La hepatitis A es una enfermedad infecciosa causada por el virus de la hepatitis A que se transmite principalmente a través del agua o alimentos contaminados. Los síntomas incluyen cansancio, náuseas, fiebre y dolor de estómago. La vacuna contra la hepatitis A es la mejor forma de prevenirla, especialmente para aquellos que viajan a zonas de alto riesgo o tienen contacto con personas infectadas.
2. La hepatitis A es una enfermedad infecciosa
causada por el virus de la hepatitis A (VHA)
caracterizada por una inflamación aguda del
hígado en la mayoría de los casos.1 La hepatitis A
no puede ser crónica y no causa daño permanente
sobre el hígado. Seguida de una infección, el
sistema inmune produce anticuerpos en contra del
virus de la hepatitis A y le confiere inmunidad al
sujeto contra futuras infecciones. La transmisión
ocurre por agua contaminada o alimentos
contaminados y en algunos países puede ser
importada cuando se viaja a zonas de alto riesgo.
La vacuna contra la hepatitis A es actualmente la
mejor protección contra la enfermedad.2
3. SÍNTOMAS DE HEPATITIS A
Los síntomas de la enfermedad son comunes a las formas de hepatitis A, B y C. La
persona que contrae cualquiera de las formas de hepatitis, A, B o C, acostumbra a
sentirse como si tuviera la gripe. Hay síntomas que aparecen siempre, y otros que
sólo los presentan algunas personas. Otras, incluso no presentan ninguno. De
cualquier forma, si se presentan algunos de los trastornos que siguen a
continuación, lo aconsejable es acudir al médico. Si éste sospecha que puede
tratarse de hepatitis, seguramente hará una prueba sanguínea.
Síntomas habituales
Cansancio
Náuseas
Fiebre
Pérdida del apetito
Dolor de estómago
Diarrea
Síntomas que sólo presentan algunas personas
Oscurecimiento de la orina
Excrementos de color claro
Color amarillento de ojos y piel (ictericia)
4. Según la forma en la que se contrae la hepatitis, se habla de:
- hepatitis epidémica, cuando se contrae de forma directa: ingestión de
un alimento en malas condiciones (leche, mantequilla, mariscos, etc.)
- hepatitis de inoculación, cuando se contrae durante un acto terapéutico
que comporte inyección de sangre u otros productos que la contengan, o
por utilización de material contaminado (agujas, jeringas, etc...). El
periodo de transmisión es el tiempo en qué la persona portadora del
virus de la hepatitis puede contagiar a otras personas. Es importante
darse cuenta de que una persona portadora, aunque no tenga síntomas,
puede contagiar la enfermedad. Se contagia por el contacto con
excremento de una evacuación intestinal, que puede producirse de
diversas formas:
Tocar el excremento de una persona infectada (por ejemplo, cuando se
le cambia el pañal a un bebé infectado), y luego comer o beber con las
manos sucias.
Comer alimentos preparados por alguien que ha tocado excremento
infectado.
Beber agua contaminada con excremento infectado (muy frecuente en
los países en desarrollo).
Tener relaciones sexuales anales con una persona infectada.
5. Para comprobar si alguien padece o no hepatitis el médico puede realizar dos tipos de
pruebas:
- Análisis de sangre, o hematológico (se extrae sangre con una jeringuilla)
- Mediante biopsia, una prueba sencilla que consiste en extraer un pequeño pedazo de
hígado, para analizar los tejidos al microscopio y comprobar si están o no dañados.
Las alteraciones más constantes son el aumento de la bilirrubina en sangre y el
aumento de la actividad de las transaminasas (enzimas hepáticos, conocidos por sus
iniciales ALT o GPT y AST o GOT). Se hallan entre 20 y 40 veces más elevadas de los
valores normales.
Estas pruebas no sólo explican si se tiene hepatitis, sino que también determinan de
qué tipo, A, B o C y la gravedad de la enfermedad. El diagnóstico se confirma por la
demostración de anticuerpos contra el virus de la hepatitis en el suero de los pacientes
con la forma aguda o que en fecha reciente estuvieron enfermos. Los virus y los
anticuerpos se detectan por una prueba radioinmunoensayo (se venden kits de pruebas
para la detección de anticuerpos contra el virus).
Otros exámenes de sangre, tales como los de la función hepática, o los enzimogramas
hepáticos, pueden sugerir un daño hepático que puede ser causado por algún virus de
la hepatitis. La biopsia de hígado, y la laparoscopia sirven para determinar con certeza
el grado de daño hepático en el individuo que es positivo para anticuerpos de la
hepatitis.
6. A la mayoría de personas que contraen la hepatitis A se
recuperan por sí solas en pocas semanas. No obstante, es
muy importante seguir algunas indicaciones:
Guardar cama durante varios días, o semanas según el
estado general de la persona;
Seguir una dieta rica en proteínas y pobre en grasas (para
hacer descender el nivel de transaminasas en sangre);
Tomar abundante líquidos (agua o zumos);
No tomar bebidas alcohólicas hasta que se haya
restablecido por completo;
Tomar los medicamentos que el médico indique (no actúan
contra la hepatitis, pero sí alivian los síntomas y ayudan a
sentirse mejor);
7. Cualquier persona puede contagiarse de hepatitis
A, pero las personas más propensas son aquellas
que
viajan a los países en desarrollo
viven con alguien que actualmente tiene una
infección de hepatitis A activa
utilizan drogas ilícitas, incluidas las drogas no
inyectables
tienen relaciones sexuales sin protección con una
persona infectada
cuidan niños
8. Usted puede evitar contraer hepatitis A recibiendo la vacuna contra la hepatitis A.
Las vacunas son medicamentos que impiden que se enferme. Las vacunas le enseñan al
cuerpo a atacar virus e infecciones específicos. La vacuna contra la hepatitis A le enseña al
cuerpo a atacar el virus de la hepatitis A.
La vacuna de la hepatitis A se administra en dos dosis inyectables. La segunda inyección se
coloca entre 6 y 12 meses luego de la primera inyección. Debe colocarse las dos inyecciones
de la vacuna de la hepatitis A para estar completamente protegido.
Se debe vacunar a todos los niños entre los 12 y 23 meses de edad. Consulte con el médico
de su hijo sobre la vacuna de la hepatitis A.
Los adultos que tengan un riesgo mayor de contraer hepatitis A y aquellas personas que
tengan enfermedad hepática crónica también deben vacunarse.
Si viaja a países donde la hepatitis A es común, incluido México, trate de colocarse las dos
inyecciones antes de viajar. Si no tiene tiempo de colocarse las dos inyecciones antes de
viajar, colóquese la primera inyección lo antes posible. La mayoría de las personas están un
poco protegidas dentro de las 2 semanas posteriores a la primera inyección.
También puede protegerse a usted mismo y a otras personas de la hepatitis A si
se lava siempre las manos con agua tibia y jabón luego de usar el baño o cambiar pañales y
antes de preparar la comida o comer
utiliza agua en botella para beber, hacer hielo y lavar las frutas y verduras cuando se
encuentre en un país en desarrollo
le comunica a su médico y a su dentista si tiene hepatitis A