3. SALVACIÓN-CONDENACIÓN
A. Salvación: Es el logro de la gloria eterna, o como ir al
cielo.
Salvación del alma y del cuerpo.
El concepto de salvación tiene 2 facetas:
1. Positiva: Obtención de la gloria eterna.
2. Negativa: Liberarse de la eterna condenación.
En efecto, la salvación eterna no es sólo la finalidad
principal de la vida del hombre, sino la única que da
sentido, valor y razón de ser a la existencia y a la actuación
del hombre en la tierra.
4. B. Dios y la salvación: La voluntad divina
empeñada en la salvación universal y la voluntad
humana que coopera libremente con esa
voluntad salvífica divina.
La prueba más fehaciente de esa voluntad salvífica
universal por parte de Dios, es el hecho de la
Encarnación del Verbo para redimir, mediante su
vida, pasión, muerte y Resurrección a todos, como
lo profesamos en el CREDO.
5. C. El hombre y la salvación: La existencia de
la libertad humana es una verdad
demostrada por la sana filosofía y a su vez
verdad dogmática definida por la Iglesia.
6. D. Medios para lograr la salvación:
Bajo el aspecto negativo, los medios de que
hay que valerse para alcanzar la salvación
eterna se reducen a combatir el pecado:
VENIALY MORTAL.
En el aspecto positivo, los medios de que
dispone el hombre para conseguir la salvación
eterna consisten principalmente en la
GRACIA SANTIFICANTE y en el
CUMPLIMIENTO DE LOS
MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS.
7. E. El don de la perseverancia final:
Santo Tomás de Aquino decía: Virtud que inclina a
persistir en el ejercicio del bien a pesar de la
molestia que ocasiona a su prolongación.
8. PRESUPUESTOS FILOSÓFICOS PARA LA TEOLOGÍA
ESCATOLÓGICA
A. La inmortalidad del alma: El ser humano es una
persona que, además del cuerpo, tiene un alma, la cual
es el principio del que proceden los pensamientos y los
actos voluntario. Es inmortal, significa la incapacidad,
de morir, un ser que vive.
Propiedades del alma:
1. La unidad.
2. La sustancialidad.
3. Simplicidad.
4. Es espiritual.
5. Inmortal.
9. B. Condición del alma separada:
El alma no parece con el cuerpo, a partir del
fallecimiento del hombre, el alma sigue existiendo
en estado de separación.
10. C. Tiempo, eternidad, evo:
Tiempo: Definido por Santo Tomás como «La
medida del movimiento según el antes y el
después».
Eternidad: Definición clásica de Boecio: «La
posesión total, simultánea y perfecta de una vida
interminable.
Evo: Es una especie de participación de la
eternidad de Dios por parte de la criatura.
12. 1. EL HECHO Y EL CONCEPTO DE LA MUERTE:
a. Muerte corporal o físico: Consiste en que
toda vida orgánica perece antes o después.
b. Muerte en sentido espiritual: Se refiere a
la muerte del alma.
c. Muerte en sentido metafórico: Se habla
de muerte o desaparición de la libertad, del
arte, etc.
Nosotros nos referimos a la muerte en sentido
corporal o físico, que es el más propio y que la
Sagrada Escritura describe como la vuelta a ser
polvo. Gen. 3, 19; Filp. 1, 23; 2Tes. 4,6; 2Ped.
1,14; 2Cor. 5,1,4; Mt. 9,24; Apoc. 14,13.
13. 2. ORIGEN DE LA MUERTE
Concilio de Trento año 1546, define que Adán
incurrió en la muerte por el pecado.
Concilio XVI de Cartago año 418, define, Adán fue
creado para que no muriera si no pecaba.
Concilio de Orange año 529, define que Adán, en
cuanto al alma, por culpa del pecado, cambió a peor,
el cuerpo por el pecado fue sometido a la corrupción.
Concilio Vaticano II define que el hombre se habría
librado si no hubiera pecado.
Paulo VI, define que el hombre esta exento del mal y
de la muerte.
Sagrada Escritura: Gen. 2, 3 y 5. Rom. 5, 12.
14. a. Causas de la muerte:
Causa eficiente:
1. Causa eficiente primaria: De la muerte del hombre
es Dios mismo en cuanto que ha condenado a esa pena
a todo el género humano como castigo del pecado
original.
2. Causa eficiente secundaria: Próxima y natural de la
muerte, es la enfermedad o cualquier accidente que
arrebate la vida.
Causa final es el por qué y el para qué se hace una cosa.
Es el efecto que se produce en el cuerpo y en el alma.
Causa material: Es la corruptibilidad del cuerpo.
Causa formal: Es la separación del alma de su propio
cuerpo.
15. b. Universalidad de la muerte:
Todos los hombres, que vienen al mundo con
pecado original, están sujetos a la ley de la
muerte. Rom. 5,12. Hebr. 9, 27-28.
Henoc y Elías: La Sagrada Escritura da la
impresión de que no murieron. Gen. 5, 23-24;
1Mac. 2,58.
16. RETRIBUCIÓN FINAL
Inmediatamente después de la muerte decide la
suerte eterna de las almas de los que han
fallecido.
Juicio particular: El alma inmediatamente
se separa del cuerpo se le da a conocer su suerte
definitiva: Salvación-Condenación, o
transitoria: Purtagorio. Lc. 16, 19-21. Lc. 23, 43;
Filp. 1, 23.
18. EL CIELO
Las almas de los que mueren en Gracia y
nada t ienen ya que purgar por sus culpas
van al cielo y ven a Dios cara a cara,
s iendo con es ta vi s ión eternamente
fel ices .
Por cielo endentemos lo que se l lama
bienaventuranza eterna. 1Cor. 13,9-12;
Jn. 17,3; Mt. 25,21; Lc. 22, 29; Mt. 5,8.
19. La fel icidad de los bienaventurados en el
cielo es eterna de hecho y por lo mi smo no
terminará jamás . Lo encont ramos en el
CREDO. Sab. 5, 15; Mt. 25,46; Jn. 10,27; Jn.
16,22; 2Cor. 4,17.
Impecabi l idad de los bienaventurados .
1Ped. 1,3-55.
El grado de la fel icidad de los
bienaventurados en el cielo cor responde al
di s t into grado de mér i tos . Mt. 16,27; 1Cor.
3,8; 1 Cor. 15, 41-42; 2Cor. 9, 6; Apoc . 22, 12.
Comunión de la Igles ia celes te con la
peregr inante.
La real idad del cielo y la ascét ica
cr i s t iana.
21. Existencia del purgatorio.
Las almas de los que mueren en gracia, sin que
se les haya perdonado aún toda la pena debida
por sus pecados, tienen que expiarla antes de ir
al cielo con las penas del purgatorio.
El purgatorio no ha de tomarse necesariamente
como un lugar o espacio determinado, sino
como un estado o condición penal de las
almas.
Lutero, al principio año 1519 no negaba la
existencia del purgatorio, pero en el año 1530
negó abiertamente la existencia del purgatorio.
22. 2 Mac. 12, 42 ss; 1 Cor. 3, 12-15.
Las penas del purgatorio: Santo Tomás decía
que: «En el purgatorio hay una doble pena:
1. Una de daño: En cuanto les retardará la visión
divina.
2. Sentido: En cuanto serán castigados con
fuego corporal.
Objeto de la purificación: Es obvio que el
objeto o fin del purgatorio es purificar
totalmente al alma para poder ser admitida a
la visión. La purificación de la culpa de los
pecados veniales, que no fueron perdonados
en esta vida.
23. Las reliquias de los pecados y la unción de los
enfermos. Es de fe por el Concilio de Trento
que la unción de los enfermos confiere la
gracia del Espíritu Santo cuya unción borra las
culpas, si alguna queda aún para expiar, y las
reliquias del pecado. Las reliquias del pecado
son descritas como «inclinación desordenada a
la criatura».
Intensidad de las penas: No existe una
declaración del magisterio de la Iglesia al
respecto. La pena del purgatorio es mayor que
de esta vida, según Santo Tomás.
24. Desigualdad de las penas: Parece obvio que
las almas del purgatorio no todas sufren las
penas con la misma intensidad, ni con la
misma duración, ya que dependerá de la clase
de reato contraído por cada alma.
Duración de las penas.
Estado de las almas del purgatorio:
Confirmación en gracia y certeza de su
salvación.
El gozo de la purificación: Además de la
alegría que produce al alma del purgatorio la
certeza de su salvación, hay otras cosas que
motivan su consuelo y gozo.
25. Conformidad con el querer de Dios: Que las
penas del purgatorio son justas y merecidas,
por lo cual las acepta en plena conformidad
con la voluntad divina.
La iglesia peregrinante y el purgatorio:
Ayuda de la Iglesia peregrinante mediante
sufragios.
Los sufragios de los fieles que aún viven,
aprovechan a las almas del purgatorio para
liberarse de las penas que padecen.
Sufragio: Es cualquier ayuda o socorro de una
persona en favor de otra.
26. Las clases de sufragios que pueden ofrecerse
por las almas del purgatorio son:
1) La Santa Misa.
2) La Oración.
3) La Limosna.
30. La realidad del infierno.
Las almas de los que mueren con pecado mortal actual,
inmediatamente después de su muerte son atormentadas
con penas infernales: Vaticano II, Const. «Lumen
Gentium» n. 48: Enseña que es necesario estar en
continua vigilancia, para que «no como a siervos malos
y perezosos» Mt. 25, 26; se nos mande apartarnos al
fuego eterno, Mt. 25, 41, a las tinieblas exteriores donde
habrá llanto y rechinar de dientes, Mt. 22, 13 y 25, 30;
Mt. 3, 10-12.
31. Naturaleza de la penas infernales: La pena de daño del
infierno consiste en la privación de la visión beatífica
y de todos los bienes que de ella se derivan. Mt. 25,41
ss.
La pena de daño, en lo esencial, constituye para el
condenado la mayor y más terrible de sus penas.
La pena de sentido: Además, de la pena de daño, en el
infierno existe la llamada pena de sentido, que
atormenta a las almas de los condenados. Mt. 25,41;
Lc. 16,24; Mt. 13, 49-50.
32. Propiedades de las penas infernales: Los condenados al
infierno recibirán con el diablo su suplicio eterno. Is.
66, 18-24; Mt. 18, 8-9; Gal. %, 19-21; 1 Cor. 6, 9 ss.
Ef. 5,5.
Desigualdad: Las penas del infierno son desiguales
según el número y gravedad de los pecados. Mt. 10,
15; Mt. 11, 21 ss; Mt. 16, 27; Lc. 12, 47s.
34. EL RETORNO DE CRISTO: LA PAROUSÍA
La realidad de la Parousía: El vocablo significa
«estar presente» o también «llegar».
Cristo de nuevo vendrá con gloria para juzgar a
vivos y muertos. EL CREDO. Mt. 16-27; Mt. 24,30;
Mt. 25, 31; Lc. 17, 24 y 26.
El momento de la Parousía: Los hombres
desconocen el momento de esta segunda venida
de Cristo. Mt. 13, 32; Mt. 24, 36; 2Tes. 2, 1ss.
36. LA RESURRECCIÓN DE LOS
MUERTOS
La realidad de la resurrección: En el último día
todos los hombres, réprobos y elegidos, resucitarán
con sus propios cuerpos que ahora llevan para
recibir según sus obras. EL CREDO. Jn. 5, 28 ss;
Lc. 14, 14.
Identidad del cuerpo resucitado: Es una verdad de
fe que los muertos resucitarán con el mismo cuerpo,
numéricamente hablando, que tuvieron en la tierra.
Concilio de Letrán año 1215.
Cualidad de los cuerpos resucitados: Los cuerpos
de los elegidos serán transformados y glorificados
según el modelo del cuerpo recusitado de Cristo.
1Cor. 15, 22; 1 Cor. 15, 42-53.
38. EL JUICIO FINAL UNIVERSAL
La realidad del juicio universal: En el día del juicio
comparación todos los hombres con sus cuerpos
ante el tribunal de Cristo para dar cuenta de sus
actos, a fin que cada uno reciba según hiciera Bien o
Mal con su cuerpo. CREDO. Sab. 4, 20; Mt. 25, 31-
46.
Circunstancias del juicio universal: Cristo, juez.
¿Quiénes, de qué y cómo serán juzgados? Como se
deduce de los textos bíblicos. Mt. 25, 32; Rom. 14, 10
y 2Cor. 5, 10; en el juicio final universal
comparecerán ante Cristo, juez de todos los
hombres.
40. EL FIN DEL MUNDO
La ruina del mundo: El mundo material
tendrá fin en el último día. Sal. 101, 26-28; Is.
34, 4; Mt. 24, 29ss. Mt. 28, 20; 1 Cor. 7, 31; 1
Cor. 15, 24.
La transformación del mundo: El mundo
material no será aniquilado, sino
transformado en el último día. Is. 66, 17; Is.
66, 22. Mt. 19, 28; Rom. 8, 19-22.
41. BIBLIOGRAFÍA
Javier Ibáñez, Fernando Mendoza, Dios
Consumador: Escatología. Edit. Palabra.
Madrid 1992.
OTT, L. Manual de Teología Dogmática
Barcelona 1969. 6ta. Ed.
Royo Marín, A. Teología de la Salvación.
BAC. Madrid 1959.