SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
PERIODICO BLIBLICO (EL AUTENTICO).
1. Mayo de 2016. Santo Domingo. República Dominicana. Primera Entrega.
Crucifixión de Jesucristo.
JESUS, SACRIFICADO POR AYUDAR
AL PUEBLO DE ISRAEL.
No se inquieten crean en Dios y crean en mí. Les conviene que yo me
valla. Juan 13, 7. 16, 6 P
David en Guerra contra los Filisteos y los Amanitas.
Victorias de David. 1 de Crónicas. P
Origen de la Idolatría: la
desgracia y el Poder.
Sabiduría 14,12
ADEMÁS!
Salud y Prevención.
Eclesiásticos 18, 19. 37, 27. P
Educación. Eclesiásticos 22, 3. P
Comercio Exterior y
Riquezas. 1 de Reyes 10, 11-29.
P
Palabras sabias.
Trabajo.
Job y sus Pruebas. p
Satanás recibe permiso de Jehová para afligir
físicamente a Job — Este es herido con sarna —
Elifaz, Bildad y Zofar vienen a consolarlo.
2. (Lc 2.1-7)
El nacimiento de Jesucristo fue así: María, la madre de Jesús, estaba comprometida con
José, pero antes de unirse como esposos se encontró que ella había concebido del
Espíritu Santo. José, su marido, era un hombre justo y quiso dejarla secretamente, pues
no quería denigrarla. Mientras José reflexionaba al respecto, un ángel del Señor se le
apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu mujer,
porque su hijo ha sido concebido por el Espíritu Santo. María tendrá un hijo, a quien
pondrás por nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor dijo por medio del profeta:
«Una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
y le pondrás por nombre Emanuel,
que significa: “Dios está con nosotros.”»
Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado y
recibió a su mujer, pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito. Y le puso
por nombre JESÚS.
Antes de la fiesta de la pascua, Jesús sabía
que su hora había llegado para pasar de este
mundo y volver al Padre. A los suyos que
estaban en el mundo los había amado siempre, y los amó hasta el fin.
«No se turbe su corazón. Ustedes creen en Dios; crean también en mí. En la casa de mi
Padre hay muchos aposentos. Si así no fuera, ya les hubiera dicho. Así que voy a
preparar lugar para ustedes. Y si me voy y les preparo lugar, vendré otra vez, y los llevaré
conmigo, para que donde yo esté, también ustedes estén. Y ustedes saben a dónde voy,
y saben el camino.»
Tomás le dijo: «Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo podemos saber el camino?»
Jesús le dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Si me conocieran, también conocerían a mi Padre; y desde ahora lo conocen, y lo han
visto.»
Felipe le dijo: «Señor, muéstranos el Padre. Con eso nos basta.»
Jesús le dijo: «Hace ya tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y tú, Felipe, no me has
conocido? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo entonces dices: “Muéstranos
al Padre”?
Despedida de Jesús
3. ¿No crees que yo estoy en el Padre, y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les
hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre, que vive en mí, es quien
hace las obras. Créanme que yo estoy en el Padre, y que el Padre está en mí; de otra
manera, créanme por las obras mismas.» De cierto, de cierto les digo: El que cree en mí,
hará también las obras que yo hago; y aún mayores obras hará, porque yo voy al Padre.
Y todo lo que pidan al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en
el Hijo. Si algo piden en mi nombre, yo lo haré.
No los dejaré huérfanos; vendré a ustedes.
Dentro de poco, el mundo no me verá más; pero ustedes me verán; y porque yo vivo,
ustedes también vivirán. En aquel día ustedes sabrán que yo estoy en mi Padre, y que
ustedes están en mí, y que yo estoy en ustedes. El que tiene mis mandamientos, y los
obedece, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo lo
amaré, y me manifestaré a él.
La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No dejen que su
corazón se turbe y tenga miedo. Ya me han oído decir que me voy, pero que vuelvo a
ustedes. Si ustedes me amaran, se habrían regocijado de que voy al Padre, porque el
Padre es mayor que yo.
Pilato tomó a Jesús y lo azotó. Y los
soldados tejieron una corona de
espinas, se la pusieron sobre la
cabeza, y lo vistieron con un manto de
púrpura; y le decían: «¡Salve, Rey de los judíos!», y le daban de bofetadas. Pilato salió
otra vez, y les dijo:
«Miren, lo he traído aquí afuera, ante ustedes, para
que entiendan que no hallo en él ningún delito.»
Jesús salió, portando la corona de espinas y el manto
de púrpura. Y Pilato les dijo:
«¡Aquí está el hombre!»
Cuando los principales sacerdotes y los alguaciles lo vieron, a gritos dijeron:
«¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!» Pero Pilato les dijo:
«Pues llévenselo, y crucifíquenlo ustedes; porque yo no hallo en él ningún delito.»
4. (Mt 27.32-50; Mc 15.21-37; Lc 23.26-49)
Con su cruz a cuestas, Jesús salió al llamado
«Lugar de la Calavera», que en hebreo es
«Gólgota», y allí lo crucificaron. Con él
estaban otros dos, uno a cada lado suyo, y
Jesús en medio de ellos. Además, Pilato
escribió también un título, que puso sobre la
cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS.
Muchos de los judíos leyeron este título, porque el lugar donde Jesús fue crucificado
estaba cerca de la ciudad. Este título estaba escrito en hebreo, griego y latín. Los
principales sacerdotes de los judíos le dijeron a Pilato: «No escribas “Rey de los judíos”;
sino que él dijo: “Soy Rey de los judíos”.» Pero Pilato les respondió: «Lo que he escrito,
escrito queda.»
Cuando los soldados crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos y los partieron en cuatro,
una parte para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual no tenía ninguna
costura, y de arriba abajo era de un solo tejido. Y dijeron entre sí: «No la partamos. Más
bien, echemos suertes, a ver quién se queda con ella.» Esto fue así para que se
cumpliera la Escritura, que dice:
«Repartieron entre sí mis vestidos,
y sobre mi ropa echaron suertes.»
Y así lo hicieron los soldados.
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María mujer de
Cleofas, y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre, y vio también presente al
discípulo a quien él amaba, le dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Y al discípulo
le dijo: «Ahí tienes a tu madre.» Y a partir de ese momento el discípulo la recibió en su
casa. Después de esto, y como Jesús sabía que ya todo estaba consumado, dijo «Tengo
sed», para que la Escritura se cumpliera.
Había allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon una esponja en el
vinagre, la pusieron en un hisopo, y se la acercaron a la boca.
Cuando Jesús probó el vinagre, dijo: «Consumado es»; luego inclinó la cabeza y entregó
el espíritu.
5. Rechaza las leyendas profanas y otros mitos
semejantes. Más bien, ejercítate en la piedad,
pues aunque el ejercicio físico trae algún
provecho, la piedad es útil para todo, ya que incluye una promesa no sólo para la vida
presente sino también para la venidera. 1a Timoteo 4.7-8
¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero sólo uno obtiene el
premio? Corran, pues, de tal modo que lo obtengan. Todos los deportistas se entrenan
con mucha disciplina. Ellos lo hacen para obtener un premio que se echa a perder;
nosotros, en cambio, por uno que dura para siempre. Así que yo no corro como quien no
tiene meta; no lucho como quien da golpes al aire. Más bien, golpeo mi cuerpo y lo
domino, no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado.
1a Corintios 9.24-27
Señor, tú eres fiel con el que es fiel, e intachable con el que es intachable.
Juegas limpio con quien juega limpio, pero al tramposo le ganas en astucia.
Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena
salud, así como prosperas espiritualmente. 3a Juan 2.
6. Job capítulo 2, 7-11
Y salió Satanás de delante de Jehová e hirió a Job con una sarna maligna desde la
planta de su pie hasta la coronilla de su cabeza. Y tomaba un pedazo de teja para
rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza. Entonces le dijo su esposa: ¿Aún
retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. Pero él le dijo: Has hablado como
suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas. ¿Pues qué? ¿Recibiremos de Dios el bien,
y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios. Y tres amigos de
Job, Elifaz, el temanita, y Bildad, el suhita, y Zofar, el naamatita, luego que oyeron de
todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar, porque habían
convenido en venir juntos para condolerse de él y para consolarle.
7. 1 de reyes capítulo 10, 11-20
Y dio ella al rey ciento veinte talentos de oro, y mucha especiería y piedras preciosas. Nunca
vino tan gran cantidad de especias, como la que la reina de Sabá dio al rey Salomón.
La flota de Hiram, que había traído el oro de Ofir, traía también de Ofir gran cantidad de
madera de sándalo y piedras preciosas. Y de la madera de sándalo hizo el rey balaustres
para la casa de Jehová y para la casa del rey, arpas también y salterios para los cantores.
Nunca vino tanta madera de sándalo, ni se ha visto hasta hoy. Y el rey Salomón dio a la reina
de Sabá todo lo que ella quiso y todo lo que pidió, además de lo que el rey Salomón le dio
conforme a su real generosidad. Y ella se volvió y se fue a su tierra con sus criados.
El peso del oro que Salomón recibía cada año era de seiscientos sesenta y seis talentos de oro,
sin contar lo de los mercaderes, y el comercio, y lo de todos los reyes de Arabia y de los
gobernantes de la tierra. Hizo también el rey Salomón doscientos escudos grandes de oro
batido; seiscientos siclos de oro empleó en cada escudo. Asimismo trescientos escudos de oro
batido, en cada uno de los cuales empleó tres libras de oro; y los puso el rey en la Casa del
Bosque del Líbano. Hizo también el rey un gran trono de marfil, el cual recubrió de oro
purísimo. Seis gradas tenía el trono, y la parte alta era redonda por el respaldo, con brazos a
uno y otro lado del asiento, junto a los cuales estaban colocados dos leones.
Había también doce leones puestos allí sobre las seis gradas, a uno y otro lado; en ningún
otro reino se había hecho un trono semejante.
8. Sabiduría 14,12
La invención de los ídolos fue el principio de la fornicación;
su descubrimiento, la corrupción de la vida. No los hubo al
principio ni siempre existirán; por la vanidad de los
hombres entraron en el mundo y, por eso, está decidido
su rápido fin.
También por decretos de los soberanos recibían culto las estatuas. Unos hombres
que, por vivir apartados, no les podían honrar en persona, representaron su lejana
figura encargando una imagen, reflejo del rey venerado; así lisonjearían con su celo
al ausente como si presente se hallara. A extender este culto contribuyó la ambición
del artista y arrastró incluso a quienes nada del rey sabían; pues deseoso, sin duda,
de complacer al soberano, alteró con su arte la semejanza para que saliese más bella,
y la muchedumbre seducida por el encanto de la obra, al que poco antes como
hombre honraba, le consideró ya objeto de adoración.
De aquí provino la asechanza que se le tendió a la vida: que, víctimas de la desgracia
o del poder de los soberanos, dieron los hombres a piedras y leños el Nombre
incomunicable.
Luego, no bastó con errar en el conocimiento de Dios; viviendo además la guerra que
esta ignorancia les mueve, ellos a tan graves males les dan el nombre de paz.
Con sus ritos infanticidas, sus misterios secretos, sus delirantes orgías de costumbres
extravagantes, ni sus vidas ni sus matrimonios conservan ya puros.
9. 1 de crónica caputulo 19, 2-19
Y dijo David: Haré misericordia con Hanún hijo de Nahas, porque también su padre
hizo conmigo misericordia. Así David envió mensajeros para que lo consolasen por
la muerte de su padre. Pero cuando llegaron los siervos de David a la tierra de los
hijos de Amón para consolar a Hanún, los príncipes de los hijos de Amón dijeron a
Hanún: ¿Crees tú que David honra a tu padre porque te ha enviado consoladores?
¿No vienen más bien sus siervos a ti para reconocer, y someter y espiar la tierra?
Entonces Hanún tomó a los siervos de David y los rapó, y les cortó los vestidos por
la mitad, hasta las nalgas, y los despidió.
Y algunos fueron y le dieron la nueva a David acerca de aquellos hombres; y él envió
a recibirlos, porque estaban muy avergonzados. Y el rey les dijo: Quedaos en Jericó
hasta que os crezca la barba, y entonces volveréis. Y al ver los hijos de Amón que se
habían hecho odiosos a David, Hanún y los hijos de Amón enviaron mil talentos de
plata para tomar a sueldo carros y gente de a caballo de Mesopotamia, y de los sirios
de Maaca, y de Soba. Y tomaron a sueldo treinta y dos mil carros, y al rey de Maaca
y a su pueblo, los cuales vinieron y acamparon delante de Medeba. Y se reunieron
también los hijos de Amón desde sus ciudades y vinieron a la guerra. Ycuando David
lo oyó, envió a Joab con todo el ejército de los hombres valientes. Y los hijos de Amón
salieron y se pusieron en orden de batalla a la entrada de la ciudad; y los reyes que
habían venido estaban aparte en el campo. Y viendo Joab que la batalla estaba contra
él por delante y por detrás, escogió de entre todos los más aventajados que había en
Israel y los puso en orden de batalla contra los sirios. Y puso luego el resto de la gente
al mando de Abisai, su hermano, y los puso en orden de batalla contra los hijos de
Amón. Y dijo: Si los sirios son más fuertes que yo, tú me ayudarás; y si los hijos de
Amón son más fuertes que tú, yo te ayudaré.
10. Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios; y
haga Jehová lo que bien le parezca. Seacercó entonces Joab y el pueblo que estaba con
él, para pelear contra los sirios; pero ellos huyeron delante de él. Y cuando los hijos
de Amón vieron que los sirios habían huido, huyeron también ellos delante de Abisai,
su hermano, y entraron en la ciudad. Entonces Joab volvió a Jerusalén.Y al ver los
sirios que habían caído delante de Israel, enviaron mensajeros y trajeron a los sirios
que estaban al otro lado del río. Y Sofac, general del ejército de Hadar-ezer, estaba al
frente de ellos. Y cuando se dio aviso a David, reunió a todo Israel, y pasó el Jordán,
y vino a ellos y se puso en orden de batalla contra ellos. Y cuando David se puso en
orden de batalla para enfrentarse a los sirios, estos pelearon contra él. Pero los sirios
huyeron delante de Israel, y mató David de los sirios a siete mil hombres de los carros
y a cuarenta mil hombres de a pie; asimismo mató a Sofac, general del ejército. Y
cuando los siervos de Hadar-ezer vieron que habían caído delante de Israel,
concertaron la paz con David y le sirvieron; y los sirios nunca más quisieron ayudar
a los hijos de Amón.
11. Eclesiates capítulo 3, 10-16
Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que
se ocupen en él. Todo lo hizo hermoso en su tiempo. También ha puesto lo eterno en
el corazón de ellos, sin lo cual el hombre no alcanza a percibir la obra que ha hecho
Dios desde el principio hasta el fin.
Yo sé que no hay nada mejor para ellos que alegrarse y hacer bien en su vida, y
también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce del bien de toda su
labor.
Sé que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se
disminuirá. Y lo hace Dios para que delante de él teman los hombres. Lo que ha sido,
ya es; y lo que ha de ser, ya fue; y Dios restaura lo que ha pasado. Vi más debajo del
sol: en el lugar del juicio, allí está la maldad; y en el lugar de la justicia, allí está la
iniquidad.
12. Eclesiastés capítulo 4, 4-10
Y he visto asimismo que todo trabajo y toda obra
bien hecha despierta la envidia del hombre
contra su prójimo. También esto es vanidad y
aflicción de espíritu. El necio se cruza de manos
y devora su propia carne. Más vale
una mano llena de descanso que ambas manos
llenas de trabajo y aflicción de espíritu. Entonces
me volví y vi vanidad debajo del sol. Está un
hombre solo y sin nadie, que no tiene ni hijo ni
hermano; mas nunca cesa de trabajar, ni sus ojos
se sacian de riquezas ni se pregunta: ¿Para quién
trabajo yo y privo a mi alma del bien? También
esto es vanidad y duro trabajo. Mejor son dos que
uno, porque tienen mejor paga por su trabajo.
Porque si caen, el uno levantará a su compañero,
pero, ¡ay del que está solo!, porque cuando caiga
no habrá otro que lo levante.
Proverbios capítulo 5, 3-6
Porque los labios de la mujer
extraña destilan miel, y su paladar es
más suave que el aceite; mas su fin es
amargo como el ajenjo, agudo como
espada de dos filos. Sus pies descienden
a la muerte; sus pasos se dirigen
al Seol. No considera el camino de la
vida; sus caminos son inestables, y no lo
sabe.
Capítulo 15, 1-2
La blanda respuesta quita la ira, más la
palabra áspera hace subir el furor. La
lengua del sabio emplea bien el
conocimiento, más la boca de los necios
profiere sandeces.
Capítulo 22, 2
El rico y el pobre se encuentran todos
ellos los hizo Jehová.
13. Eclesiástico capítulo 18, 19-22
Antes de hablar infórmate, cuídate antes de estar
enfermo. Antes de juzgar examínate a ti mismo, y en el
día de la visita encontrarás perdón. Antes de estar
enfermo humíllate, cuando peques muestra
arrepentimiento. Nada te impida cumplir tu voto en el
momento dado, no aguardes hasta la muerte para
justificarte.
Eclesiástico 37, 27-31
Hijo, en tu vida prueba tu alma, ve lo que es malo para
ella y no se los des. Pues no a todos les conviene todo, y
no a todo el mundo le gusta lo mismo. No seas
insaciable de todo placer, y no te abalances sobre la
comida, porque en el exceso de alimento hay
enfermedad, y la intemperancia acaba en cólicos.
Por intemperancia han muerto muchos, pero el que se
vigila prolongará su vida.
Todo lo que está debajo del sol es vanidad y aflicción
de espíritu — Quien añade conocimiento, añade
dolor. Ecltesc4, 1
Capítulo 22, 3
Es vergüenza de un padre tener un
hijo ineducado, pero la hija le nace
ya para su confusión.