3. En aquel tiempo, el Espíritu Santo llevó a
Jesús al desierto. Se quedó en el desierto
cuarenta días, en los que el Mal intentaba
tentarlo; vivía entre alimañas, y los ángeles le
servían. Cuando arrestaron a su primo Juan,
Jesús se regresó a Galilea a proclamar el
Evangelio de Dios. Decía: "Se ha cumplido el
plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos
y creed en el Evangelio.
Marcos 1,12-15
BUENA NOTICIA DEL PRIMER DOMINGO
4. Al igual que Jesús, nosotros
también empezamos un
camino por el desierto al
que llamamos CUARESMA
porque dura 40 DÍAS. En
este tiempo tenemos la
oportunidad de aprender a
ser niños y niñas más
cariñosos, más
responsables, más
educados,…más parecidos
a Jesús. ¡El reloj está en
marcha!
SIMBOLO
5.
6.
7. SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA
En aquel tiempo, Jesús llamó a Pedro, a
Santiago y a Juan, y les pidió que le
acompañase. Los cuatro subieron solos a un
monte alto. Al llegar a la cima ocurrió algo
sorprendente... su aspecto cambió. Incluso sus
ropas se volvieron resplandecientes, tan
blancas como nadie en el mundo sería capaz
de blanquearlas. Al instante se les aparecieron
Elías y Moisés, que conversaban con Jesús. de
entre los muertos". Pedro tomó la palabra y dijo
a Jesús: «Maestro, ¡qué bueno es que estemos
aquí! Levantemos tres tiendas: una para ti, otra
para Moisés y otra para Elías.».
8. De repente se formó una nube que los cubrió
con su sombra, y desde la nube llegaron estas
palabras: «Este es mi Hijo, el Amado,
escúchenlo.».
Pocos segundos después miraron a su
alrededor y ya no vieron a nadie, sólo Jesús
estaba con ellos.
Cuando bajaban de aquel monte, Jesús les
pidió que no dijeran a nadie lo que habían
visto, hasta que el Hijo del Hombre resucitara
de entre los muertos.
Ellos guardaron el secreto, aunque se
preguntaban unos a otros qué querría decir eso
de "resucitar. Mc 9, 2-10
12. BUENA NOTICIA DEL SEGUNDO
DOMINGO
• En aquel tiempo se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y
encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los
cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo,
ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y
a los que vendían palomas les dijo:
—Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «el celo de tu casa me devora».
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron:
—¿Qué signos nos muestras para obrar así?
Jesús contestó:
—Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Los judíos replicaron: —
Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en
tres días?
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los muertos,
los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la
Palabra que había dicho Jesús.
Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en
su nombre viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos,
porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un
hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.
Juan 2,13-25
13. SIMBOLO
En el templo, los vendedores habían
formado un mercado para poder
vender sus productos y ganar dinero.
Jesús, con una cuerda, los echa de
allí. Jesús, con ese gesto, nos quiere
decir que no podemos ser egoístas, no
podemos tenerlo todo, no podemos
ganar siempre, sino que hay que
pensar en los demás, obedecer a
nuestros padres, ser solidarios,
compartir lo que tenemos. Y cuando
lo hagamos, no podemos hacerlo
para recibir algún premio, sino para
demostrar cuanto queremos a Dios y a
los demás.
14.
15.
16. CUARTO DOMINGO DE CUARESMA
Es necesario que Jesús sea levantado en alto, para
que todos los que creen en él tengan viva para
siempre, porque Dios amó tanto al mundo que
entregó a su hijo único. Dios no envió a su hijo para
castigar al mundo, sino para salvarlo.
En esto consiste el juicio: La luz vino al mundo, y
algunos hombres prefirieron portarse mal y
quedarse en la oscuridad. Todo el que se porta mal
no se acerca a la luz. En cambio, todo el que se
porta bien con las personas, se acerca a la luz, que
es donde está la casa de Jesús.
Juan 3,14-21
19. BUENA NOTICIA DEL QUINTO
DOMINGO
• En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la Fiesta había algunos gentiles;
éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban:
—Señor, quisiéramos ver a Jesús.
Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.
Jesús les contestó:
—Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre.
Os aseguro, que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si
muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo
en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga y donde
esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre le premiará.
Ahora mi alma está agitada y, ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he
venido, para esta hora. Padre, glorifica Tu nombre.
Entonces vino una voz del cielo:
—Lo he glorificado y volveré a glorificarlo.
La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había
hablado un ángel.
Jesús tomó la palabra y dijo:
—Esta voz no ha venido por mi, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el
Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra,
atraeré a todos hacia mí.
Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.
Juan 12,20-33
20. SIMBOLO
Al igual que la semilla, Jesús
murió para dar fruto, para que
ocurriera algo muy importante
para todas las personas. Ahora,
Dios quiere que nosotros seamos
semillas que demos buenos
frutos. Pero para que las semillas
den frutos es necesario regarlas
con agua. El agua que nos sirve
para que demos frutos pueden
ser las buenas acciones que
realicemos, como compartir,
obedecer o ser solidarios.
¡Intenta ser un agua limpia para
que dar buenos frutos!