Un niño lloraba en su primer noche en un campamento porque extrañaba a su madre. El director del campamento, José Antonio Navarro, llevó al niño afuera para mostrarle las constelaciones en el cielo nocturno y contarle historias sobre ellas. José Antonio guió al niño a descubrir a Dios como el creador de las estrellas y del universo, y como alguien que los cuida y consuela. La niño terminó encontrando consuelo en Dios y pudo disfrutar del campamento a pesar de extrañar su casa.