Cristo nos invita a que le amemos con toda nuestra vida; con todo nuestro corazón, inteligencia y ser. Impulsados por ese amor al Señor le podremos encontrar y ver, también, en nuestros hermanos. De esta forma lograremos amar a Dios en nuestros hermanos seguros de que eso vale más que mil sacrificios y renuncias. Esa es la mejor forma de estar más cerca del Reino de los cielos.
Un abrazo y que Dios nos bendiga.
Luis J. Balvín Díaz
Cristo nos invita a que le amemos con toda nuestra vida; con todo nuestro corazón, inteligencia y ser.
1. Primera Lectura: de la profecía de Oseas (14,2-10):
Salmo Responsorial: Sal 80,6c-8a.8bc-9.10-11ab.14.17
R/. Yo soy el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz
Evangelio: san Marcos (12,28b-34):
¡Amor a Dios es amor al
prójimo!
Viernes de la 3ª semana de
Cuaresma
Cuando falta Dios, desaparece la paz
dentro y fuera del hombre,
Autor: Rodrigo Parra | Fuente: Catholic.net
2. Primera lectura
Lectura del libro de la profecía de Oseas (14,2-10):
Así dice el Señor: «Israel, conviértete al Señor Dios tuyo, porque
tropezaste por tu pecado. Preparad vuestro discurso, volved al
Señor y decidle: "Perdona del todo la iniquidad, recibe benévolo el
sacrificio de nuestros labios. No nos salvará Asiria, no montaremos
a caballo, no volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras
manos. En ti encuentra piedad el huérfano." Yo curaré sus
extravíos, los amaré sin que lo merezcan, mi cólera se apartará de
ellos. Seré para Israel como rocío, florecerá como azucena,
arraigará como el Líbano. Brotarán sus vástagos, será su esplendor
como un olivo, su aroma como el Líbano. Vuelven a descansar a su
sombra: harán brotar el trigo, florecerán como la viña; será su fama
como la del vino del Líbano. Efraín, ¿qué te importan los ídolos? Yo
le respondo y le miro: yo soy como un ciprés frondoso: de mí
proceden tus frutos. ¿Quién es el sabio que lo comprenda, el
prudente que lo entienda? Rectos son los caminos del Señor: los
justos andan por ellos, los pecadores tropiezan en ellos.»
¡Es palabra de Dios! ¡Te alabamos Señor !
3. Salmo
Sal 80,6c-8a.8bc-9.10-11ab.14.17
R/. Yo soy el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz
Oigo un lenguaje desconocido:
«Retiré sus hombros de la carga,
y sus manos dejaron la espuerta.
Clamaste en la aflicción, y te libré. R/.
Te respondí oculto entre los truenos,
te puse a prueba junto a la fuente de Meribá.
Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti;
¡ojala me escuchases, Israel! R/.
No tendrás un dios extraño,
no adorarás un dios extranjero;
yo soy el Señor, Dios tuyo,
que te saqué del país de Egipto. R/.
¡Ojala me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mi camino!:
te alimentaría con flor de harina,
te saciaría con miel silvestre.» R/.
4. Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,28b-34):
En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:
«¿Qué mandamiento es el primero de todos?»
Respondió Jesús: «El primero es: "Escucha, Israel, el Señor,
nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo
tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser." El
segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay
mandamiento mayor que éstos.»
El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices
que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo
con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y
amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los
holocaustos y sacrificios.»
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No
estás lejos del reino de Dios.»
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
¡Es palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!
5.
Oración
Señor Jesús, amigo y creador mío, te agradezco por
permitirme una vez más encontrarme contigo; te
agradezco por todos los dones que me concedes. Te
pido por todos aquellos que buscamos acercarnos más
a ti y por aquellos que quieren encontrar un sentido a la
vida. Pongo en tus manos todas las intenciones de mi
corazón para que por intercesión de nuestra Madre,
María, se cumpla tu amorosa Voluntad en mi vida.
Petición
Señor que al escuchar tu palabra abra mi corazón para
ponerte al centro de mi vida y que te exprese mi amor
con actos concretos de caridad a mi prójimo.
6. Meditación
La novedad de Jesús consiste, esencialmente, en el hecho de
que Él mismo "llena" los mandamientos con el amor de Dios,
con la fuerza del Espíritu Santo que habita en Él. Y nosotros, a
través de la fe en Cristo, podemos abrirnos a la acción del
Espíritu Santo, que nos hace capaces de vivir el amor divino.
Por este motivo, todo precepto se hace verdadero como
exigencia de amor, y todos se reúnen en un mandamiento único:
ama a Dios con todo el corazón y ama al prójimo como a ti
mismo. "El amor es la plenitud de la Ley", escribe san Pablo.
Ante esta exigencia, por ejemplo, el triste caso de los cuatro
niños gitanos, fallecidos la pasada semana en las afueras de
esta ciudad, en su barraca quemada, exige preguntarnos si una
sociedad más solidaria y fraterna, más coherente en el amor, es
decir, más cristiana, no habría podido evitar esta tragedia. Y esta
pregunta es válida para otros muchos acontecimientos
dolorosos, más o menos conocidos, que acontecen
cotidianamente en nuestras ciudades y en nuestros
países. (Benedicto XVI, 13 de febrero de 2011).
7. Reflexión
Cristo nos invita a que le amemos con toda nuestra vida; con todo
nuestro corazón, inteligencia y ser. Impulsados por ese amor al
Señor le podremos encontrar y ver, también, en nuestros
hermanos. De esta forma lograremos amar a Dios en nuestros
hermanos seguros de que eso vale más que mil sacrificios y
renuncias. Esa es la mejor forma de estar más cerca del Reino de
los cielos.
Es necesario iluminar y transformar nuestra vida diaria a través de
la luz que nos brinda la verdad de la Palabra de Cristo. Ser cristiano
significa vivir con plenitud nuestra vocación al amor, pues como
decía el apóstol San Juan: “si alguno dice que ama a Dios a quien
no ve, pero odia a su hermano a quien ve, es un mentiroso” (cf. 1Jn
4, 20).
Vivamos estos días cercanos a la Semana Santa acompañando a
Cristo con nuestra oración y caridad.
Demostrémosle a Cristo nuestra Fe con el amor a nuestro prójimo .
8. Propósito
Ofreceré a Dios un pequeño sacrifico en la mesa
por aquellas personas con las que he podido tener
algún tipo de problema.
Diálogo con Cristo
Gracias Jesús porque una vez más iluminas con tu
Palabra mi vida. Te pido que yo no sea sordo a tu
voz, ni egoísta en mi vida; que sepa en todo
momento tenerte a ti como único centro de mi vida
para vivir en el servicio a mis hermanos.