad que te exige una vida que no puedes llevar y que
hace que siempre estés buscando afecto”.
“Ante todo esto es la impotencia la que llega, aunque lo
haga siempre de la mano del cabreo. Para cambiar las co-
sas hay que mojarse y no con los que mandan, que esos
están en las alturas, sino con la gente que tenemos cer-
ca, unificar esfuerzos, pero hacerlo de verdad, no para
subirlo a Facebook y quedar bien”.
“Al final todo es duro, porque crees que te apoyan o que
las cosas cambian, pero por la mañana cuando me levan-
to, yo sigo en la chabolilla”.
Vallecas (dos grupos diferentes)
“La verdad es que naces pobre, mueres pobre, las cosas
nunca cambian, puedes tener la solución que siempre te
dan, deja tu barrio, tu familia y saldrás, pero, ¿puedes
dejar a tu familia y estar tú bien?, pensamos que no. Que
la única solución sea sacar a tus hijos del barrio para que
no vean la miseria que les rodea y que vean el centro y
nada más no puede ser bueno, porque habrá siempre
gente que sufra”.
“Al final el rico siempre se aprovecha del que menos
tiene, son ellos los que tienen que aprender que somos
iguales a los demás, y así también nosotros se lo podre-
mos enseñar a nuestros hijos”.
“Estar en la extrema pobreza es no tener nada de nada,
incluso una red que te ayude, ni alguien a quien acudir,
sentirte solo. Lo achacaría a los sentimientos, es que te
estén diciendo siempre “no vales para nada”, el sentido
de vergüenza que se arrastra desde siempre, porque
puedes caer en pobreza por una crisis económica como
ha pasado en este país, pero tienes un pasado lleno de
orgullos que otros no tenemos”.
“Y el miedo, que no se quita, porque vivimos con mie-
do de que nos quiten a lo que más apreciamos que sonMartine y Paloma durante la sesión plenaria

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nuestros hijos e hijas y eso hace que te calles muchas
cosas porque piensas que si hablas te vas a perjudicar a
ti misma y así tu vida es un “te arreglas como puedas””.
“A mí me ha ayudado ATD Cuarto Mundo a buscar, bue-
no a encontrar a otras personas con la misma situación
o parecida y pensar que juntos podemos hacer algo. Ya
no me siento sola, puede que tu vida no cambie, pero
cuando te vas a tu casa ya no es “es que soy yo y mis
problemas”, no, ya tienes en mente a otras personas con
las que te puedes juntar y quitarte la culpa es muy im-
portante”.
Personas aliadas y voluntarias (dos grupos)
La extrema pobreza tiene un factor de transmisión gene-
racional. A las personas que viven en la extrema pobre-
za la sociedad las culpabiliza por su situación. Existe un
mayor rechazo y una falta de reconocimiento hacia ellas.
Mientras que antiguamente los esfuerzos de muchas fa-
milias pobres eran reconocidos y respetados, hoy mucha
gente está sola. Son familias que muchas veces no tienen
perspectivas porque viven en la urgencia. Carecen a me-
nudo de herramientas para hacer frente a muchas situa-
ciones y están fuera de los sistemas de protección social
y de justicia. La extrema pobreza es llegar a una situación
en la que por ti mismo ya no puedes.
Una aliada dijo: “la extrema pobreza da una pereza enor-
me, todo son problemas y nunca logramos que se aca-
ben”… “es un sentimiento continuo con el que tenemos
que luchar para seguir creyendo que es posible”. Una vo-
luntaria también añadió que la extrema pobreza desesta-
biliza mucho, “por lo desconocido, por sentirse incapaz”.
Otro aliado dijo que es difícil comprometerse al lado de
las familias porque “es una espiral sin fin que muchas ve-
ces te deja sin energías”, “es como un pozo sin fondo”.
También se habló del miedo que provoca la pobreza y de
la incomprensión que a veces surge en relación con las
vidas de las personas en situación de extrema pobreza
“pero ¿por qué cuesta tanto?”…
Pero por otro lado se apuntó que se puede aprender
mucho de las estrategias que estas personas tienen para
salir adelante, de su resistencia y su lucha. Y se dijo que
el compromiso de quienes no vivimos en la pobreza es
vital para que haya cambios y que se requiere una impli-
cación muy grande que también nos permite un cambio
de visión y de posición, aunque para ello hay que traba-
jarse la culpabilización y los miedos que muchas veces
nos paralizan. Se dijo que es necesario sumar a la lucha a
mucha gente que vive en la exclusión, que el diálogo y el
conocimiento mutuo son la base para que haya cambios
Rocío interviniendo en la asamblea plenaria

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¿Qué significa salir de la pobreza?
Nos preguntamos para empezar qué significaba salir de
la pobreza. Hubo quien dijo que de la pobreza no se sale,
porque es una herencia. Sin embargo, también salieron
a la luz muchos pensamientos sobre qué es salir de la
pobreza: “no sentirte solo, no sentirte excluido, no sentir
que los demás te tratan como si tú tuvieras la culpa de la
situación que vives”; “que me respetara todo el mundo
y que nadie me juzgara”; “es estar aquí, reunirme con
gente, poder aportar a los demás”; “hacer las paces con
eso que te ha hecho daño durante muchos años, sacar
la fuerza para seguir ayudando a otros”; “sentirnos valo-
rados por la sociedad”; “tener un interés cultural”; “un
techo”; “estar acompañada de la gente que esté en el
nivel social un poco mejor que nosotros que nos sepa en-
tender, que no nos mire por encima del hombro”; “que
tengas trabajo para poder ir tirando”; “tener todas las
cosas cubiertas, comida, alimentos”; “que esté un poco
repartido todo”; “ser reconocida como persona, como
ser humano, que te consideren, que te respeten, que
te digan la verdad”; “ser consciente de que tengo los
mismos derechos que los demás”; “pasar del yo al no-
sotros”; “tener la sensación de que uno tiene libertad de
elecciones”; “poder ayudar a mis hijas si lo necesitan”;
“dejar de estar controlada y tener mucho miedo”… Y por
último también se habló de que para salir de la pobreza
a veces parece que es necesario cortar puentes con la
familia, con la vergüenza que has podido sentir por ser
pobre: para un ser querido de uno de los participantes
“salir de la pobreza ha sido olvidarse de quien era”.
En respuesta a esta cuestión, Martine apuntó lo siguien-
te: “Si salir de la miseria es tener que amputarte una
parte de tu corazón, una parte de tu historia, una par-
te del reconocimiento hacia los tuyos, yo no creo en
esta manera de salir de la miseria. Mi familia no era
responsable de la vida de miseria que teníamos”. “El
Movimiento me ofreció una forma de luchar contra la
miseria convirtiéndome en militante. Al unirme a esta
lucha contra la miseria, salí de un estado de víctima,
un estado de silencio y vergüenza, y pude pasar de la
vergüenza de pertenecer al medio de la pobreza al or-
gullo de pertenecer a un medio, el mío, a un Pueblo”.
“Salir de la miseria para mí no es en absoluto únicamente
una cuestión económica. Para mí salir de la miseria es no
aceptar estar aislado de los tuyos, es sentirte orgulloso
de los tuyos y no tener que sufrir vergüenza, rechazo,
humillación. Lo que me digo a mí misma es que mientras
uno de los míos viva esto, yo también estaré con ellos en
la vergüenza y la humillación y no podré vivir en paz por-
que la miseria no deja en paz a quien la vive y no me de-
jará en paz mientras que uno de los míos se quede atrás”.
El Pueblo del Cuarto Mundo
Según Martine, “el pueblo del Cuarto Mundo es el pue-
blo de la miseria en todas partes del mundo. Son los ol-
vidados de cada rincón de cada ciudad de cada país del
mundo. Es de este pueblo del que hablo, porque es con
este pueblo con el que me quiero comprometer. Es con
ellos con quienes debemos luchar porque no aceptamos
que este pueblo sea el residuo de la sociedad”. “Sabe-
mos que para salir de lo que estáis pasando necesitamos
estar juntos y estar acompañados y que nos animen, por-
que salir de la dependencia y que dejen de controlarnos
lleva tanto tiempo que necesitamos vivir juntos, estar
acompañados. Y eso es lo que nos une, es este camino el
que nos pone en un compromiso militante, cómo juntos
buscaremos acompañarnos y qué caminos seguiremos
para unir nuestras fuerzas. Eso es lo que la Universidad
Popular nos ofrece y también nos ofrece participar en
momentos como este”. Y esa también es para Martine
la fuerza de ATD Cuarto Mundo. “Somos por supuesto
nosotros, los más pobres, los que estamos en el corazón
del Movimiento, pero con nosotros, para ayudarnos a ser
reconocidos hace falta que luchemos al lado de personas
que, de entrada, no tienen nada que demostrar”: volun-
tarios y aliados.
¿Hay esperanza de que esto cambie?
Una participante lanzó la pregunta “¿tenéis esperanza
de que todo esto cambie?”, a la que se respondió: “nos
vamos dando cuenta de que nuestros padres no han sido
los culpables de nuestra pobreza, de nuestra falta de co-
nocimiento, de interés, de que seamos drogadictos, de
que seamos ladrones, de todo eso… nos damos cuenta
cuando ya llegamos a una edad y con el movimiento y
con la unión eso nos va abriendo las mentes, y nuestros
hijos lo van a ver, ¿no?, y van a ver esa lucha que esta-
mos teniendo, y vamos a llegar ahí, eso es indudable”.
Cierre
Martine cerró la sesión diciendo: “Creo que es positivo
que estemos juntos en el mismo camino. De hecho, so-
mos esperanza los unos para los otros”. Y en referencia
a esta reflexión que había expresado Paloma durante la
plenaria “eres como un bicho raro y da mucha rabia”,
Martine contestó: “eres una mujer normal. Eres nor-
mal, es tu vida lo que no es normal y lo que vives no
es normal, pero tú eres normal. Nunca te conviertas en
alguien que no eres. Pero lo que vamos a hacer juntos
es cambiar esta vida porque si toda tu vida cambia, la
vida, nuestras vidas, cambiarán”.
El esfuerzo de hacer efectivos los derechos
ASAMBLEA PLENARIA