La medicina primitiva se basaba en creencias mágicas y religiosas, viendo la enfermedad como un castigo de fuerzas sobrenaturales. Los chamanes usaban métodos como la adivinación, rituales y plantas medicinales para diagnosticar y tratar las enfermedades. Una práctica común era la trepanación craneal usando instrumentos de piedra. La medicina de los iberos y celtas también combinaba estas creencias con prácticas empíricas y el chamán jugaba un papel importante.