Aceptar la nueva situación El desempleo no sólo significa la pérdida del trabajo, sino también de la rutina y los horarios. Ante esta situación, no sabemos muy bien qué hacer, cómo comportarnos. Por ello, hay que tener siempre presente que las personas valen por lo que son, no por lo que hacen. Llega el momento de la acción. Debes reconstruirte, salir fortalecido de las dificultades que se plantean. A esto se le llama resilencia: aprender del pasado para vivir el presente. Las personas están preparadas para adaptarse a cualquier medio, y esto es más fácil siendo positivo, viendo lo que se tiene y no lo que se ha perdido. Debemos aprovechar la oportunidad para, mediante el dolor padecido, superar esa persona que creíamos ser, porque somos mucho mejores de lo que creíamos.