Este documento habla sobre la necesidad de morir a uno mismo y ser sepultado espiritualmente con Cristo para poder resucitar a una nueva vida. Menciona varios ejemplos bíblicos como Job, el hijo pródigo y Pablo que tuvieron que pasar por grandes pérdidas y sufrimientos antes de poder conocer verdaderamente a Dios. Exhorta a estar dispuestos a dejar todo para seguir a Cristo y depender totalmente de Él, ya que sólo en la nada podemos encontrar el todo.
1. 2 Timoteo 2:11 Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, ...;
Colosenses 2:12 sepultados con él ...;
Efesios 2:5-6 ... juntamente con él nos resucitó, ... con Cristo Jesús.
Unos pocos amigos míos están en trance de cruzar el Jordán; es decir, a punto de participar de las
experiencias espirituales de muerte, sepultura y resurrección con Cristo. A ellos y a cuantos se
asoman a la ribera de este río, quiero recordarles que no hay otra vía de acceso al poder de la vida
en resurrección, sino la tumba tras la participación en sus padecimientos; una tumba solitaria,
cerrada, asfixiante, oscura, opresora y vacía ..., algo muy parecido a la nada.
En algún momento, siguiendo la jerga del desasimiento de Teresa de Ávila o Teresa de Jesús,
deberás desasirte de cuantas ramas te agarras y saltar al abismo vacío. Ramas materiales y/o
humanas, de todas ellas sin quedar ni una. Desasirte especialmente de todo el bagaje “espiritual”: tu
propia prudencia, argumentos, teorías, doctrinas, y demás ídolos del corazón, dejar ir a todos tus
sueños y ambiciones ministeriales y echar al Ismael que tu impaciencia engendró en el desierto y a
su soberbia y orgullosa madre, la carne, que no te permite dejar de contender, buscar la vanagloria y
dejar de ser el centro de tu vida, para callar y obedecer. Simplemente deberás doblar tu cabeza y
mirar hacia ese hoyo abierto en la tierra que te está llamando y jalando para darte su gélido abrazo.
Ese es tu veredicto: pena de muerte. Decía Teresa que todas esas cosas en las que nos apoyamos
para no tener que ir al cadalso, no son sino “palitos de romero”, comparados con la bendita
inseguridad de la dependencia absoluta en el Padre.
En algún momento el río del Señor te arrastrará y dejarás de hacer pie perdiendo todo control sobre
las circunstancias de tu vida (Ezequiel 47:4)
2. En algún momento tu gusano deberá entrar a su crisálida, donde morirá como tal para salir como
una nueva criatura, como bella mariposa que ya no se arrastra sino vuela. (Véase UNGIDO PARA
LA SEPULTURA: DE ORUGAA MARIPOSA).
En algún momento el grano de trigo deberá caer a tierra, ser sepultado y morir en ella, para poder
brotar y producir nueva espiga con muchos granos nuevos (Juan 12:24).
En algún momento el paracaidista deberá pasar de la fase teórica de instrucción y poner en práctica
lo aprendido, subiendo a un avión y saltando al vacío.
En algún momento deberemos soltar el volante (guía) del automóvil de nuestra vida en el que
sentamos a Cristo a nuestro lado como copiloto, descender del auto, y permitir que Cristo tome el
volante y nosotros seamos los copilotos (Véase DIEZ MONEDAS Y UNA CAMISA, una
perspectiva correcta del cristianismo (¿CRISTIANISMO O HUMANISMO, DIOS O EL
HOMBRE?).
3. En algún momento el potro indómito que somos tendrá que dejar de resistirse y brincar tratando
desalojar al "Jinete" que trata de dominarlo y permitir ser dirigido mansamente, para no
desperdiciar su fuerza bruta ya más (Véase EL ARNÉS DEL SEÑOR).
¡Recordad a Job! A él le tuvo que ser arrancado todo cuanto poseía para que se diera cuenta de que
sólo conocía al Señor de oídas (Job 42:5). Sí, después de perder hacienda, familia y amigos; sólo
después de que todos cesaron de argumentar y callaron, especialmente él y sus “seguras” opiniones
“espirituales”; sólo entonces Dios habló …
¡Recordad al hijo pródigo! Solo después de descender a lo más bajo, deseando que se le dieran las
algarrobas de los cerdos; sólo entonces, “volvió en sí” recobrando el tino (Lucas 15:17) …
¡Recordad a Pablo!: Filipenses 3:8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la
excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo
tengo por basura, para ganar a Cristo,
¡Recordad al joven rico! No pudo ir tras el que amaba su alma y se fue triste porque, aún, amaba
más sus posesiones … (Marcos 10:22) …
Sí, mis amados hermanos y amigos, la frontera entre la religión carnal y la vida es una tumba bajo
las aguas del Jordán. Tumba que separa los religiosos de los vencedores, los veleidosos de los amén,
los cuellierguidos de los quebrantados (“Camino del Calvario”, Roy Hession). Mirad las espigas
maduras como doblan su cuello, ¡ya no más erectas!
Espigas maduras y espigas verdes
4. Sí, amados, solo discernimos claramente a Dios en medio de la nada. Cuando todo se ha ido, justo
ahí, aparece Él. Sólo en el aire se puede comprobar que el "Paracaídas" funciona.
¡En la nada encontramos el Todo!
"¿Cuando será ese momento?", me preguntas.
Si le has pedido a Él que lo haga, cuando el río te arrastre y no puedas hacer pie, hasta morir en Su
mar ...