3. En esta exposición sobre el agua en Canarias
hablaremos de los siguientes puntos:
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La historia del agua.
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Cómo está embalsada el agua.
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Fiestas.
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Problemas.
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Canarias trató de afrontar su escasez de agua
con obras de almacenamiento, canalización,
pozos y galerías.
El problema sólo se solucionó con la creación
de desaladoras para aprovechar el agua del
mar que rodea estas islas. Esta solución ha
permitido a Canarias mantener la agricultura y
afrontar una presión demográfica creciente.
Las desaladoras permiten convertir el agua de
mar en agua potable para que podamos
consumirla. Para ello se separa el exceso de
sales que contiene.
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En los campos de nuestras islas podemos ver
muchos estanques. Los agricultores
almacenan en ellos el agua que luego
utilizarán para regar sus tierras. El agua
también se almacena en aljibes, presas o
embalses.
¿Qué es un embalse?
Es un lugar donde se recoge el agua caída de
la lluvia para almacenarla para el consumo.
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La Traída del Agua se celebra el 12 de Agosto
y llega a convocar a más de 12.000 personas
en Lomo Magullo.
La Fiesta del Charco se celebra cada 11 de
septiembre dentro de las fiestas patronales de
La Aldea.
La Bajada de la Rama es la fiesta principal de
la Villa en honor a Nuestra Señora de las
Nieves, celebrada el 5 de agosto.
Estas son algunas de las fiestas tradicionales
en las que más agua se derrocha sin apreciar
su valor.
7. El agua es un recurso natural indispensable para el
bienestar humano y el desarrollo socio
económico de Canarias. La distribución de este
recurso en las islas es muy diversa.
Considerando el global de las islas, la demanda
de agua es superior a los recursos
convencionales existentes (aguas superficiales y
subterráneas), lo que obliga a la utilización de
fuentes alternativas no convencionales para
cubrir el déficit. El metro cúbico del agua de ciclo
integral cuesta en Las Palmas 1,84 euros.
8. En las últimas décadas, el agua ha pasado de ser un bien renovable
ilimitado a un recurso natural, económico y social de enorme valor y de
difícil disponibilidad. En Canarias, el tradicional problema del agua se
basa en la escasez de recursos hídricos directamente aprovechables y
en su influencia sobre el desarrollo económico y social de la religión.
La escasa disponibilidad de recursos y el agotamiento progresivo de las
reservas de aguas subterráneas han tenido como consecuencias la
búsqueda permanente de soluciones alternativas.
Como fruto de esa búsqueda, en 1964 se construyó, en la isla de
Lanzarote, la primera desaladora de agua de mar para uso urbano de
toda Europa. A partir de ahí se repitió esta experiencia en Gran Canaria
y Fuerteventura, y así hasta que en la mayoría de las islas se hubieran
instalado todos los sistemas comerciales de desalación en Canarias se
declaró de interés general del Estado, lo que supuso la puesta en
marcha del programa de desalación de Canarias.
La utilización del agua de mar y su transformación en agua potable ha
posibilitado en los últimos 40 años el asentamiento poblacional y el
desarrollo de áreas geográficas áridas, además de haber convertido a
las islas Canarias en referente mundial en tecnologías de desalación en
todos los aspectos.