El documento discute el crecimiento continuo de la educación superior en América Latina, con aproximadamente 1.3 millones de estudiantes que se gradúan anualmente, representando el 31% de la población joven. Se proyecta que para 2025, a este ritmo de crecimiento, el 70% de los jóvenes en edad universitaria estarán matriculados. Sin embargo, este aumento de estudiantes no necesariamente es positivo y ha traído consecuencias como tasas más altas de deserción y repetición, así como una mayor inequidad