2024t203.pptx Leccion de Escuela Sabatica 20/4/24 PPT
HOJA PARROQUIAL
1. HACEMOS PARROQUIA
parroquia de la asunción
-villargordo-
Número 60 - 28 de junio 2015
AGENDA SEMANAL
ÓBOLO DE SAN PEDRO
El Óbolo de San Pedro es la expresión más típica de la participación de
todos los fieles en las iniciativas del Obispo de Roma en beneficio de la Iglesia
universal. Es un gesto que no sólo tiene valor práctico, sino también una gran
fuerza simbólica, como signo de comunión con el Papa y de solicitud por las
necesidades de los hermanos; y por eso vuestro servicio posee un valor muy
eclesial.
Se trata siempre de una ayuda animada por el amor de Dios, pues el
programa del cristiano –que es el programa del buen samaritano, el programa de
Jesús– es un «corazón que ve». Este corazón ve dónde se necesita amor y actúa
en consecuencia.
Por lo tanto, el Óbolo de San Pedro es una ayuda económica que los fieles
ofrecen al Santo Padre, como expresión de apoyo a la solicitud del Sucesor de
Pedro por las múltiples necesidades de la Iglesia universal y las obras de caridad
en favor de los más necesitados.
Los donativos de los fieles al Santo Padre se emplean en obras misioneras,
iniciativas humanitarias y de promoción social, así como también en sostener las
actividades de la Santa Sede. El Papa, como Pastor de toda la Iglesia, se preocupa
también de las necesidades materiales de diócesis pobres, institutos religiosos y
fieles en dificultad (pobres, niños, ancianos, marginados, víctimas de guerra y
desastres naturales; ayudas particulares a Obispos o Diócesis necesitadas, para
la educación católica, a prófugos y emigrantes, etc.).
El criterio general que inspira la práctica del Óbolo se remonta a la
Iglesia primitiva. La base primaria para el sostenimiento de la Sede Apostólica
está representada por los donativos que espontáneamente hacen los católicos de
todo el mundo, y eventualmente también otros hombres de buena voluntad. Esto
corresponde a la tradición que tiene origen en el Evangelio (cf. Lc 10,7) y en las
enseñanzas de los Apóstoles (cf. 1 Co 9,11).
FINAL DE CURSO
Estamos ya a final de curso. Parece mentira que este curso pastoral esté
ya acabando, el cual lo comenzábamos en la Asamblea parroquial de septiembre,
donde se aprobaban las propuestas de trabajo para el año.
Ha sido un curso intenso. Su lema «Conociendo a Jesús, gozamos de
su presencia» ha jalonado todas las actividades, incidiendo especialmente en
la formación y en la oración. Por otro lado, ha sido un año con sabor teresiano,
peregrinando al Convento de San José de Beas de Segura, fundado por Santa Teresa
de Jesús. Se ha creado el grupo de Pastoral de la Salud y hemos iniciado una página
web (www.parroquiavillargordo.es). En todo esto hemos seguido el plan diocesano
de pastoral para este curso, con el tema «La alegría que renace de Jesucristo».
El Consejo pastoral se ha reunido los pasados días 25 y 26 para revisar el
curso y señalar las líneas fundamentales para el curso próximo. El Señor Jesús,
Buen Pastor, bendiga todas nuestras actividades y proyectos, nuestros anhelos
y esperanzas, para que se vaya construyendo cada vez más nuestra comunidad
parroquial, con la participación y responsabilidad de todos.
30 de junio 11,30: Misa de enfermos
18,00: Catequistas
3 de julio 10,00: Comunión de enfermos
5 de julio DOMINGO 14º DEL TIEMPO ORDINARIO.
Cáritas.
Jornada de Responsabilidad en el tráfico.
2. Primera lectura
Lectura del libro de la Sabiduría (1,13-15;2,23-24)
Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo los vivientes. Todo lo creó para que
subsistiera; las criaturas del mundo son saludables: no hay en ellas veneno de muerte,
ni el abismo impera en la tierra. Porque la justicia es inmortal. Dios creó al hombre
para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser; pero la muerte entró en el
mundo por la envidia del diablo; y los de su partido pasarán por ella.
Salmo
Salmo 29
R/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R/.
Tañed para el Señor, fieles suyos,
dad gracias a su nombre santo;
su cólera dura un instante;
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo. R/.
Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor, socórreme.
Cambiaste mi luto en danzas.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R/.
Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (8,7.9.13-15)
Ya que sobresalís en todo: en la fe, en la palabra, en el conocimiento, en el empeño
y en el cariño que nos tenéis, distinguíos también ahora por vuestra generosidad.
Porque ya sabéis lo generoso que fue nuestro Señor Jesucristo: siendo rico, se hizo
pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza. Pues no se trata de aliviar
a otros, pasando vosotros estrecheces; se trata de igualar. En el momento actual,
vuestra abundancia remedia la falta que ellos tienen; y un día, la abundancia de
ellos remediará vuestra falta; así habrá igualdad. Es lo que dice la Escritura: «Al que
recogía mucho no le sobraba; y al que recogía poco no le faltaba.»
Evangelio
Lectura del Evangelio según san Marcos (5,21-43)
En aquel tiempo Jesús atravesó de nuevo a la otra orilla, se le reunió mucha gente
a su alrededor, y se quedó junto al lago. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se
llamaba Jairo, y al verlo se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña
está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva.» Jesús
se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer
que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían
sometido a toda clase de tratamientos y se había gastado en eso toda, su fortuna;
pero en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose
por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el
vestido, curaría. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias y notó que
su cuerpo estaba curado. Jesús, notando que, había salido fuerza de él, se volvió
en seguida, en medio le la gente, preguntando: «¿Quién me ha tocado el manto?»
Los discípulos le contestaron: «Ves como te apretuja la gente y preguntas: "¿quién
me ha tocado?"» Él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer
se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a
los pies y le confesó todo. Él le dijo: «Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con
salud.» Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga
para decirle: «Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?» Jesús
alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «No temas; basta
que tengas fe.»No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y
Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró
el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos. Entró y les dijo: «¿Qué
estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida.» Se reían
de él. Pero él los echó fuera a todos, y con el padre y la madre de la niña y sus
acompañantes entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: «Talitha
qumi (que significa: contigo hablo, niña, levántate).» La niña se puso en pie
inmediatamente y echó a andar –tenía doce años–. Y se quedaron viendo visiones.
Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.
"NoshicisteSeñor,parati,
ynuestrocorazón
estáinquieto,
hastaquedescanseenTi."
REFLEXIÓN
En este domingo en el que Jesús nos recuerda que Él siempre está cercano
para ayudarnos, nos da una lección de amor y vida. El Evangelio describe, la
resurrección de la hija de Jairo y la curación –inesperada—de la hemorroísa.
Por eso, celebremos, con alegría todos estos signos que Jesús nos muestra para
entender mejor su misión redentora.
Jesús de Nazaret nos pide, que hoy y siempre, usemos el amor para ayudar a los
hermanos. Pongamos nuestra fe en Él y nos dará los que nos haga falta.