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La Reforma Protestante: Lutero y la justificación por la fe
1. Ideas y movimientos sociales y políticos
por Antonio Carrasco
La Reforma: Lutero y Calvino
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1. Los orígenes de la Reforma
La Reforma Protestante apareció en una cristiandad marcada por la inquietud
religiosa, la crisis de la espiritualidad medieval y la impotencia de la Iglesia para
superarla.
Las aspiraciones espirituales
El final de la Edad Media se caracteriza por la existencia de un clima de
inquietud religiosa. El cristiano siente la necesidad de asegurar su salvación y
busca los medios. Recurre a la devoción tradicional, pero ante la imposibilidad
de conocer a Dios, intenta encontrar respuestas en otras vías:
• Pide ayuda a la Virgen y a los Santos.
• Realiza obras piadosas y peregrinaciones.
• Paga misas por los difuntos.
• Utiliza objetos religiosos (como medallas, escapularios y reliquias).
• Recita más o menos mecánicamente plegarias y letanías.
• Colecciona indulgencias comprando el perdón de los pecados.
El cristiano cae así en un grave peligro: la tendencia hacia el formalismo y la
superstición.
La elite intelectual también sufre esta preocupación. Influida por el nominalismo
de Guillermo de Occam, que separa la fe de la razón, intenta relacionar la
experiencia sensible con las creencias.
Los cristianos buscan, por tanto, la salvación de forma individual ya que la
Iglesia no ofrece respuestas.
La crisis de la Iglesia
La crisis de la Iglesia bajomedieval es tanto institucional como espiritual:
• Institucional:
o Los papas se ocupan de otros temas más que del ejercicio de su oficio
pastoral: las artes (Pío II), las ambiciones familiares (Alejandro VI), la
guerra (Julio II), las construcciones (León X).
o Abundan los cardenales, siendo muchos de ellos indignos de tal grado.
o La Curia pontificia busca beneficios, exigiendo a las iglesias locales
tributos cada vez mayores.
o Muchos obispos son nombrados por motivos políticos, no residen ni
ejercen en sus respectivos territorios, y buscan los mayores beneficios.
o El proletariado clerical urbano está mal pagado y apenas tiene
formación o predisposición para realizar su labor. En gran número, se
dedica a la vida cómoda (la carnalidad, el concubinato, la violencia, la
bebida).
o Los clérigos regulares dejan de observar sus reglas monásticas,
abandonan las clausuras, sus costumbres no dan ejemplo y se
mueven por intereses personales y terrenales.
2. • Espiritual (la ausencia de preparación y vocación pastoral en el clero):
o El sacerdocio es considerado como un oficio más.
o La mayor parte del clero rural no tiene formación teológica, pastoral o
litúrgica. No sabe latín y se limita a recitar textos que no entiende.
Ignora las Escrituras. Y dispensa sacramentos como remedios
mágicos.
o El clero urbano estaba mejor formado. Sus miembros solían tener, al
menos, una mínima preparación universitaria, aunque la formación
escolástica no era suficiente.
Intentos “ortodoxos” de reforma
La mayoría de los intentos de reforma tuvieron como objetivo la supresión de
los abusos de la Iglesia, pero no ofrecieron solución a las preocupaciones
espirituales. Relacionamos a continuación los distintos tipos de intentos:
• Intentos oficiales. Tanto el Papado como la jerarquía eclesiástica trataron
de utilizar los concilios para acabar con los abusos más evidentes. Pero,
en general, los problemas políticos tendieron a impedir la reforma religiosa.
• Los gobernantes laicos también fracasaron al intentar erradicar los abusos
de sus Estados. Solo la Iglesia hispánica, gracias al Cardenal Cisneros,
experimentó una mejora material y espiritual.
• Intentos privados. Tuvieron escaso eco acciones como la reforma de
algunas congregaciones, la fundación de órdenes nuevas o la creación de
escuelas para la formación de los futuros clérigos.
Al margen de la Iglesia oficial, los intelectuales buscaron nuevas vías
espirituales, marcadas por el individualismo:
• Misticismo. El misticismo o devotio moderna proponía la abstracción del
mundo y la meditación y oración individual como forma de acercamiento a
Dios. Su principal representante fue Thomas Kempis. Más que llevarle a la
salvación, el misticismo ayudó al cristiano a tomar conciencia de la
imposibilidad de imitar a Cristo.
• Humanismo. El humanismo partía del optimismo antropológico y reconocía
la aptitud del cristiano para realizar el bien y, por tanto, para salvarse. Los
humanistas deseaban una vuelta a la sencillez evangélica y proponían una
religión intelectualizada basada en el conocimiento de las fuentes
sagradas, que evitaba las formas exteriores próximas a la superstición. Se
trataba de una religión de intelectuales para intelectuales y ello llevó al
fracaso al Humanismo cristiano.
La situación en Alemania
A comienzos del siglo XVI, la situación social, política, económica y religiosa en
Alemania era propicia para el desarrollo de la Reforma por distintos motivos.
• La debilidad del poder imperial.
• Las ambiciones de autonomía de los “príncipes” alemanes.
• La prosperidad de las ciudades.
• Las tensiones sociales existentes entre el campesinado y los señores, y
entre las ciudades y la nobleza
• El nacionalismo, muy hostil a las influencias romanas.
3. • Los abusos eclesiásticos (como el crecimiento de las exacciones de dinero
para la Curia romana, o la concesión de cargos eclesiásticos a extranjeros
o al mejor postor).
2. Tesis fundamentales de la Reforma
La salvación y la justificación por la fe
Lutero encuentra una nueva solución al problema de la salvación del hombre.
Afirma que esta depende por completo de la voluntad divina y que solo la fe
puede justificar sus actos ante Dios.
Lutero parte de una antropología pesimista. El hombre fue corrompido por el
pecado original y, por ello, la maldad siempre está presente en cualquier
comportamiento humano. El hombre no puede justificarse con las obras,
porque no puede presentar únicamente obras buenas al juicio divino. Por ello,
solo es posible la justificación por la fe. El hombre debe creer y confiar en la
bondad y la misericordia divinas; Dios perdona al hombre que cree. Esta fe en
la confianza del perdón se llama “fe fiducial”.
Según Lutero, hay dos vías para tener fe:
• El conocimiento directo de la Palabra de Dios, por medio de la lectura de
las Sagradas Escrituras. El hombre es capaz de entender las Sagradas
Escrituras. Este principio del libre examen le permite al teólogo alemán
justificar su separación de la doctrina tradicional católica: frente a la
interpretación institucional, la lectura e interpretación individual. Lutero trató
de promover la lectura de la Biblia traduciéndola al alemán.
• La predicación, en sus diferentes formas (el sermón, el culto litúrgico, los
himnos, las procesiones, los ritos de los sacramentos…), también puede
promover la fe. Lutero opina que no es necesario que la predicación sea
realizada por sacerdotes, que han recibido poderes especiales para
realizar tal misión y la de gobernar la Iglesia. Frente al sacerdocio
ministerial de la Iglesia católica, el teólogo alemán aboga por el sacerdocio
universal, es decir, cree que todos los cristianos bautizados pueden
predicar su fe para promover la de los demás. Admite la existencia de
pastores –ministros litúrgicos y predicadores profesionales-, especialmente
entrenados y preparados para la preparación, pero rompe la distancia
jerárquica entre laicos y clérigos.
La Iglesia evangélica
Lutero tiene un concepto diferente de la Iglesia. La Iglesia evangélica es una
comunidad de creyentes espiritual en la que no existen las jerarquías. La
dirección de la comunidad recae en las autoridades políticas, que se ocupan de
tareas como el mantenimiento de los templos o la formación y la designación
de los pastores. La justificación del poder organizativo de las autoridades
civiles en la Iglesia reformada se basa en el principio del origen divino de la
autoridad.
3. Martin Luther
Origen y formación
Martín Lutero nació en Eisleben el 10 de noviembre de 1483, hijo de un
campesino acomodado, convertido en explotador de minas de cobre. Estudió
con los Hermanos de la Vida en Común (devotio moderna). En 1501 ingresó en
4. la Universidad de Erfurt, licenciándose en Filosofía en 1505. Siguiendo los
deseos de su padre, se matriculó para cursar Derecho. Pero ese mismo año
1505, tras una gran tormenta, decidió ingresar en el monasterio agustino de
Erfurt, para dedicarse por completo a la salvación de su alma. La entrega al
estudio de la Sagrada Escritura y de la Teología, y el fiel cumplimiento de la
ascética vida conventual no consiguieron convencerle de que podría conseguir
la salvación; al contrario, le hicieron más consciente de sus pecados. Tras ser
ordenado sacerdote, fue enviado a estudiar Teología a la Universidad
de Wittenberg, donde se doctoró en Biblia en 1512 y comenzó a impartir
docencia. Y en 1515 fue nombrado vicario de su orden, quedando bajo su
cargo 11 monasterios.
Durante esta primera etapa de su vida de éxitos religiosos y universitarios,
Lutero esconde una gran angustia existencial. Entre 1505 y 1515 no le
preocupan los abusos de la Iglesia Católica, sino la salvación de su propia
alma. Formado en las desesperanzadoras enseñanzas del occamismo y
convencido de la naturaleza pecadora del hombre, Lutero acabó encontrando
la solución en la sola fide, esto es, llegó a la conclusión de que Dios no juzga a
los hombres teniendo en cuenta las obras buenas y las malas, sino que le
justifica y salva si tiene fe.
La disputa sobre las indulgencias
Lutero se dedicó a enseñar su interpretación de la justificación por la fe en las
aulas de la Universidad de Wittenberg. Ello no le trajo problemas. En cambio, sí
se convirtió en el centro de las polémicas tras la disputa sobre las indulgencias.
La Santa Sede recaudaba ingresos gracias a la venta de “indulgencias”, bulas
que aseguraban la remisión de parte de las penas del purgatorio. Indignado por
la predicación de un dominico que había ido a vender indulgencias a Sajonia,
para recaudar dinero para financiar la construcción de la Basílica de San Pedro
en Roma, el 1 de noviembre de 1517 fijó en la puerta de la iglesia del castillo
de Wittenberg un documento en latín que contenía 95 tesis, que denunciaban
la ineficacia de las indulgencias, ya que solo Dios -y no el papa- podía perdonar
las penas del purgatorio, y los intereses económicos que escondía este tráfico.
Las 95 tesis fueron traducidas al alemán e impresas. Se difundieron muy
rápidamente por Alemania y por toda Europa. Entre 1518 y 1520, hubo
diversas disputas entre los representantes papales (fundamentalmente
dominicos) y el propio Lutero. Las posturas se fueron radicalizando y Lutero
terminó afirmando su pensamiento teológico:
• Rechazo de la autoridad del papa y de los concilios.
• Revalorización de las Escrituras (sola scriptura) para reforzar la fe.
• Inexistencia del purgatorio.
La ruptura con la Iglesia romana
Durante los años de las disputas, Lutero contó con el apoyo de algunos
humanistas (como Ulrich Von Hutten yPhilipp Melanchthon), estudiantes de
Wittenberg y Erfurt, ciudades como Nüremberg o Constanza, y la pequeña
nobleza renana. Dichos apoyos le permitieron difundir sus ideas con rapidez.
En 1520, Lutero publicó tres grandes tratados:
• El Papado de Roma, en el que defendía que el papa no tenía ninguna
autoridad divina y que estaba sometido, al igual que los demás fieles, a la
Palabra.
5. • A la nobleza cristiana de la nación alemana, en el que definió la doctrina
del sacerdocio universal y afirmó la posibilidad de todos los hombres de
leer e interpretar libremente las Escrituras.
• De la libertad cristiana y la cautividad babilónica de la Iglesia, tratado en el
que criticó el uso de los sacramentos como medio para el refuerzo de la
autoridad sacerdotal, la validez de solo el bautismo y la comunión, y la
teoría escolástica de la transustanciación.
La exposición del pensamiento de Lutero motivó la represión de la Sede
Apostólica, que por medio de las bulasExurge Domine y Decet Romanum
Pontificem, condenó las ideas del teólogo alemán y terminó excomulgándole a
él y a sus partidarios.
A principios de 1521, Carlos V ordenó a Lutero comparecer ante la Dieta de
Worms. En ella, el agustino reafirmó todo su pensamiento y se marchó de
Worms. Poco después, el emperador publicó el Edicto de Worms (25-5-1521),
declarando a Lutero prófugo y hereje, y prohibiendo sus obras.
Lutero fue protegido por Federico de Sajonia, siendo escondido en el castillo de
Wartburg. Allí se dedicó a traducir al alemán la versión de Erasmo del Nuevo
Testamento.
La expansión del luteranismo
Entre 1522 y 1526, Lutero reforzó sus posiciones:
• Frenó a los extremistas (Andreas Karlstadt).
• Hizo manifiesta su oposición al anabaptismo.
• Rehusó apoyar la rebelión de los caballeros contra las posesiones
temporales de los obispos renanos.
• Condenó la revuelta de los campesinos de Suabia.
Entre 1524 y 1525, Lutero rompió con los humanistas. La convergencia inicial
(basada en la primacía de las Escrituras, el desdén por los ritos y las
devociones tradicionales, y la hostilidad por determinadas órdenes religiosas)
dio paso a serias divergencias doctrinales. Frente a los humanistas, que creían
en la bondad natural del hombre, en el valor de las obras y en la posibilidad de
cooperar con la obra divina, Lutero afirmó la impotencia del hombre pecador y
la independencia de la salvación respecto a las buenas obras. Erasmopublicó
en 1524 De libero arbitrio, defendiendo la libertad del hombre en oposición a la
predestinación y el valor de las obras. Y Lutero le respondió brutalmente en
1525, con la publicación de De servo arbitrio, afirmando la relación de
dependencia entre gracia divina de la fe y la salvación del hombre.
Durante los años siguientes, la Reforma se extendió por Alemania
(Sajonia, Hesse, Baviera, Baden-Wurtemberg,Brandenburgo) y llegó al reino de
Suecia de la mano del rey Gustavo I Vasa. Para favorecer la organización de
las nuevas comunidades, Lutero encomendó a las autoridades políticas la
formación de las iglesias locales, la elección de los pastores y su vigilancia, y la
organización de los ritos litúrgicos. Los príncipes y los gobernantes de las
ciudades imperiales se apresuraron a implantar la reforma, pero más que por
fervor religioso, por intereses económicos, ya que se apropiaron de los bienes
de la Iglesia católica.
Carlos V intentó frenar la expansión evangélica en la Dieta de Spira (1529),
pero la minoría luterana “protestó” contra las intenciones imperiales, hecho que
generalizó la denominación de “protestantes”. La actitud de Carlos V les llevó a
la constitución de la Liga de Schmalkalden.
6. Las guerras contra turcos y franceses impidieron al emperador ejecutar sus
planes en Alemania. A finales de 1545, los protestantes fueron convocados
al Concilio de Trento, pero se negaron a asistir. Poco después, el 28 de febrero
de 1546 murió Lutero en Eisleben. La guerra contra la Liga de Schamalkalden
se resolvió con la victoria imperial de Mühlberg en 1547. Carlos V impuso
el Interim de Augsburgo, ordenando la tolerancia a los protestantes y la
restauración del culto católico en todo el Imperio. No obstante, los príncipes se
resistieron y estalló de nuevo la guerra. La situación alcanzó una solución
definitiva en 1555 con la firma de la Paz de Augsburgo, que reconoció el
principio “cuius regio eius religio”.
Pensamiento político
Lutero se preocupó por definir el comportamiento del cristiano en su vida
temporal, tocando temas como la familia, el trabajo, la economía, las ciencias,
las artes o la política. En general, creía que la fe del cristiano debía hacerse
explícita en las obras de la vida civil, y que el cristiano debía realizar su trabajo
para servir al prójimo y glorificar a Dios.
A Lutero no le interesaba especialmente el mundo de la política, pero tuvo que
reflexionar sobre él con motivo de los disturbios que agitaron Alemania entre
1523 y 1525, y cuando los príncipes protestantes se enfrentaron al emperador.
La base de su pensamiento político se encuentra en la doctrina de los dos
reinos y de los dos regímenes, siendo “reino” un tipo de sociedad y “régimen”
un tipo de gobierno. Partiendo de las ideas de San Agustín, Lutero piensa que
los hombres se agrupan en dos tipos de sociedad: la de los cristianos
verdaderos y la de los no cristianos. El reino espiritual, al que el hombre
pertenece para asegurar la salvación del alma, está gobernado por Cristo, sus
normas son la ley de Dios (el derecho divino), que es comunicado por la
Palabra. Los ministros de este reino tienen únicamente la misión de evangelizar
(pero no tienen autoridad, porque todos los cristianos son sacerdotes).
El hombre, además, tiene una vida natural en la sociedad temporal, sometida a
una autoridad civil, que tiene como función utilizar la “espada” para evitar las
maldades. El poder político es, por tanto, una institución de origen divino cuya
misión es evitar y reprimir la maldad del hombre para hacer posible la vida en
sociedad. De esta forma, obedecer al poder civil es obedecer a Dios. Los dos
regímenes, la Palabra y la espada, son los modos en que Dios gobierna a los
hombres; ambos tienen origen divino.
Aunque el buen cristiano no necesita la espada, se somete a ella por amor al
prójimo, porque la espada es buena para la sociedad. La gestión política es
una profesión necesaria para la sociedad. El cristiano dispuesto a ejercer dicho
oficio debe asumirlo porque así sirve al prójimo. En esta línea, Lutero escribe
instrucciones al príncipe cristiano, para enseñarle cómo debe ejercer
cristianamente la autoridad secular.
El poder civil tiene límites; no puede tomar decisiones relacionadas con los
asuntos propios de la fe, ni puede obligar a creer, porque la religión es personal
e íntima. La espada no está al servicio de la religión, sino para castigar a los
delincuentes, controlar las obras de beneficencia y dirigir la educación.
7. La afirmación del carácter divino de la autoridad lleva implícita la obligación de
obediencia del cristiano al poder temporal. Lutero reflexiona sobre los límites de
dicha obediencia, distinguiendo entre desobediencia y resistencia:
• La desobediencia está justificada cuando el poder ordena algo contra la ley
de Dios.
• En cuanto al derecho de resistencia, Lutero comenzó negándoselo a los
súbditos de un príncipe, incluso en situaciones de tiranía. Reconocía que
solo Dios podía castigar a los tiranos y que estos eran castigos enviados
por Dios a los pueblos por los pecados cometidos. En cambio, cuando los
protestantes comenzaron a pensar en el recurso a la oposición armada
para hacer frente al emperador, Lutero admitió el derecho de resistencia de
los príncipes respecto al emperador. Y al final de la década de los 30,
Lutero reconoció explícitamente el derecho de resistencia contra el
emperador afirmando que Carlos V era un soldado del papa y que este era
un monstruo contra el que era lícito luchar. Por tanto, la doctrina luterana
enseña que el súbdito privado nunca tiene derecho de resistencia, y que
las autoridades civiles pueden tener derecho de resistencia respecto de
otra autoridad superior por motivos políticos (cuando el tirano incumple las
condiciones del pacto “feudal” con los príncipes) o religiosos (cuando el
tirano se convierte en agente del diablo).
El pensamiento político de Lutero es conservador. El orden social es definido
por la Providencia y el cristiano debe respetarlo. Este quietismo político y social
queda confirmado por su pensamiento económico. Lutero consideraba la
agricultura como la base del modelo económico. Aceptaba con recelo el
comercio, defendiendo el concepto medieval del precio justo. Y era partidario
de la licitud del préstamo con interés moderado. Estas líneas económicas
contrastan totalmente con las posturas calvinistas.
4. Jean Cauvin “Calvinus”
Desde los primeros años del movimiento luterano aparecieron otros
reformadores que, partiendo de las mismas premisas que Lutero, llegaron a
formulaciones muy diferentes. Estas corrientes desempeñaron un papel
importante hasta la aparición de Calvino:
• Los sacramentarios (con Ulrico Zwinglio en Zurich y Martin
Bucer en Estrasburgo).
• Los anabaptistas (con Melchior Hoffman).
• El anglicanismo (con Thomas Cranmer y Thomas Cromwell, bajo la
dirección del propio Enrique VIII).
Reseña biográfica
Juan Calvino (1509-1564) nació en Noyon, capital de la Picardía. Estudió
Humanidades en la Universidad de París y Derecho en la
de Orleáns y Bourges. Volvió a París, donde se dedicó al estudio del
cristianismo primitivo. Allí se relacionó con círculos reformistas erasmistas y
luteranos, optando por la nueva fe. A fines de 1533 la Sorbona tomó medidas
contra estos últimos y Calvino se vio obligado a huir de Francia. En 1536,
publicó en Basilea la Institutio christianae religionis, el primer tratado
sistemático de la fe evangélica. De Basilea pasó a Ginebra, donde el Consejo
de la ciudad, siguiendo el ejemplo de Zurich, ya había empezado la reforma
8. religiosa. Requerido por el Consejo de Ginebra, Calvino tomó la iniciativa de la
reforma. Después de algunos incidentes, Calvino se estableció definitivamente
en Ginebra, ciudad en la que murió en 1564.
Pensamiento religioso
Calvino creó un cuerpo doctrinal a partir de las ideas fundamentales de Lutero
(impotencia del hombre y salvación por la gracia divina de la fe) y de
aportaciones de otras corrientes reformistas.
El calvinismo se diferencia del luteranismo en dos premisas:
• Parte de una concepción más optimista del hombre, de una valoración más
positiva de las capacidades del ser humano.
• Presenta a Dios como un soberano absoluto, todopoderoso e
incognoscible, que decide a quién salvar y a quién condenar.
Para Calvino, la práctica de la vida cristiana es el signo fundamental de la
pertenencia del hombre al grupo de los predestinados a la salvación. Y el éxito
en las empresas temporales es la señal de la bendición de Dios. Por tanto, el
cristiano debe buscar y conseguir el éxito en su vida secular para confirmar su
salvación. De acuerdo con esta filosofía, Calvino se muestra duro con los
pobres e inmisericorde con los indigentes, al considerar que son condenados
por Dios.
La Iglesia era para Calvino una comunidad de creyentes que debía poner de
manifiesto su condición de pueblo elegido por Dios. Para ello, requería una
organización externa y un gobierno. Este era competencia de un Consejo,
Consistorio o Presbiterio, formado por censores cuya misión era el
cumplimiento del orden de Dios. El poder civil había de colaborar con la
autoridad espiritual para implantar dicho orden. De esta forma, el poder
temporal había de quedar sometido al espiritual.
Esta organización dio solidez y empuje a la Reforma, que se expandió por el
Palatinado, los Países Bajos, Escocia, Inglaterra (de donde pasó a América),
Francia, Polonia y Hungría.
Pensamiento político
Tanto Lutero como Calvino consideran necesario el gobierno civil y admiten el
origen divino del poder (frente a las tendencias anarquistas de los
anabaptistas). Calvino reflexiona sobre el gobierno civil de una comunidad
cristiana. No separa la esfera temporal (política) de la espiritual (eclesiástica).
El gobierno civil de una comunidad cristiana tiene dos misiones:
• Mantener y conservar el culto divino externo, la pureza de la doctrina y la
integridad de la Iglesia.
• Asegurar la paz social, asumiendo la educación cívica, la formación laboral
y las actividades asistenciales.
El poder civil tiene origen divino, por lo que el ciudadano debe obedecer a las
autoridades civiles siempre que sus disposiciones no vulneren la obediencia a
Dios. El cristiano debe obedecer al magistrado incluso cuando se comporte
9. como un tirano, ya que es un instrumento divino y solo a Dios le compete su
castigo.
Este planteamiento parece eliminar cualquier derecho de resistencia. No
obstante, Calvino llegó a admitir que si un gobernante no cumple con su misión
sagrada y procede contra el derecho y el honor de Dios, pierde su autoridad y
se convierte en un hombre particular.
Pensamiento económico
El pensamiento económico de Calvino se centra en la valoración de la
profesión como realización del cristiano para la mejora de la comunidad.
Además, el éxito en la profesión es signo claro de predestinación, lo cual,
refuerza la dedicación profesional de todo creyente. El objetivo del ejercicio de
la profesión es el servicio a los demás, no la obtención de lucro. El éxito
profesional es, por tanto, compatible con la austeridad.
Calvino reafirma el derecho de propiedad. Aunque Dios es el verdadero
propietario de todo, el hombre es un propietario de segundo orden, que debe
responder ante Dios de la administración de su propiedad.
También reconoce la licitud del préstamo con interés moderado (5-6%), ya que
admite la productividad del dinero. Sobrepasar dicho interés es usura y pecado.
Distingue entre dos tipos de préstamos: el no productivo (sin interés, para
remediar una necesidad del deudor) y el productivo (con interés, cuando el
deudor pretende generar riqueza del capital obtenido).
El pensamiento económico de Calvino no tiene un espíritu puramente
capitalista ya que el trasfondo del trabajo es la solidaridad y no el lucro.
lo anterior fue consultado y extraído de la siguiente pagina web para mayor
información sírvase visitarla .http://blogs.ua.es/ideaspoliticas/la-reforma-lutero-
y-calvino/