El documento describe los rasgos de la normalidad mínima que deben seguir las escuelas y el personal docente. Estos incluyen dar servicio educativo todos los días programados, asegurar que siempre haya un docente frente a grupo, iniciar actividades a tiempo, requerir que los alumnos asistan puntualmente y cuenten con materiales, usar el tiempo de clases para aprendizaje, diseñar actividades que fomenten la participación, y garantizar que todos los alumnos aprendan lectura, escritura y matemáticas para su grado.