2. Platón y Aristóteles
Platón, levantando el
dedo y sosteniendo el
"Timeo", y Aristóteles,
tendiendo su brazo
hacia adelante con la
palma de la mano
vuelta hacia el suelo
con su "Ética" sujeta
en el otro brazo.
4. En las paredes del templo contemplamos las
estatuas de Apolo y Minerva
5. 1: Zenón de Citio o Zenón de Elea – 2: Epicuro – 3: Federico II Gonzaga – 4: Boecio o
Anaximandro o Empédocles – 5: Averroes – 6: Pitágoras – 7: Alcibíades o Alejandro Magno –
8: Antístenes o Jenofonte – 9: Hipatia (pintada como Margherita o el joven
Francesco Maria della Rovere) – 10: Esquines o Jenofonte – 11: Parménides – 12: Sócrates –
13: Heráclito (pintado como Miguel Ángel) – 14: Platón sosteniendo el Timeo (pintado como
Leonardo da Vinci) – 15: Aristóteles sosteniendo la Ética – 16: Diógenes de Sinope – 17:
Plotino – 18: Euclides o Arquímedes junto a un grupo de estudiantes (pintado como Bramante)
– 19: Estrabón o Zoroastro? – 20: Claudio Ptolomeo – R: Apeles como Rafael – 21: Protógenes
como El Sodoma
8. “Solo sé que no sé nada”
Imagen: http://lacomunidad.elpais.com/batiburrillo-punto-com/2010/4/7/sobre-oraculos
9. “EL MÁS SABIO”
Querefonte, uno de sus mejores amigos, le
preguntó al oráculo de Delfos si había alguien
más sabio que Sócrates, y la Pitonisa le
contestó que no había ningún griego más sabio
que él (Apología 21a).
Al escuchar lo sucedido, Sócrates dudó del
oráculo, y comenzó a buscar alguien más sabio
que él entre los personajes más renombrados
de su época, pero se dio cuenta de que en
realidad creían saber más de lo que realmente
sabían. Filósofos, poetas y artistas, todos creían
tener una gran sabiduría, en cambio, Sócrates
era consciente tanto de la ignorancia que le
rodeaba como de la suya propia (Wikipedia)
10. La mayéutica socrática
Método de
Sócrates que,
mediante una serie
de preguntas,
conducía a su
interlocutor al
descubrimiento de
la verdad,
procedimiento que
tiene analogía con
los auxilios que se
prestan a la
parturienta (la
madre de Sócrates
era comadrona)
El filósofo
ayudaría a “dar a
luz” la verdad que
se halla contenida
en el interlocutor
11. La muerte de Sócrates es una pintura de 1787
realizada por el artista francés Jacques-Louis
David
12. La muerte de Sócrates , pintura de 1787 realizada por el artista
francés Jacques-Louis David:
La obra representa la escena de la muerte del filósofo griego
Sócrates acusado de impiedad y de corromper a los jóvenes
atenienses. Sócrates fue condenado a morir bebiendo cicuta. El cuadro
se exhibe en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
Critón es el discípulo que pone su mano en la pierna del maestro, como
queriendo convencerle para hacerle desistir de su decisión. A de la
izquierda, sentado y abatido, se encuentra Platón quien al parecer no
estaba presente según lo escribió. Platón es aquí representado como
un hombre mayor, en realidad era un hombre joven cuando Sócrates
murió, pero David le ha pintado así simbolizando que este hecho le
otorgó la madurez al joven filósofo griego. El carcelero le tiende la copa
de cicuta con gesto de tristeza o vergüenza. En el centro de la
escena , Sócrates se alza decidido, resuelto a tomar el veneno
después de haber pronunciado su discurso sobre la inmortalidad del
alma.
El cuadro se exhibe en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
13. La muerte de Sócrates, de Charles-Alphonse
Dufresnoy ( 1611-1668 )
16. EL INTELECTUALISMO MORAL DE SÓCRATES
A Sócrates (S .V a C) se le ha considerado el creador de la
ética occidental por las cuestiones que planteaba y por los métodos
y actitudes que propuso para resolverlas.
Su legado es un mundo de posibilidades para reflexionar. Estas son
algunas de sus aportaciones:
- La Filosofía tiene como objetivo la búsqueda de la verdad. Esta
última tiene una naturaleza “comunitaria”, la verdad la alcanzamos
entre todos, de manera “dialéctica” con la discusión filosófica y sin
dogmatismos.
- Los conceptos de la moral no pueden ser relativos, sino que deben
tener validez para todos los individuos porque son fruto de ese
hallazgo tras el debate y son resultado del “consenso”.
- Para ser feliz, es necesario obrar bien y para actuar bien
hay que aprender a hacerlo . La virtud es enseñable . Nadie,
dice Sócrates, actúa mal deliberadamente. El que conoce la
virtud, obra según ella y quien obra mal, lo hace por
ignorancia.
A esta última concepción del bien, se le ha denominado
“intelectualismo moral” : Para practicar el bien es necesario
conocerlo, el que obra mal, lo hace por ignorancia, necesitándose por
consiguiente, más escuelas y menos cárceles.
19.
Los tres filtros de Sócrates
¿En qué consiste los tres filtros?
En una ocasión, a Sócrates lo visitó un amigo para contarle un chisme que a su vez le contaron sobre otro
amigo mutuo. Sócrates lo interrumpió y le preguntó a su amigo, si él había aplicado la prueba de los tres
filtros a quien le narró la historia.
“Los tres filtros, no sé qué es eso”— le respondió.
“Entiendo” —le dijo Sócrates— “entonces permíteme aplicártelo a ti”.
“Lo que vas a contar de nuestro amigo… ¿es verdadero?” preguntó Sócrates.
“No lo sé”— le contestó.
“Veo”, dijo Sócrates, y volvió a preguntarle: “lo que vas a contar de nuestro amigo, ¿es bueno?”
“Definitivamente no”, le contestó.
Por último, le preguntó Sócrates: “Lo que me vas a contar de nuestro amigo, ¿me es útil?”.
“No… no creo que te sea útil”, le dijo.
“Entonces”, le dijo Sócrates a su amigo: “Si lo que me vas contar de nuestro amigo no es verdadero, ni es
bueno y tampoco me es útil…para qué me lo vas a contar”.
Con este ejemplo, Sócrates le enseñó a su amigo que la Verdad, la Bondad y la Utilidad son principios
y prácticas que todos debemos cultivar en beneficio no solo de nuestro interior, sino también como norma
de convivencia en la sociedad en que vivimos.
20. Platón ante la tumba de Sócrates
Imagen:http://www.monografias.com/trabajos61/filosofia-antigua/Image27921.jpg
http:://filoabpuerto.blogspot.com
Notas del editor
Las figuras se sitúan en un graderío, formando diversos grupos presididos por los dos grandes filósofos clásicos: Platón, levantando el dedo y sosteniendo el "Timeo", y Aristóteles, tendiendo su brazo hacia adelante con la palma de la mano vuelta hacia el suelo con su "Ética" sujeta en el otro brazo, representando las dos doctrinas filosóficas más importantes del mundo griego: el idealismo y el realismo. Ambos personajes dialogan y avanzan ante un grupo de figuras que forman un pasillo.
Querefonte, uno de sus mejores amigos, le preguntó al oráculo de Delfos si había alguien más sabio que Sócrates, y la Pitonisa le contestó que no había ningún griego más sabio que él (Apología 21a). Al escuchar lo sucedido, Sócrates dudó del oráculo, y comenzó a buscar alguien más sabio que él entre los personajes más renombrados de su época, pero se dio cuenta de que en realidad creían saber más de lo que realmente sabían. Filósofos, poetas y artistas, todos creían tener una gran sabiduría, en cambio, Sócrates era consciente tanto de la ignorancia que le rodeaba como de la suya propia (Wikipedia)
Platón no pudo asistir a los últimos instantes y éstos fueron reconstituidos en el Fedón, según la narración de varios discípulos. Aquí está el paso que describe los síntomas:
Él paseó, y cuando dijo que le pesaban las piernas, se tendió boca arriba, pues así se lo había aconsejado el individuo. Y al mismo tiempo el que le había dado el veneno lo examinaba cogiéndole de rato en rato los pies y las piernas, y luego, apretándole con fuerza el pie, le preguntó si lo sentía, y él dijo que no. Y después de esto hizo lo mismo con sus pantorrillas, y ascendiendo de este modo nos dijo que se iba quedando frío y rígido. Mientras lo tanteaba nos dijo que, cuando eso le llegara al corazón, entonces se extinguiría.
Ya estaba casi fría la zona del vientre, cuando descubriéndose, pues se había tapado, nos dijo, y fue lo último que habló:— Critón, le debemos un gallo a Asclepio. Así que págaselo y no lo descuides.— Así se hará, dijo Critón. Mira si quieres algo más.Pero a esta pregunta ya no respondió, sino que al poco rato tuvo un estremecimiento, y el hombre lo descubrió, y él tenía rígida la mirada. Al verlo, Critón le cerró la boca y los ojos.Este fue el fin, Equécrates, que tuvo nuestro amigo, el mejor hombre, podemos decir nosotros, de los que entonces conocimos, y, en modo muy destacado, el más inteligente y el más justo.