Las primeras ciudades se desarrollaron en Mesopotamia en el siglo VII a.C. y eran pequeñas y amuralladas, con un trazado irregular que luego se hizo reticular. En Egipto, las ciudades se organizaban en torno a ejes norte-sur y este-oeste, con los templos y palacios en el centro. Las ciudades griegas se desarrollaron en cuadrícula con calles rectas y daban importancia al arte y al disfrute de los ciudadanos. Las ciudades romanas heredaron el urban
2. Una ciudad es un conjunto urbano, conformado por una población
bastante numerosa y densa, cuyas principales actividades
económicas están asociadas a la industria y los servicios. Se
caracteriza por un alto desarrollo urbano con presencia de
edificaciones y complejos viales. En la antigüedad, las ciudades
respondían a una concepción simbólica del espacio, propia del
pensamiento mágico y del pensamiento religioso. El ordenamiento del
espacio debía ser coherente con la cosmogonía y la orientación astro
lógica de cada cultura.
Las primeras ciudades del Mundo antiguo se desarrollaron en
Mesopotamia.
La arquitectura de Mesopotamia hace referencia a las características
comunes de las construcciones desarrolladas en la cuenca de los ríos
Tigris y Éufrates desde el asentamiento de los primeros pobladores
hacia el VII milenio a. C. hasta la caída del último Estado
mesopotámico, Babilonia. Eran ciudades muy pequeñas y
amuralladas, tenían un trazado irregular, el cual se fue haciendo
reticular con el pasar del tiempo. En cuanto al desarrollo de las
ciudades se destacó la Región Sumeira, parte sur de la antigua
Mesopotamia. Se trata de “ciudades-estado”, regidas por valores de
tipo religioso y militar, donde se aprecia un orden arquitectónico
geométrico y una diferenciación por ciudades destacaban los grandes
templos y palacios orientados hacia la salida del sol. El dominante de
toda la ciudad era normalmente un ziggurat, situado al centro de la
ciudad
MESOPOTAMIA
3. En Egipto, el espacio urbano se estructuraba teniendo en cuenta la
orientación de los puntos cardinales en dos ejes, Norte-Sur (paralelo al Nilo)
y Este-Oeste (el trayecto solar). La ciudad egipcia plantea una organización
espacial con arreglo a un orden jerárquico, situando en el centro urbano los
templos y palacios. Las calles y los barrios se disponen dentro de una red
octogonal donde el agua adquiere un especial protagonismo dentro de la
escena urbana.
Al Este del Nilo la ciudad presentaba su mayor actividad. Los egipcios
interpretaban, en su cosmovisión, el trayecto del sol como una metáfora del ciclo
de la vida. El amanecer, y toda la tierra al Este del Nilo representan al nacimiento,
a la vida. El atardecer, y las tierras al Oeste del río, al ocaso de la vida, la muerte.
La necrópolis, las pirámides, el valle de los reyes, todos se encuentran al Oeste.
EGIPTO
4. La ciudad griega era concebida como una obra de arte. Daba especial atención a las
perspectivas, relación con la naturaleza y topografía
La ciudad se desarrolla en cuadrícula, es decir, con una trama ortogonal o con las calles en
damero. Los modelos más antiguos fueron planificados por Hipodamos de Mileto en Grecia,
de ahí que este plano se conozca como trazado hipodámico: un trazado caracterizado por la
regularidad y claridad, modelo difundido desde el urbanismo helenístico y romano hasta
nuestros días.
El edificio es concebido como parte de un conjunto: lo que importa son sus valores
plásticos dentro de ese conjunto.
Estaba organizada y diseñada para el disfrute de sus habitantes. Escala humana.
El arte ocupaba un lugar preferente en el bienestar ciudadano.
Función pública (civil y religiosa): progresivamente se adecuará a las necesidades de la
democracia.
Acrópolis de la ciudad griega, Atenas Ágora de Atenas
GRECIA
5. Las ciudades romanas fueron herederas del urbanismo griego; de sus
criterios de racionalidad, funcionalidad, armonía y orden. Recogieron
también la tendencia griega al cercamiento de los espacios y el valor de la
perspectiva o visión de conjunto, pero aun , más estético e interiorista.
Sin embargo, los romanos fundaron multitud de colonias en las tierras
que dominaron y ahí apareció otro tipo de urbanismo.
Pero la aportación romana más original se halla en los campamentos
militares, como corresponde al sentido práctico de esta civilización. Estas
ciudades sometidas al yugo romano deberán ceder su propia tradición
urbana a las condicionantes impuestas por el urbanismo romano, donde
se encuentra de forma característica el desarrollo de las dos calles
principales, ortogonales con orientación este-oeste (decumano) y norte-
sur (cardo) permitiendo el desarrollo del Foro como ensanchamiento del
punto de cruce de ambas calles. Estas ciudades se amurallaban y las dos
calles en cruz remataban sus extremos exteriores en cuatro puertas de
entrada y control a la ciudad.
Otro elemento importante en el desarrollo de la ciudad lo constituye el
Acueducto, pieza de ingeniería hidráulica que confiere a cada ciudad un
desarrollo particular en su morfología y paisaje dependiendo de su
acceso, recorrido, necesidades de altura, así como del desarrollo de las
pilas o bancos de agua limpia que se repartían por la ciudad para proveer
del líquido a la población.
ROMA
6. La crisis del siglo III es el inicio de la decadencia de la ciudad clásica, en la
mitad occidental del Imperio. Las sucesivas invasiones, que se convirtieron
en un fenómeno de larga duración hasta el siglo VIII, obligaron a costosas
inversiones defensivas, visibles en el amurallamiento (un buen ejemplo son
las murallas de Lugo). Junto con otros cambios sociales y políticos internos
del Bajo Imperio Romano (rebeliones como las bagaudas), la ciudad decayó
en importancia: las élites urbanas procuraron eludir el aumento de la
presión fiscal y optaron por la ruralización.
Es el momento en que las villas del campo se hacen más lujosas, y se
orientan a la autosuficiencia, lo que rompe los vínculos que conectaban el
campo con la ciudad y la red de ciudades con Roma. Las ciudades, con
mucha menos población, ven desaparecer las funciones lúdicas, sociales,
políticas y religiosas de sus grandes hitos urbanos, en beneficio de nuevas
funciones religiosas en torno a la imposición del cristianismo, nueva
religión oficial a partir de Teodosio.
La ciudad medieval es una ciudad amurallada que aparece como lugar cerrado
dentro del paisaje agrícola y forestal, sirviendo de fortaleza defensiva y refugio
de los habitantes y campesinos del entorno, a la vez que constituye el mercado
del área de influencia.
Las ciudades más prósperas de la Baja Edad Media debieron su desarrollo al
comercio a larga distancia, que reconstituyó sus rutas a partir de las Cruzadas y
el avance de los reinos cristianos.
La muralla es el elemento delimitante de la ciudad, y crea en su interior un
ámbito legal y jurídico. Si la ciudad crece, la muralla puede expandirse, en anillos
concéntricos. Poseía dos funciones: una función militar defensiva y otra, la
económica, al cobrarse aranceles en las puertas. En el siglo XIII aparecen
conventos fuera de las murallas, alrededor de los cuales se crearán nuevos
barrios. En el siglo XVI, al normalizarse el uso de la pólvora, se construirá otro
tipo de muralla, siguiendo la llamada traza italiana.
Las viviendas se agrupan en extensas manzanas de casas estrechas alineadas,
entre medianeras y con un huerto hacia atrás. Así, estas grandes manzanas
cuentan con enormes huecos interiores dedicados a cultivos hortícolas.
Antigüedad Tardía Medieval
7. CIUDAD MODERNA
Durante la Edad Moderna se crean los estados nacionales y la monarquía
absoluta. Todo esto supone una nueva concepción de la ciudad como un
lugar donde relacionarse y un punto organizador del espacio regional. La
ciudad es el centro del mercado sobre la que confluyen las mercancías,
pero pierden poder político y las influencias que tuvieron en la Edad Media.
En el Renacimiento, durante la Edad Moderna, con frecuencia se hacen
diseños de ciudades ideales basadas en las ideas de Vitrubio. Tienen
plantas geométricas, ortogonal o radial, y un nuevo tipo de murallas,
estrelladas, que responden a la necesidad de defenderse contra la artillería
desde todos los puntos. Sin embargo, este nuevo tipo de ciudad apenas se
construye en Europa.
Pero durante el Barroco la ciudad tiende a cambiar radicalmente. Se extienden
las calles, creación de perspectivas, salones, arboledas, paseos, etc. La
ciudad refleja la grandeza del Estado y la monarquía, y se señalan diversos
edificios emblemáticos creando espacios y puntos de vista que los
destaquen. La ciudad comienza a tener una fachada, pero también tendrá
espacios singulares y recogidos, que crean luces y sombras, muy del gusto
barroco. El modelo universal de este tipo de ciudad es Versalles.
Durante toda la Edad Moderna el caserío será bajo y pobre, con amplias
huertas interiores donde se suelen depositar las heces. Los longueros son
más estrechos que nunca, y las órdenes religiosas, que se han vuelto
urbanas, tienen amortizado gran parte del suelo. Los gremios son poderosos
y ejercen un severo control funcional y espacial sobre la producción, la
calidad, la venta y el acceso a la profesión. La ciudad moderna del siglo XVI
continúa siendo, en gran medida, medieval..
8. CIUDAD INDUSTRIAL
Ya en el siglo XIX, los llamados utopistas (Saint-Simón, Fourier), en cuyo
pensamiento subyacen los modelos utópicos de los griegos, intentarán
llevar a la práctica sus planteamientos ideales, en contraposición a los
urbanistas más funcionales y operativos que dieron lugar a la moderna
disciplina urbanística.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el funcionamiento del sistema
económico mundial experimenta una serie de cambios, cuya influencia se
hará sentir sensiblemente en la nueva imagen que adquirirán las ciudades
europeas.
Hasta la llegada de la Revolución industrial la intervención de los poderes
públicos en el campo urbanístico había sido muy limitada. Ahora, el nuevo
entramado de intereses nacido al amparo del “desarrollismo industrial”,
convertirá al urbanismo en una trama social y política, donde los poderes
públicos tendrán que intervenir para reducir las tensiones que se generan
en este campo cada vez más conflictivo.
Nacen así elementos indispensables en las grandes ciudades industriales:
Un sistema eliminación de las aguas negras, uno de distribución de agua
potable, y otro de transportes dentro una misma ciudad.
La población urbana se distribuyó formando arcos más o menos amplios
en torno al núcleo urbano, en un movimiento centrífugo. En este modelo
radial de ciudad, los espacios centrales van a alcanzar inusitados valores
de posición.