Gribbin, John. - Historia de la ciencia, 1543-2001 [EPL-FS] [2019].pdf
Los molusco: Indicadores de un pasado marino en el Orituco.
1. Los moluscos: Indicadores de un pasado
marino en los valles del Orituco.
Por:
Los moluscos: Indicadores de un pasado
marino en los valles del Orituco.
Altagracia de Orituco, 28 enero 2016
Por: Guariguata V. Carlos A.
Los moluscos: Indicadores de un pasado
marino en los valles del Orituco.
2. Los moluscos
marino en los valles del Orituco
moluscos extintos actualmente y representativos del Ordovícico, periodo geológico
entre los 500 millones de años, donde su morfología y atributos naturales se sigue apreciando con
bastante claridad a través de la observación de impresiones o moldes que dejan sus partes duras,
así como los restos completos que se han encontrad
naturaleza calcárea ante el intercambio de partículas minerales del sustratos donde se
encontraban para ser transformado en piedra (
parte de los estratos de las rocas sed
conocemos como fósil (restos, impresiones, huellas o moldes de sociedades de animales y
vegetales que se han conservados de manera natural hasta nuestros días
las formas más ingeniosa en que la madre naturaleza nos permite posteriormente encontrarlos
para ser conocidos, evaluados e ir documentando
Sin embargo, hay que hacer notar, que al referirnos a esta especie de invertebrados nos estamos
adentrando en el fantástico mundo marino, donde las aguas
superficies terrestre, ante lo cual cabe preguntarse ¿Estuvo esta región geográfica del Guárico
alguna vez bajo las aguas marinas? Pues, si lo estuvo, los valles del Ori
utilizada por los primeros asentamientos humanos para identificar su espacio de convivencia, que
en la actualidad comprende las parroquias: San Rafael, Lezama, Macaira, Soublette, Paso Real de
Macaira y Altagracia, integrantes del
sobre la superficie terrestre, tal como lo conocemos en la actualidad.
Los moluscos: Indicadores de un pasado
marino en los valles del Orituco
Por: Guariguata V. Carlos A
Guariguata2767@gmail.com
Los moluscos no solo han sido reconocidos como
representantes de una diversidad incalculable
dentro de las especies marinas, en cuanto a su
variabilidad biológica y rasgos característicos, a lo
largo de toda la historia terrestre, sino que, se
han mantenido como un legado del pasado para
constituirse en una herramienta clave que
permita documentar el proceso de
transformación y evolución que ha
experimentado nuestro planeta, al igual que el
entorno poblacional que habitamos.
En la actualidad, a pesar del tiempo transcurrido,
podemos encontrar una variada gama de
moluscos extintos actualmente y representativos del Ordovícico, periodo geológico
entre los 500 millones de años, donde su morfología y atributos naturales se sigue apreciando con
bastante claridad a través de la observación de impresiones o moldes que dejan sus partes duras,
así como los restos completos que se han encontrados, presentando la pérdida total de su
naturaleza calcárea ante el intercambio de partículas minerales del sustratos donde se
encontraban para ser transformado en piedra (petrificación) que posteriormente constituirán
parte de los estratos de las rocas sedimentarias, dando paso consecutivamente a lo que
restos, impresiones, huellas o moldes de sociedades de animales y
vegetales que se han conservados de manera natural hasta nuestros días). Representando
en que la madre naturaleza nos permite posteriormente encontrarlos
para ser conocidos, evaluados e ir documentando el pasado de nuestro entorno geológico.
Sin embargo, hay que hacer notar, que al referirnos a esta especie de invertebrados nos estamos
dentrando en el fantástico mundo marino, donde las aguas colonizaron
terrestre, ante lo cual cabe preguntarse ¿Estuvo esta región geográfica del Guárico
alguna vez bajo las aguas marinas? Pues, si lo estuvo, los valles del Orituco, expresión coloquial
utilizada por los primeros asentamientos humanos para identificar su espacio de convivencia, que
en la actualidad comprende las parroquias: San Rafael, Lezama, Macaira, Soublette, Paso Real de
Macaira y Altagracia, integrantes del municipio José Tadeo Monagas, no siempre estuvo asentado
sobre la superficie terrestre, tal como lo conocemos en la actualidad.
Indicadores de un pasado
marino en los valles del Orituco.
Por: Guariguata V. Carlos A
Guariguata2767@gmail.com
Los moluscos no solo han sido reconocidos como
representantes de una diversidad incalculable
dentro de las especies marinas, en cuanto a su
ariabilidad biológica y rasgos característicos, a lo
largo de toda la historia terrestre, sino que, se
han mantenido como un legado del pasado para
constituirse en una herramienta clave que
permita documentar el proceso de
transformación y evolución que ha
experimentado nuestro planeta, al igual que el
entorno poblacional que habitamos.
En la actualidad, a pesar del tiempo transcurrido,
podemos encontrar una variada gama de
moluscos extintos actualmente y representativos del Ordovícico, periodo geológico que oscila
entre los 500 millones de años, donde su morfología y atributos naturales se sigue apreciando con
bastante claridad a través de la observación de impresiones o moldes que dejan sus partes duras,
os, presentando la pérdida total de su
naturaleza calcárea ante el intercambio de partículas minerales del sustratos donde se
) que posteriormente constituirán
imentarias, dando paso consecutivamente a lo que
restos, impresiones, huellas o moldes de sociedades de animales y
). Representando una de
en que la madre naturaleza nos permite posteriormente encontrarlos
el pasado de nuestro entorno geológico.
Sin embargo, hay que hacer notar, que al referirnos a esta especie de invertebrados nos estamos
colonizaron parte de nuestras
terrestre, ante lo cual cabe preguntarse ¿Estuvo esta región geográfica del Guárico
tuco, expresión coloquial
utilizada por los primeros asentamientos humanos para identificar su espacio de convivencia, que
en la actualidad comprende las parroquias: San Rafael, Lezama, Macaira, Soublette, Paso Real de
municipio José Tadeo Monagas, no siempre estuvo asentado
3. Pruebas irrefutables:
Las otras pruebas a que hago referencia son los fósiles encontrados de equinodermos, vertebrados
pisciformes, plantas, corales y moluscos, siendo estos últimos los de mayor pluralidad y
persistencia en todo este extenso territorio ori
fósil, ofreciendo con su presencia un importante tema de carácter paleontológico, que estaría
sentando las bases científicas para que en un futuro no muy lejano se recree el hábitat marina de
esta región.
Cefalópodos los de mayor abundancia en el Orituco.
El filum de los moluscos son los que más han predominado en las
colecciones particulares de algunas familias del Orituco. Apreciándose
a unas especies que básicamente pertenecen al pasado los
cefalópodos (del griego (
literalmente pies en la cabeza), siendo la subclase
mayor abundancia y los más diferenciados de las muestras,
seguidamente, con pocas representación en relación con los
bivalvos, se presentan los gasterópodos (caracoles) especies de
menor registro y análisis, pero todos ellos conforman nutridas
colonias o conglomerados en las estructuras de las rocas
sedimentarias examinados en toda la geografía monaguense.
La providencia enmarca los hallazgos.
A pesar de que en los valles del Orituco, los fósiles de molusco son los
más característicos, el encontrarse a uno de ellos es exclusivamente
asignado a la suerte y a lo fortuito del caso, pero lo cierto de lograr es
maravillosa, es lo tortuoso del camino que hay que emprender para alcanzar ese objetivo,
primeramente superar grandes distancias a ciegas, sin tener la menor idea de donde están, solo
aferrado a la providencia de tropezarse con uno,
estudios y documentación. Ante esta realidad, se tiene que la mayor parte de estos fósiles
En particular dentro de la región del Orituco, existen
aspectos geológicos que dan pie a consignarlas como
pruebas irrefutable que van orientadas a reafirmar lo
dicho anteriormente. Una de ella es “El Monumento
Natural Morros de Macaira”, de formación cali
donde sus salientes o vertientes nos muestras
estructuras arrecifales, de gran valor paisajístico y
científico por pertenecer al período Cretácico Inferior
de la era Mesozoica (Zambrano 1970, M. M. H. 1970)
al igual que los otros morros presentes en
adyacentes.
Las otras pruebas a que hago referencia son los fósiles encontrados de equinodermos, vertebrados
pisciformes, plantas, corales y moluscos, siendo estos últimos los de mayor pluralidad y
persistencia en todo este extenso territorio orituqueño a la hora de encontrarse y observar un
fósil, ofreciendo con su presencia un importante tema de carácter paleontológico, que estaría
sentando las bases científicas para que en un futuro no muy lejano se recree el hábitat marina de
falópodos los de mayor abundancia en el Orituco.
El filum de los moluscos son los que más han predominado en las
colecciones particulares de algunas familias del Orituco. Apreciándose
a unas especies que básicamente pertenecen al pasado los
el griego (kephalé), "cabeza" y (podós), "pie",
literalmente pies en la cabeza), siendo la subclase Ammonoides los de
mayor abundancia y los más diferenciados de las muestras,
seguidamente, con pocas representación en relación con los
tan los gasterópodos (caracoles) especies de
menor registro y análisis, pero todos ellos conforman nutridas
colonias o conglomerados en las estructuras de las rocas
sedimentarias examinados en toda la geografía monaguense.
La providencia enmarca los hallazgos.
A pesar de que en los valles del Orituco, los fósiles de molusco son los
más característicos, el encontrarse a uno de ellos es exclusivamente
asignado a la suerte y a lo fortuito del caso, pero lo cierto de lograr esta experiencia única y
maravillosa, es lo tortuoso del camino que hay que emprender para alcanzar ese objetivo,
primeramente superar grandes distancias a ciegas, sin tener la menor idea de donde están, solo
aferrado a la providencia de tropezarse con uno, posteriormente el tiempo invertido para su
estudios y documentación. Ante esta realidad, se tiene que la mayor parte de estos fósiles
En particular dentro de la región del Orituco, existen
aspectos geológicos que dan pie a consignarlas como
pruebas irrefutable que van orientadas a reafirmar lo
dicho anteriormente. Una de ella es “El Monumento
Natural Morros de Macaira”, de formación calizas,
donde sus salientes o vertientes nos muestras
estructuras arrecifales, de gran valor paisajístico y
científico por pertenecer al período Cretácico Inferior
(Zambrano 1970, M. M. H. 1970)
al igual que los otros morros presentes en la zonas
Las otras pruebas a que hago referencia son los fósiles encontrados de equinodermos, vertebrados
pisciformes, plantas, corales y moluscos, siendo estos últimos los de mayor pluralidad y
tuqueño a la hora de encontrarse y observar un
fósil, ofreciendo con su presencia un importante tema de carácter paleontológico, que estaría
sentando las bases científicas para que en un futuro no muy lejano se recree el hábitat marina de
ta experiencia única y
maravillosa, es lo tortuoso del camino que hay que emprender para alcanzar ese objetivo,
primeramente superar grandes distancias a ciegas, sin tener la menor idea de donde están, solo
posteriormente el tiempo invertido para su
estudios y documentación. Ante esta realidad, se tiene que la mayor parte de estos fósiles
4. encontrados en nuestra región, son productos de actividades de recreación, trabajo del campo y
actividades de cazas, donde las personas fortuitamente al acceder a una montaña, ríos o al valle
maravillosamente pueden toparse superficialmente con una muestra de ellos.
La Curiosidad corre por las venas a la hora de investigar.
Aún mantengo el trabajo investigativo sobre los fósiles en la región del Orituco, cuando me inicie
con la curiosidad corriendo por mis venas a los 15 años, fijé mi mirada hacia los valles, mesetas y
montañas que circundan esta geografía, con morral en el hombro ajuste mis pies a lo recóndito y
exuberante lugares a que me han llevados y he tenido la oportunidad de poder compartir mis
ideas e investigación con los compañeros José Luis Mora y Jorge Castillo que han obtenido la
ocasión en su vida de nutrirse en el interés por escudriñar este fascinante mundo de los fósiles en
pro del rescate y resguardo de las especies encontradas, contribuyendo al igual que muchos otros
en armar todo un legado a las generaciones futuras, de dar a conocer lo curioso, lo enigmático y
las riquezas científicas que se encuentran en la geografía orituqueña e impulsar el valor de la
ciencias en los jóvenes de la localidad. El de poder responder satisfactoriamente la interrogante
que muchos me han hechos llegar referente a: ¿Estuvo alguna vez los valles del Orituco bajos las
aguas marinas?