Las escuelas de educación básica deben ofrecer 200 días de clases al año con maestros puntuales. El material didáctico debe estar disponible para que los maestros enseñen de manera metódica y logren la participación total de los alumnos, quienes deben llegar puntualmente a clase para fortalecer habilidades como la lectura, escritura y matemáticas según su grado.