Existen variables que configuran la economía de una familia: los ingresos, los gastos, el ahorro, los pagos, la especulación, los activos, los pasivos… Debemos aprender a gestionar estas variables para una correcta planificación financiera. Tenemos que tener claro que gastos son imprescindibles y necesarios para vivir, por ejemplo, y que ingresos son fijos. Conociendo esto bien podremos priorizar, sabremos dónde ahorrar y nos ayudará a manejar de forma efectiva la economía doméstica.