2. Caries de surcos y fisuras:
Son las más
frecuentes. Aparecen
en los surcos y fisuras
de los dientes, en las
zonas próximas a ellos
y en aquéllas de más
difícil acceso para el
cepillo y en las que,
como consecuencia,
las bacterias se
acumulan y proliferan.
3. Caries de superficies lisas:
Se sitúan entre dos
dientes contiguos, una
zona en la que se
concentran partículas
de alimento si no se
uso hilo dental. Para
diagnosticar este tipo
de caries, suele ser
necesario utilizar rayos
X.
4. Caries del borde de la encía:
Están situadas bajo el
reborde la encía.
Cuando se forma la
placa, la encía se irrita
y se separa del diente.
Ello facilita el nuevo
crecimiento de la placa,
que se extiende al área
expuesta y puede dar
lugar a una caries.
5. Caries de las raíces:
Son más frecuentes en
personas de edad
avanzada, con mala higiene
dental y que no limpian la
placa. Esta crece e irrita la
encía. Con el tiempo, la
encía sufre tal retracción
que la raíz queda expuesta
y es más susceptible al
ataque de las bacterias. La
caries de raíz es diferente
de las de corona, que al
crecer penetran en aquella.
6. Caries del biberón:
El azúcar de los líquidos en
contacto prolongado con los
dientes produce caries. Si el
niño está constantemente
tomando biberón o se le deja
por la noche porque es la
única manera de que se quede
dormido, el azúcar se queda
en los dientes y entonces las
bacterias que habitualmente
residen en la boca, convierten
el azúcar en ácido. Este ácido
va disolviendo gradualmente el
esmalte, que en el caso de los
dientes de leche, son de una
densidad inferior a una
cáscara de huevo, y es ahí
donde comienza la caries.
7. Caries del biberón:
El azúcar de los líquidos en
contacto prolongado con los
dientes produce caries. Si el
niño está constantemente
tomando biberón o se le deja
por la noche porque es la
única manera de que se quede
dormido, el azúcar se queda
en los dientes y entonces las
bacterias que habitualmente
residen en la boca, convierten
el azúcar en ácido. Este ácido
va disolviendo gradualmente el
esmalte, que en el caso de los
dientes de leche, son de una
densidad inferior a una
cáscara de huevo, y es ahí
donde comienza la caries.