3. Todos los días somos testigos y partícipes de diversas situaciones conflictivas, en el trabajo, la
casa, y por supuesto en las escuelas, conflictos entre alumnos, maestros, directivos, padres de
familia, e incluso conflictos entre autoridades educativas y en muchas ocasiones por situaciones
de carácter administrativo. Ahora bien, lo primero que debemos saber, pues, es que los
conflictos conllevan vivencias subjetivas, van ligados a la manera que cada uno de nosotros
tenemos de sentir, percibir e interpretar la realidad.
4. La palabra conflicto proviene de “confluir”, “encontrarse”, de nuestros encuentros, de nuestras
relaciones con los otros surge el conflicto; es el antagonismo entre ideas, intereses, necesidades,
creencias o valores; para Xesús Jares (1991, p. 108) es un tipo de situación en la que las
personas o grupos sociales buscan o perciben metas opuestas, afirman valores antagónicos o
tienen intereses divergentes.