En el presente ensayo expongo algunas ideas de porque la identidad de las personas y las sociedad de América Latina y Chile se está perdiendo y que de forma la tecnología y globalización influyen en ello.
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La pérdida de la identidad en la era de la globalización
1. Sociología General.
La Identidad.
¿La estamos
perdiendo?
Cátedra: Sociología General.
Docente: Rayen M. Ingles Hueche.
Alumnos/as: Mauricio E. Reyes Muñoz.
Nivel: V Semestre Servicio Social
Régimen Vespertino
Instituto Profesional Santo Tomás, Temuco
2. Instituto Profesional Santo Tomás, Carrera de Servicio Social Vespertino V Semestre año 2013
La Identidad.
¿La estamos perdiendo?
Resumen
Con la llegada de las comunicaciones de alta tecnología y las redes
sociales las personas ya no tienen una identidad propia, puesto que sus gustos y
preferencias ya no son influenciados por el lugar ni la cultura donde viven, si no
por una mezcla de culturas y estilos de vida de todo el mundo. Margaret Archer
(1988) explica a través de la Teoría Morfogenetica, que la interacción sociocultural
influye sobre las acciones de las personas, comunidades y sociedades, puesto
que esta interacción produce cambios estructurales en su forma de vida debido a
las alteraciones socioculturales. Así expresa Archer su teoría; “Así, la Elaboración
Cultural es el futuro forjado en el presente y extraído de la herencia del pasado
mediante una innovación constante” (1988: xxiv), una innovación que no se
genera cuando solo se reproduce lo que ya está hecho.
La personas tienden a interactuar con aquellos individuos de los cuales
pueden obtener alguna recompensa, ya sea esta económica, emocional, sexual,
intelectual, etc. y esto no está exento de aquellos que buscan una identidad
diferente a la de su lugar de origen, lo cual también es una recompensa. George
Homans expresa en su Teoría del Intercambio lo siguiente; “La premisa es que las
interacciones suelen continuar siempre que exista un intercambio de
recompensas. Y a la inversa, es menos probable que sigan existiendo las
interacciones que son costosas para una o ambas partes actuantes”. (Homans G.
1958).
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En la actualidad las comunicaciones y la globalización han vuelto a la
sociedad mundial una sola, ya que con un clic, una llamada o con el solo hecho de
encender el televisor podemos estar al tanto de lo que sucede al otro extremo del
planeta. En un sentido esto es positivo para el mundo y las personas ya que la
información es la fuente de recursos de los negocios, la educación, la salud, etc.
Pero, ¿Que sucede con la identidad de cada persona o comunidades cuando la
información y las comunicaciones influyen en sus vidas?, ¿Por qué las personas
tienden a interactuar con otros u otras culturas lejanas?
Con la llegada de las comunicaciones de alta tecnología y las redes
sociales las personas ya no tienen una identidad propia, puesto que sus gustos y
preferencias ya no son influenciados por el lugar ni la cultura donde viven, si no
por una mezcla de culturas y estilos de vida de todo el mundo. Margaret Archer
(1988) explica a través de la Teoría Morfogenetica, que la interacción sociocultural
influye sobre las acciones de las personas, comunidades y sociedades, puesto
que esta interacción produce cambios estructurales en su forma de vida debido a
las alteraciones socioculturales. Cuando las personas tienen la oportunidad de
interactuar con otros estilos y sistemas de vida, con el tiempo las van
internalizando en su propia forma de vivir, mezclando y copiando a tal punto en
donde no se distingue cuando comienza o donde termina su cultura e identidad.
Así expresa Archer su teoría; “Así, la Elaboración Cultural es el futuro forjado en el
presente y extraído de la herencia del pasado mediante una innovación constante”
(1988: xxiv), una innovación que no se genera cuando solo se reproduce lo que ya
está hecho.
La personas tienden a interactuar con aquellos individuos de los cuales
pueden obtener alguna recompensa, ya sea esta económica, emocional, sexual,
intelectual, etc. y esto no está exento de aquellos que buscan una identidad
diferente a la de su lugar de origen, lo cual también es una recompensa. George
Homans expresa en su Teoría del Intercambio lo siguiente; “La premisa es que las
interacciones suelen continuar siempre que exista un intercambio de
recompensas. Y a la inversa, es menos probable que sigan existiendo las
interacciones que son costosas para una o ambas partes actuantes”. (Homans G.
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1958). El hecho de interactuar es conocer y obtener esa recompensa que es la
información, nuevas tendencias, lo que está pasando afuera, más allá de lo que
vemos todos los días, buscar esa identidad que no necesariamente se encuentra
donde vivimos, porque el mundo nos une cada vez más, formando una sola
sociedad en donde los comportamientos y formas de vida son muy similares, que
en épocas anteriores se podía saber el origen de una personas o pueblo solo con
un poco de interacción.
La identidad de una persona no solo se dá viéndonos diferentes o actuando
de forma distinta, la identidad debe ser reconocida por las demás personas, debe
tener un sentido de pertenencia, un lugar de representación de donde viene la
cultura. Gilberto Giménez expresa en su investigación; Materiales Para Una Teoría
De Las Identidades Sociales, que; “Tratándose de personas, en cambio, la
posibilidad de distinguirse de los demás también tiene que ser reconocida por los
demás en contextos de interacción y de comunicación”. Es por ello que podemos
decir que la identidad copiada y solo representada en forma observable no
muestra necesariamente lo que se dice que representa, debe ser reconocida y
percibida como tal, de forma cualitativa por el resto de la sociedad.
La identidad en el mundo se está perdiendo y de esto no está exenta
Latinoamérica, tierra que fue cambiando su identidad desde que fue descubierta.
El proceso de globalización no solo tiene que ver con los grandes adelantos
de la tecnología, sino también con los cambios en las costumbres y legados
culturales, los que están desapareciendo. Latinoamérica exquisita en diversidad
de costumbres, ritos, leyendas, arquitectura y gastronomía, en donde muchos de
estas cualidades están siendo mezcladas con otras culturas o simplemente ya no
se realizan perdiendo la continuidad y quedando en el olvido, en los recuerdos de
los más ancianos.
Latinoamérica está cambiando, mezclándose, está perdiendo y agregando
matices que la van convirtiendo en algo más homogéneo al mundo, es así como
señala Jorge Larraín; “La identidad, en esta perspectiva, no es solo pasado, no es
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sólo que fuimos ni lo que somos, es también un proyecto, es la pregunta por lo
que seremos” (Larraín J. 2004).
Un ejemplo claro de como la identidad se está perdiendo en América Latina
se puede ver en las nuevas generaciones de niños y jóvenes que no están
involucrados en el aprendizaje de su idioma nativo, sino mas bien en aprender el
Inglés, el cual es el llamado idioma mundial. Pero la responsabilidad de preservar
el lenguaje nativo y toda la herencia e identidad de Latinoamérica no recae sobre
la juventud sino sobre los hombros de los Países de este, en donde se debe
generar las políticas públicas necesarias para la implementación de programas y
proyectos dirigidos a aumentar la Interculturalidad y de esta forma permitir que
futuras generaciones puedan conocer y enriquecerse la identidad de su tierra de
origen.
Chile ha vivido procesos muy fuertes en relación a su identidad como país,
desde el régimen militar, la llegada de la democracia y el capitalismo imperante de
hoy en día, que es un tema muy importante, pero más que hablar sobre Chile
como nación, el sentido es reflexionar sobre las personas que aquí interactuamos,
entre nosotros o con el mundo, y como ese proceso ha cambiado la realidad de la
identidad más bien de los jóvenes que de las generaciones más añosas. Ya
pasaron los tiempos en donde los niños jugaban a la escondida o al trompo,
juegos típicos de nuestro país hace varios años, ahora el Playstation, Nintendo Wi
o celulares con tecnología Android no pueden faltar en los hogares de los
chilenos, y esto debido a la Globalización y los tratados de libre comercio, que
marcan tendencia a tal extremo que fijan estilos de vida e identidad en la
personas, las que en algunos casos se llevan para toda la vida. Esto ha generado
que no se exprese realmente cuales son las bases de nuestra esencia chilena,
que es el campo, los juegos y la comida típica, si bien celebramos el 18 de
septiembre (Fiestas Patrias), este no es como debería ser, porque más que hacer
lo típico chileno, está enfocado en un negocio que simboliza el capitalismo y
globalización imperantes en nuestro país.
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Otro aspecto de la pérdida de identidad en nuestro país, es como vemos a
la raza Mapuche, desterrada y pisoteada por el Huinca (Chileno) quien no
reconoce que al mapuche que vive aquí desde cientos de años antes de la llegada
de los españoles, pero sin embargo se le degrada y acorrala asfixiando su cultura
y tradiciones, donde no existen espacios para la interculturalidad, para el
desarrollo del conocimiento, en aspectos como la medicina, la gastronomía y la
lengua Mapuche la cual se enseña de forma ineficiente en algunas escuelas del
sur de Chile.
Nuestro país y las personas que aquí vivimos estamos cambiando nuestra
identidad, las pregunta es ¿será en un aspecto positivo? ¿O la identidad se
perderá a tal instancia que ser chileno no será un motivo de celebración?
En conclusión, a pesar de que la perdida de la identidad y los nuevos
modelos que se están instaurando en la sociedad en general, en las personas,
comunidades, países y continentes es inminente debido a la constante relación
entre los individuos, a través de las innovadoras formas de comunicación e
interacción multimedia, es deber de todos conservar un poco de esa identidad
original que nos representa y nos hace diferentes ante los demás, ya que es eso lo
único que nos ayudará a explicar de dónde somos, quienes fueron nuestros
antepasados, cuáles son nuestras tradiciones o simplemente quien soy como
persona a las nuevas generaciones, las cuales se harán estas mismas preguntas
que son esenciales para entendernos a nosotros mismos del porque de nuestra
realidad actual y futura.