2. La sabiduría es la habilidad desarrollada a través
de la experiencia, la iluminación, y la reflexión
para discernir la verdad y el ejercicio del buen
juicio. Muchas veces está conceptualizada como
un desarrollo avanzado del sentido común.
La mayoría de los sicólogos y sicoanalistas se refieren a la
sabiduría como un concepto distinto de las habilidades cognitivas
medidas a través de pruebas de inteligencia. La sabiduría
tampoco se puede enseñar, sino que se desarrolla
fundamentalmente a través de la experiencia, y en la práctica está
asociada con la virtud de la prudencia.
3. De esta forma se la asocia con personas
que llevan una larga vida. Es así como la
sabiduría es considerada tanto por la
cultura, la filosofía (de hecho viene de
"filo", que es amigo o buscador, y
"Sofía", que en griego es sabiduría) y la
religión como una virtud, la cuál permite
ser utilizada para promover el bien
común, más allá de la propia satisfacción
personal.
4. Más allá de la concepción que tienen de la sabiduría las
distintas corrientes filosóficas, es indudable decir que es un
pilar fundamental para el desarrollo espiritual del
hombre, y que por lo tanto es necesaria practicarla y
ejercitarla para así poder desarrollarnos como mejores
personas.