En cuanto al conflicto que existe entre la noción biológica del feto hay que decir que con el hecho de estar vivo es un organismo celular con ADN. Con esto habría que tomar en cuenta, sin embargo, que todas nuestras células vivas tienen el ADN humano.

1. EL ABORTO
“Como noción biológica de la persona”
Entre el conflicto que existe sobre las condiciones morales del aborto se ha utilizado
distintas nociones sobre su aceptación como principio de libertad, y uno de eso conflictos es
si el feto es persona o solo en organismo celular.
En cuanto al conflicto que existe entre la noción biológica del feto hay que decir que
con el hecho de estar vivo es un organismo celular con ADN. Con esto habría que tomar en
cuenta, sin embargo, que todas nuestras células vivas tienen el ADN humano.
Aunque hay quienes asuman que el feto solo es un organismo celular, y que carece
de vida en los primeros días del embarazo. En cuanto a esto hay que añadir que el feto es una
noción biológica de persona que además de ser un organismo vivo con el ADN humano, ya
ha realizado un proceso de reproducción biológica determinado por su material genético
único, de modo que no cualquier célula viva sería una persona, pero un óvulo fecundado sí
lo sería.
Aun así, el salto argumentativo de quienes afirman que el cigoto, término que define
al huevo fecundado que aún no se implanta en la matriz es una persona por el hecho de tener
un código genético es injustificado, porque tenemos intuiciones morales sumamente
diferentes frente a un óvulo fecundado de las que tenemos frente a una persona humana hecha
y derecha.
Con esto quiero decir que todo feto tiene derecho a la vida y propios como la madre.
Ya que posee el material genético de los padres. Por este motivo es un ser vivo, si nadie
interfiere en su desarrollo. Sin embargo, cabe señalar que es un hecho que hay óvulos
fecundados que sin que nadie “interfiera en su desarrollo” se abortan espontáneamente y no
se convierten en nada. De modo que tiene que apelarse a una noción más espesa de persona
si ha de argumentarse que, por ser el feto una persona, el aborto intencional es un acto
intrínsecamente malo.