El comunicado expresa la preocupación de pastores e iglesias cristianas evangélicas del Perú por la crisis de corrupción que afecta al país y la falta de diálogo. Piden que la lucha contra la corrupción se haga conforme a la ley y un retorno a los valores cristianos. También piden a los políticos y ciudadanos trabajar juntos para regenerar la nación con respeto mutuo y priorizando a los necesitados.