La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
La hoguera del romance (año 2016)
1. LA HOGUERA DEL ROMANCE (Año 2016), Administrador
El romance en el matrimonio funciona como una hoguera. Debe encenderse y
mantenerse encendido.
Cuando queremos encender una hoguera usamos una chispa o fósforo, que arrimamos
a un puñado de paja seca. Prendida la paja añadimos hojarasca, tal vez unas ramitas
secas y soplamos un poco. Tras prenderse las ramitas añadimos palos delgados,
después palos más gruesos y finalmente troncos. Durante el proceso nos hemos
mantenido avivando el fuego agitando el aire con algo o soplando y cuidando de no
ahogarlo echando demasiada leña más aprisa de lo debido. Así, iniciada una gran
hoguera, simplemente añadiremos más troncos poco a poco, que se irán consumiendo
poco a poco sin ningún esfuerzo. Seguramente que además rodearemos la hoguera
con unas cuantas piedras grandes, para protegerla y por seguridad.
Cuando ya no necesitemos la hoguera simplemente dejaremos de alimentarla, para
que se consuman la leña hasta quedar unas pocas brasas, que seguramente
apagaremos con agua antes de abandonar el lugar. Si notamos que todavía humea
añadiremos agua tantas veces como sea necesario hasta que deje de hacerlo.
Entonces, si queremos volver a encender fuego en el mismo lugar, necesitaremos
quitar las cenizas húmedas y reiniciar todo el proceso desde el principio.
Así, en nuestro matrimonio, tras un buen periodo relacional conseguimos que muchas
veces crepiten las llamas del romance. Hay mimos, carantoñas, atenciones, detalles,
palabras dulces ... . Nos decimos precioso, preciosa, cariño, te amo, cielo ... y cosas
así. Pero, por desgracia, repentinamente viene una mala contestación, un mal gesto, y
sí, a veces un grito airado o palabras soeces, irrespetuosas e hirientes.
Algunos cónyuges llegan a hacer de esto un hábito y continuamente se comportan
como pitbulls gruñones que muestran los dientes a la mínima oportunidad, y no sólo a
sus parejas, también a todos cuantos les rodean. Tal vez se comporten así por
inseguridad, excesiva susceptibilidad, complejo de inferioridad, por heridas del
pasado o por falta de sentirse incondicionalmente amados por el Señor o por sus
parejas. Luchan contra todo y contra todos y nunca bajan la guardia tratando de
"protegerse"; pero no se dan cuenta que esa misma guardia también les impide recibir
amor y aceptar a las personas como son. Tal vez necesiten madurar muriendo a la
carne, para poder ser librados de la culpabilidad y del egocentrismo de pensar que
todos y todo el mundo están en su contra. La culpabilidad o condenación que sienten
les impide poder ofrecer el sacrificio de paz que les reconcilia con Dios y con el
prójimo.
Otros tal vez no lleguen a este extremo de sacar los perros continuamente, pero son
indelicados, mordaces, manipuladores, absorbentes o excesivamente regañones.
2. Todos estos despropósitos son como jarros de agua fría que apagan el fuego del
romance. Después, para volver a encenderlo se necesitará reiniciar todo el proceso de
encendido desde cero; todo ese ritual gradual del fósforo, las pajitas, las ramitas, los
palitos, los palos y los troncos; todo ello sin dejar de usar el avivador, hasta que la
hoguera cobre su cénit de nuevo. Yo no sé ustedes, sé que algunos se reponen
fácilmente, pero para otros, después de haber sido irrespetados, heridos o abusados,
ese proceso no es instantáneo; sino que les cuesta tiempo y esfuerzo la remontada,
por días e incluso semanas.
Debemos estar al tanto para que el cansancio no se convierta en aburrimiento, el
aburrimiento en tedio, el tedio en hastío, el hastío en resentimiento y el resentimiento
en aborrecimiento...
Si queremos, pues, que nuestro romance esté avivado no nos convirtamos en
bomberos apaga fuegos. Seamos conscientes de que la hiel apaga el fuego del
romance mucho mejor que el agua helada y luego costará mucho volver a encender la
hoguera.
Creemos que con Cristo es posible un romance continuo y oramos por que Él nos
ayude a morir a nuestra carnalidad, yendo vez tras vez al madero, hasta hacerlo
posible, tal vez en el nuevo año 2016.