POLÍTICA CRIMINAL - SEGURIDAD CIUDADANA Y TECNOLOGÍA.pptx
Cómo reconocer un discurso de odio_corrección CyP 03-10-23 con recomendaciones de Investigación y observatorios.pptx
1. ¿Cómo reconocer el discurso
de odio?
Fuentes:
- INADI (2023). Una aproximación a los discursos de odio: antecedentes de investigación y debates
teóricos. Coordinación de Investigaciones y Observatorios sobre Discriminación.
https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/discurso_de_odio.pdf
- Bazzaco, E., García Juanatey, A., Lejardi, J., Palacios, A., Tarragona, L. (2017). ¿Es odio? Manual
práctico para reconocer y actuar frente a discursos y delitos de odio. Barcelona:
https://www.idhc.org/arxius/recerca/1517393506-ES_ODIO__Manual_practico_vF.pdf
- Plan de Acción de Rabat. https://www.ohchr.org/es/freedom-of-expression
2. ● El contenido y la forma del discurso. Nos preguntaremos sobre el contenido hostil
hacia otra persona, grupo o comunidad, al mismo tiempo que evaluaremos el estilo y
tono del mensaje.
● La motivación del emisor. Se analiza si la expresión tiene como objetivo comunicar
una jerarquía social, subyugar a otra persona, someterla, hostigarla, insultarla. Se
busca marcar una diferencia o rivalidad, alimentar prejuicios y estereotipos.
● Contra quién va dirigido. Un aspecto determinante es concluir sobre si la expresión
va dirigida contra una persona o personas por razón de su pertenencia a un grupo
o colectivo vulnerabilizado en base a sus características o condiciones personales
(origen nacional o étnico-racial, lengua, religión, género, orientación sexual, etc.).
Aspectos destacados
3. ● Contexto. El clima económico, social y político son determinantes para comprender la
naturaleza del mensaje. Discursos que en un contexto pueden no causar daños graves,
pueden adquirir dimensiones muy peligrosas en otro, y viceversa.
● El alcance o nivel de difusión. Es fundamental analizar el potencial impacto que la
expresión pueda tener. Esto permite reconocer el enunciado como público, al mismo
tiempo que expresa el nivel de más daño potencial que puede producir (por ejemplo, si
se emite desde un grupo organizado).
● El emisor. Se postula como importante analizar qué tipo de emisor está detrás del
mensaje. Por un lado, esto permite reconocer conductas sistemáticas como también
posiciones influyentes como las de representantes políticos o formadores de opinión en
general.
Aspectos destacados
5. Es necesario conocer quién está emitiendo el discurso, si esto fuera posible. Parte de caracterizar al emisor es también
conocer desde qué plataforma realiza la comunicación. A su vez, también buscamos conocer a quién dirige su mensaje,
tanto directamente como a través del contenido del mismo. Existe la posibilida de que el mensaje esté dirigido a un cierto
grupo, pero incluyendo un ataque o referencia a otro en su contenido, con lo cual, el mensaje de discriminación es
indirecto. También es posible, que el ataque sea directo a la persona damnificada.
Análisis de emisor. ¿Es conocida la identidad de la persona? ¿Es la persona que emite el mensaje influyente en algún
sentido? ¿Es un representante político, influencer, comunicador, agente de la cultura? ¿El comunicado emitido proviene
de grupos organizados? ¿Se trata de un emisor que sistemáticamente produce estos discursos?
Análisis de objeto del mensaje o receptor. ¿El mensaje habla del receptor? ¿Está dirigido a alguien pero en su
contenido habla de otras personas? ¿El mensaje está dirigido a una persona en particular? ¿La persona receptora del
mensaje pertenece a un colectivo históricamente vulnerado? ¿La persona que recibe el mensaje se encuentra en una
situación de mayor exposición a partir del mensaje? ¿Se trata de un mensaje sin receptor claro que enuncia generalidades
que afectan algun grupo o colectivo?
¿Quién está hablando y de quién?
6. Algunos emisores tipificados del ámbito digital
● Trolls. Alguien que aparenta un deseo sincero de formar parte de una comunidad, pero cuya intención real es irrumpir en la
conversación o conseguir exacerbar un conflicto, con el único propósito de entretenerse. En la cultura popular de nuestro país, el
trolling está emparentado con la acción de grupos organizados en redes sociales, con el objetivo de generar distracción en temas de
agenda, por medio de insultos, bromas y fake news, tomando a instituciones o sujetos como blanco de desacreditación y
desprestigio, en forma masiva.
● Cibertropas. Hablamos de cibertropas cuando se detecta la existencia de grupos —que pueden ser rentados o no— cuyo objetivo
es generar acciones con el fin de producir algún efecto en la opinión pública, en la que no necesariamente tienen contacto unos con
otros. Sin embargo, demuestran actividad coordinada y una agenda temática común. Su metodología se basa en identificar un
objetivo, sea particular o general, hacia el cual dirigir una intervención estructurada a modo de “ataque serial”, mediante una actividad
que puede ser ejecutada por un determinado número de cuentas anónimas, bots (robots) y perfiles que se activan tanto de manera
voluntaria e individual, como automatizada a través de sistemas de software o algoritmos.
● Haters. Dentro de los usuarios y las usuarias de Internet y las redes sociales, se encuentran los haters. El hater hace alusión a
“aquella persona que se dedica a discriminar, denigrar u ofender a una persona, organización o producto a través de redes sociales.
Su motivación puede variar de un hater a otro, pero normalmente se debe al odio racial o el de género. Envían sus críticas
destructivas tanto a sus objetivos de odio como a toda aquella persona que los defienda o sienta simpatía hacia ellos”.
● Influencers. son aquellas cuentas que tienen una jerarquía diferencial en sus intervenciones –según la atención que reciben y el
efecto que producen– las que más interacciones generan y guían la actividad de las comunidades que forman.
(Observatorio de la Discriminación en Internet, INADI, 2020).
7. ¿Cuál es el contenido del mensaje?
a) ¿El mensaje contiene amenazas, insultos o expresiones de menosprecio y estigmatización directos hacia una persona
o grupo que podemos considerar como discriminado, socialmente marginalizado o en situación de desventaja en
nuestra sociedad?
b) ¿El mensaje contiene propaganda de mensajes que reivindican la superioridad de un grupo con respecto a otros
grupos, motivada por pretendidas razones “raciales”, “culturales”, “científicas”, “económicas”, etc., o que manifiestan
desprecio u odio hacia un colectivo que consideran “inferior”?
c) ¿El mensaje contiene negación, banalización o exaltación de eventos históricos de discriminación, racismo,
persecución, etc. sufridos por un grupo determinado (la esclavitud, el apartheid, el Holocausto, etc.) con el objetivo de
menoscabar la identidad de sus miembros?
De la misma manera, es importante considerar la forma en la que el discurso está construido y el estilo con el que se
expresa. En efecto, los contenidos de una acción comunicativa están estrictamente relacionados con el tono del discurso: a
menudo —sobre todo en las redes sociales— contenidos discriminatorios son vehiculizados mediante comentarios
supuestamente irónicos o satíricos, lo que puede complicar la identificación del discurso de odio.
8. ¿Qué impactos o consecuencias
puede tener el mensaje?
Se propone analizar las potenciales o reales consecuencias que el mensaje presenta, en términos
virtuales y en términos físicos. Para esto, es necesario conocer el contexto y los medios por los
cuales se realiza.
Efectos sociales / masivos / colectivos. ¿El mensaje es actual o potencialmente multiplicado?
¿Existe una organización para la multiplicación del enunciado? ¿Se registran consecuencias
materiales del mensaje? ¿El mensaje incita explícitamente el sometimiento o aniquilamiento de un
grupo o colectivo?
Efectos individuales / personales: ¿El mensaje emitido restringe en algún aspecto el ejercicio
de derechos de una persona? ¿Una persona fue directamente violentada en el mensaje? ¿Esa
violencia se tradujo en violencia física? ¿Esa persona se encuentra en riesgo de muerte?
9. ¿Cuál es el alcance del mensaje?
El alcance potencial del mensaje incrementa el daño que este puede producir en la persona o
grupo que el emisor pretende atacar. En este sentido, Internet tiene un enorme potencial para
facilitar la transmisión de este tipo de mensajes. Ahora bien, es evidente que un perfil de Twitter
con más de 10.000 seguidores tiene un potencial de difusión del odio muy superior al que puede
tener un perfil que cuente únicamente con algunos centenares de seguidores.
¿Cuál es el objetivo del mensaje?
Al hacernos esta pregunta, buscamos aproximarnos a conocer la intencionalidad que tiene el
mensaje. Se trata de indagar sobre cuán explícito es el objetivo en la obturación de derechos o la
promoción de las violencias.
10. ¿Cuál es el contexto social
en el cual se dio el mensaje?
Todo acto comunicativo se da en un contexto social determinado. Por ello, discursos que pueden
resultar inocuos o neutrales en un contexto pueden adquirir connotaciones muy peligrosas en
otro.
¿Se trata de un patrón de discurso?
La repetición y la identificación de un patrón de conducta de la persona, del perfil emisor o de
otras personas o perfiles a los que el actor está vinculado de algún modo, con relación a la
difusión de mensajes discriminatorios o de rechazo contra un determinado colectivo, es otro
elemento a considerar para determinar el impacto potencial de estas acciones comunicativas y la
consecuente “peligrosidad”.