Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcción
2015, 08, 21, carta del director a la comunidad de historia
1. AL CUERPO DE PROFESORES, A LOS FUNCIONARIOS Y A LOS
ESTUDIANTES DEL DEPARTAMENTO DE HISTORIA
Estimadas y estimados colegas, funcionarios y estudiantes
La Universidad de Santiago de Chile vive momentos muy complejos y, a la vez, históricos.
La movilización iniciada por los estudiantes de Historia y de la Facultad de Humanidades
en mayo de este año, fue posteriormente asumida por el conjunto del estudiantado de la
Universidad de Santiago de Chile y colocó como reivindicación fundamental la necesidad
de democratizar nuestra Universidad.
Efectivamente, transcurridos más de 25 años de restaurada la democracia en Chile no
resulta comprensible, ni aceptable, que el Estatuto Orgánico de la Universidad de Santiago
de Chile continué siendo el espurio DFL N° 149, de 11 de diciembre de 1981, promulgado
por la dictadura. Lo hemos sostenido de forma reiterada y volvemos a señalarlo en esta
oportunidad, consideramos que la demanda de democratización es justa y legítima. En
consecuencia debe ser atendida por las autoridades superiores de la Universidad.
De la misma manera hemos señalado que la forma más pertinente para alcanzar acuerdos en
torno a la democratización de la Universidad, es el diálogo. Por ello volvemos a señalar que
es imprescindible que se repongan las instancias de negociación que lleven a la solución del
actual conflicto, a través del diseño de una propuesta de democratización clara, efectiva y
en un calendario de corto plazo.
Por lo anterior volvemos a indicar que el proceso de normalización de actividades
académicas impuesto por Rectoría, a partir del día lunes 10 de agosto del presente año, no
contribuye a resolver el conflicto. Por el contrario, lo profundiza y se convierte en una
expresión de falta de voluntad política para avanzar hacia los cambios requeridos. Por otro
lado, la continuidad de la paralización a partir del día 10 de agosto y la masiva adhesión de
los estudiantes a la misma, es una clara demostración del fracaso de esta política. Por lo
anterior, esta Dirección considera que no es prudente y por lo tanto no corresponde aplicar
la calendarización establecida por las autoridades superiores de la Universidad en este
momento. Hacerlo sólo contribuiría a profundizar el conflicto y, probablemente, a enfrentar
situaciones de mayor radicalidad por parte del movimiento estudiantil. Hacemos un
llamado a nuestras autoridades (tal y como hizo la FAHU el 13 de agosto pasado), a
suspender los comunicados de normalización de actividades docentes y solicitamos a los
profesores del cuerpo regular y por horas del Departamento de Historia, abstenerse de
aplicar procedimientos evaluativos hasta no observar una tendencia clara de solución del
actual conflicto.
El Departamento de Historia de la Universidad de Santiago de Chile ha discutido regular y
sistemáticamente los problemas de la democratización de la Universidad. A pesar de la
normativa vigente hemos demostrado en la práctica (con la incorporación de los estudiantes
al Consejo de Departamento desde el año 1999), que la participación de los diferentes
estamentos en la discusión y aprobación de la política de la Unidad no sólo es justa e
imprescindible; y también constituye un acierto que contribuye a una mejor gobernabilidad
de las instituciones. Por otro lado, el Departamento de Historia ha estado siempre
2. disponible a incorporar a sus funcionarios a este espacio de participación y si ello no ha
ocurrido hasta la fecha ha sido por opción manifiesta de los mismos. No obstante lo
anterior, reiteramos que el espacio de participación para los funcionarios puede ser ocupado
en el momento que ellos estimen pertinente.
Quiero insistir, además, en que esta Dirección sostuvo en su programa de trabajo (2012,
reiterado en 2014), que es deseable que estudiantes y funcionarios participen de manera
efectiva en la elección de las autoridades unipersonales de la Unidad. Con ello quiero
manifestar que los procesos de construcción de una nueva institucionalidad para la
Universidad de Santiago de Chile serán el resultado, por una parte, de la suscripción de
grandes acuerdos a nivel normativo, pero también de las prácticas de empoderamiento que
preceden a dichos cambios institucionales. Las experiencias acumuladas por el
Departamento de Historia y por la Facultad de Humanidades, hasta la fecha, son un claro
ejemplo de ello. A mayor abundamiento, las orientaciones entregadas por Rectoría a los
decanatos el año 2012 (después de las movilizaciones masivas del 2011 y posteriores), en
cuanto a incorporar a los estudiantes a los consejos de departamento y facultad, relevan que
la práctica de la democratización puede efectivamente anteceder a los procesos de
readecuación normativos. Si ello continúa pendiente en muchas reparticiones académicas
de la Universidad, ha sido exclusivamente por la falta de voluntad política de aquellos que
tenían la obligación de conducir sus unidades hacia un escenario de mayor participación.
En ellos recae, sin duda, una cuota importante de responsabilidad en el actual conflicto que
enfrentamos.
Se hace necesario, por lo tanto, que los académicos contribuyamos de manera efectiva a las
discusiones que se están planteando en este momento respecto del proceso de
democratización de la Universidad. En ese sentido, la Dirección del Departamento de
Historia de la Universidad de Santiago de Chile insiste en lo señalado en el comunicado de
su cuerpo académico regular, del 22 de julio de 2015: Reiteramos que la mayoría de los
problemas que afectan actualmente a la Universidad y que han sido objeto de
pronunciamientos y demandas públicas por parte de los integrantes de la comunidad
universitaria (estudiantes, funcionarios y académicos), remiten, en lo fundamental, a las
carencias y déficits en la participación y en la democracia interna. Hoy día, más que nunca,
la Universidad de Santiago de Chile debe ponerse a la cabeza de un proceso efectivo de
profundización de la democracia universitaria. Para ello se deben adoptar, de hecho y a la
brevedad, aquellas medidas que permitan incorporar al conjunto de la comunidad
universitaria al ámbito de la elaboración, aprobación y verificación de las políticas suscritas
por nuestra institución. Ello debe ser entendido como un compromiso y una vocación
institucional y no como un mero mecanismo para descomprimir el actual conflicto
estudiantil.
Dr. Igor Goicovic Donoso
Director Departamento de Historia
Santiago de Chile, 21 de agosto de 2015