En una entrevista, probablemente, te preguntarán los motivos por los que dejaste tu anterior compañía. Cuando hables de la salida de tu ex empresa hazlo de manera positiva y objetiva. Olvídate de aspectos emocionales que puedan tener una carga negativa. Debes practicar este mensaje en voz alta. Haz que alguien cercano a ti lo escuche y lo valore. Además, cuando estés sólo mírate en el espejo y hazte estas preguntas: ¿Te reconoces? ¿eres positivo? ¿eres creíble? ¿eres sincero? ¿tu compunción no verbal es adecuada? Si la respuesta es sí, has dado un paso de gigante: Ya no tienes miedo.