1. DECÁLOGO DE LA BUENA ALIMENTACIÓN DEL ATLETA
• El desayuno es la comida más importante del día. Debe ser adecuado
y abundante.
• No comer entre horas. No es necesario y se suelen tomar cosas sin
valor nutricional.
• Hay que beber mucha agua, aunque no se tenga sed, antes, durante y
después del entrenamiento.
• El deportista gasta mucha energía y debe comer lo suficiente para
reponerla. Pero cuando no entrenas o estás lesionado, debes rebajar la
ingestión calórica.
• La base de la buena nutrición es entre el 50 - 60% de las calorías
diarias en forma de hidratos de carbono (azúcares complejos), un 15%
proteínas y el resto grasa.
• No tomar salsas con mucha grasa, ni demasiados alimentos fritos. Los
productos lácteos, mejor desnatados.
• Los suplementos vitamínicos y minerales no son necesarios, si se
comió lo necesario en cantidad y con la calidad nutricional adecuada.
• Dejar siempre suficiente tipo para la digestión, antes de entrenar, sobre
todo tras comidas abundantes y cuando se va a hacer ejercicio de
cierta intensidad.
• Salir siempre bien hidratados a las competiciones pero con el
estómago vacío. La fruta (salvo los plátanos) al ser cruda, tarda
bastante en digerirse.
• No hay alimentos "mágicos". Come de todo, pero con la moderación
adecuada a tu condición de deportista. En la variedad está la salud.