2. Siempre que se abre la boca para
hablar, está uno descubriendo algo
sobre sí mismo. La forma en que se
hace la pregunta, el modo en que
formula una opinión y las maneras en
general (verbales y no verbales)
mientras hablas, dices mucho sobre ti.
3. ¿No seria maravilloso revisarnos los apuntes?
¿Prestarnos las notas? ¿Trasmitirnos las
experiencias, miedos, amores, frustraciones y
anhelos que nos han hecho lo que somos ahora? Y
no sólo para dar un consejo, para presumir o para
compadecernos, no, al hablar, al expresarnos,
nosotros aprendemos de nosotros mismos tal vez
más de lo que nuestro interlocutor pueda
aprender de nuestras vidas.
4. Por que hablar y platicar de nuestras
experiencias desde el fondo del corazón
es una manera de hacer resumen, de
revisarnos y sobre todas las cosas, de
“pasarnos en limpio”. Y en la vida hay
tantas veces en las que nos vendrían
tan bien “pasarnos en limpio”