1. TALLER DE ÉTICA
Grado Sexto
(Semana del 23 al 27 de Febrero)
(Trabajo de Clase)
1- (Luegoderealizarlalecturadeltextoa continuaciónextraigatresconclusiones)
(Reflexión)
1¿QUIÉN ES NUESTRO VECINO?
por el Hermano Pablo
El enorme camión de dieciocho ruedas corría velozmente. De repente la parte trasera del
camión rozó un pequeño vehículo, y éste, un furgón liviano, saltó de la carretera y cayó a un
barranco de veinticinco metros de profundidad. Dentro del vehículo estaba la dueña, una mujer
paralítica que manejaba el coche con aparatos especiales.
La mujer, Linda Myers, trató de pedir auxilio por medio de la radio en su vehículo. Durante
horas estuvo haciendo llamadas de emergencia, y aunque muchos escucharon las llamadas,
ninguno hizo caso.
Al fin de catorce largas horas, con desesperación ella clamó: «¡Señor, haz que alguien venga a
socorrerme!» En ese momento otro camionero, que había oído su llamada, le respondió, y en
seguida llamó, también por radio, a la policía. Esa fue su salvación. El camionero y la policía
llegaron a su rescate. Linda pudo luego declarar: «Cuando toda comunicación humana falla,
siempre queda Dios.»
Este caso está lleno de interrogantes. En primer lugar, ¿cómo pudo ese chofer golpear un
automóvil, por pequeño que fuera, sin advertir el accidente? Tampoco se explica el oído sordo
de tantos otros choferes que oyeron el clamor de angustia de esa pobre mujer sin hacer caso
alguno.
Es una indicación del egoísmo que existe hoy en el mundo. Nadie piensa en los demás.
Pensamos sólo en nosotros mismos y en nuestros propios asuntos. Si el vecino, o nuestros
familiares, incluso aun nuestros propios padres, sufren angustia, o dolor, o soledad, y buscan
en nosotros algún alivio, nuestros quehaceres personales son más importantes que la aflicción
de ellos.
Jesucristo cuenta un caso similar. Un hombre, que iba de Jerusalén a Jericó, cayó entre
ladrones que lo despojaron de todos sus bienes y lo dejaron herido de muerte. Pasó primero un
rabino, y luego un levita, dos hombres de la religión del herido, pero siguieron su camino
dejándolo desangrar. Pasó, entonces, un samaritano. Este era un hombre de negocios. Él
atendió al herido, llevándolo consigo y dejándolo al cuidado de un mesonero con estas
palabras: «Cuídemelo, y lo que gaste usted de más, se lo pagaré cuando yo vuelva» (Lucas
10:35).¿Cuál es la lección? Que todos somos responsables de cuidar al herido. Este puede ser
cualquier persona que está, simbólicamente hablando, tirada en el camino. Nuestro llamado
debe ser salvar a ese herido junto al camino.
Pidámosle a Dios un corazón compasivo. Nuestras acciones reflejarán lo que hay en nuestro
corazón.
1 http://www.conciencia.net/?ID=2013feb26
2. 2- Análisis de texto
"What is true friendship according to the Bible?"2
The Lord Jesus Christ gave us the definition of a true friend: "Greater love has no one than this
that he lay down his life for his friends. You are my friends if you do what I command. I no
longer call you servants, because a servant does not know his master's business. Instead, I
have called you friends, for everything that I learned from my Father I have made known to
you" (John 15:13-15). Jesus is the pure example of a true friend, for He laid down His life for
His "friends." What is more, anyone may become His friend by trusting in Him as his personal
savior, being born again and receiving new life in Him.
There is an example of true friendship between David and Saul's son Jonathan, who, in spite
of his father Saul's pursuit of David and attempts to kill him, stood by his friend. You will find
that story in 1 Samuel chapter 18 through chapter 20. Some pertinent passages are1 Samuel
18:1-4;19: 4-7;20:11-17,41-42.
Proverbs is another good source of wisdom regarding friends. "A friend loves at all times, and
a brother is born for adversity" (Proverbs 17:17). "A man of many companions may come to
ruin, but there is a friend who sticks closer than a brother" (Proverbs 18:24). The issue here is
that in order have a friend, one must be a friend. "Wounds from a friend can be trusted, but an
enemy multiplies kisses" (Proverbs 27:6). "As iron sharpens iron, so one man sharpens
another" (Proverbs 27:17).
The principle of friendship is also found in Amos. "Can two walk together, except they be
agreed?" (Amos 3:3 KJV). Friends are of like mind. The truth that comes from all of this is a
friendship is a relationship that is entered into by individuals, and it is only as good or as close
as those individuals choose to make it. Someone has said that if you can count your true
friends on the fingers of one hand, you are blessed. A friend is one whom you can be yourself
with and never fear that he or she will judge you. A friend is someone that you can confide in
with complete trust. A friend is someone you respect and that respects you, not based upon
worthiness but based upon a likeness of mind.
Finally, the real definition of a true friend comes from the Apostle Paul: "For scarcely for a
righteous man will one die; yet perhaps for a good man someone would even dare to die. But
God demonstrates His own love toward us, in that while we were still sinners, Christ died for
us" (Romans 5:7-8). "Greater love has no one than this, than to lay down one’s life for his
friends" (John 15:13). Now, that is true friendship!
2 http://www.gotquestions.org/true-friendship.html
3. La familia y los valores morales3
Un problema que se ha vuelto a instalar en el centro de las preocupaciones del hombre
de este tiempo es el que se vincula con el estado actual de la relación entre la cultura
social predominante y el mundo de los valores.
La mayor parte de los conflictos que desgarran a las sociedades en este mundo en
que vivimos, tan cargado de incertidumbres y de inseguridades tiene su origen en el
avance de concepciones impregnadas de un creciente relativismo moral.
Si se siguen avasallando los derechos humanos en tantos lugares del planeta, si la
violencia sigue prevaleciendo sobre la razón, si la guerra sigue siendo una manera
inevitable de dirimir los desacuerdos internacionales, ello se debe –en una medida
fundamental– a la ausencia de principios basados en el acatamiento de un orden moral
objetivo e inequívoco.
Si tantas sociedades se ven perturbadas por el crecimiento de una delincuencia
irracional, que demuestra no tener el más mínimo escrúpulo y que llega a extremos
sombríos de sadismo y crueldad, como lo estamos comprobando a diario los
argentinos, la causa hay que buscarla en la irrupción de generaciones humanas
desconectadas de toda posibilidad de distinguir entre el bien y el mal, probablemente
porque crecieron al abrigo de una visión utilitaria y relativista de las cosas, huérfana de
toda creencia en los valores estables y en la sacralidad de la vida humana. Los valores
de la ética Si ante los efectos devastadores de las crisis económicas tarda en asomar
un sentimiento de solidaridad capaz de atenuar el sufrimiento de los sectores más
desprotegidos, ello obedece a que falta en las franjas sociales con mayor poder de
decisión un sistema de pensamiento fundado en el reconocimiento de valores éticos
objetivamente ciertos.
El relativismo moral se ha visto favorecido, entre otras causas, por la tendencia a la
disolución de la familia, que es el ámbito natural en el que se transmiten los principios
y las nociones de orden moral sobre los cuales se construye el andamiaje de una
sociedad fundada en la convivencia y en el respeto a la dignidad de las personas.
Primero lo sufren los jóvenes Cuanto se haga para fortalecer a la familia, célula del
organismo social y reducto espiritual en el que se templan el carácter y el respeto a los
valores más nobles del espíritu humano, contribuirá de manera decisiva a erradicar los
factores que conspiran contra la armonía y el entendimiento social. El debilitamiento
del grupo hogareño está en el origen de la mayoría de los males que corroen a la
sociedad de este tiempo: la delincuencia juvenil, la corrupción, la desorientación de los
jóvenes, el avance de la drogadicción, la pérdida del sentido de la vida. En realidad no
maduran.
3 http://autoforma.org/2012/06/11/la-familia-y-los-valores-morales/
4. La avalancha de delitos cometidos por menores de edad –un fenómeno que está
cobrando terrible virulencia en nuestro país y también en otros lugares del mundo–
obedece en la mayoría de los casos al descalabro de ciertos principios éticos básicos
como consecuencia de la crisis que atraviesa la familia, que ha dejado de ser un
ámbito de contención y de acompañamiento para los niños y adolescentes en proceso
de maduración.
El rol del hogar en la transmisión y conservación de los valores morales requiere un
análisis profundo y desapasionado. Ante la declinación alarmante de las reservas
morales y culturales capaces de frenar los peores instintos del alma humana, no hay
seguramente mejor estrategia de largo alcance que la defensa y la preservación del
núcleo familiar, ese espacio primario en el que se construyen los cimientos de la
personalidad y se planta la semilla de los valores que habrán de modelar y regir los
comportamientos de las generaciones venideras.
Con la autorización de: www.fluvium.org