2. El 23 de septiembre dijo en
parte de su homilía:
“Las palabras que Jesús decía
sonaban nuevas, como “nueva”
aparecía la autoridad de quien
las pronunciaba. Palabras que
tocaban el corazón
y en las cuales tantos percibían
“la fuerza de la salvación”
que anunciaban. Por esta razón,
las muchedumbres seguían a
Jesús.
Pero también estaban aquellos
que lo seguían “por
conveniencia”,
sin demasiada pureza de
corazón,
tal vez sólo por las
“ganas de ser más buenos”.
3. En dos mil años no es que este escenario
haya cambiado mucho. También hoy
muchos escuchan a Jesús como aquellos
nuevos leprosos del Evangelio que,
“felices” con su nueva salud, “se olvidaron
de Jesús” que se las había devuelto.
4. “Pero Jesús seguía hablando a la gente y amaba a la gente,
amaba a la muchedumbre hasta tal punto que dice:
‘Estos que me siguen, esa muchedumbre inmensa, son mi madre y
mis hermanos,
son éstos’. Y explica:
‘Quienes escuchan la Palabra de Dios, la ponen en práctica’.
5. Estas son las dos condiciones
para seguir a Jesús:
escuchar la Palabra de Dios
y ponerla en práctica.
6. Esta es la vida cristiana, nada más,
¡eh! Simple, simple.
Tal vez nosotros la hayamos hecho un poco
difícil, con tantas explicaciones que nadie
entiende,
pero la vida cristiana es así:
escuchar la Palabra de Dios y ponerla en
práctica”.
7. He aquí porqué –como lo describe el pasaje del Evangelio
de Lucas– Jesús replica a quien le refería que sus parientes
lo estaban buscando:
“Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la
palabra de Dios y la ponen en práctica”.
8. Y para escuchar la Palabra de Dios, la Palabra de Jesús basta abrir
la Biblia,
el Evangelio. Pero estas páginas no deben ser leídas, sino
escuchadas. “Escuchar la Palabra de Dios es leer eso y decir:
‘¿Pero qué me dice a mí esto, a mi corazón? ¿Qué me está
diciendo Dios a mí, con esta palabra?”. Y nuestra vida cambia”.
…esto es escuchar la Palabra de Dios, escucharla con los oídos y
escucharla con el corazón. Abrir el corazón a la Palabra de Dios”.
9. “Los enemigos de Jesús escuchaban la Palabra de Jesús,
pero estaban cerca de él para tratar de encontrar una
equivocación,
para hacerlo patinar, y para que perdiera autoridad.
Pero jamás se preguntaban:
“¿Qué cosa me dice Dios a mí en esta Palabra?”.
…“El Evangelio ha sido escrito para cada uno de nosotros”.
10. Ciertamente, poner después en
práctica lo que se ha escuchado
“no es fácil”, porque
“es más fácil vivir
tranquilamente sin preocuparse
de las exigencias de la Palabra
de Dios”.
Pistas concretas para hacerlo son
los Mandamientos y las
Bienaventuranzas.
Contando siempre con la ayuda
de Jesús, incluso cuando nuestro
corazón escucha y hace de
cuenta que no comprende. Él,
“es misericordioso y perdona a
todos”, “espera a todos, porque
es paciente”.
11. “Jesús recibe a todos, también a aquellos que van a escuchar la
Palabra de Dios y que después lo traicionan. Pensemos en Judas:
‘Amigo’, le dice, en aquel momento en que Judas lo traiciona.
El Señor siempre siembra su Palabra, sólo pide un corazón abierto
para escucharla y buena voluntad para ponerla en práctica”.
12. Por esto, “que la oración de hoy sea la del
Salmo:
‘Guíame Señor por la senda de tus
mandamientos’,
es decir por la senda de tu Palabra,
y para que yo aprenda
con tu guía a ponerla en práctica”.
13. El 25 de septiembre
dijo en parte de su homilía:
…“Jesús, "regañó mucho" a los
que se jactaban.
Para los doctores de la ley,
decía que no deben
"pasearse por las plazas" con
"ropa de lujo" como "príncipes".
Cuando tú rezas, ponía en
guardia el Señor: "por favor, no
te hagas ver,
no reces porque te vean”,
“ora en secreto, entra en tu
cuarto”.
Lo mismo, se debe hacer cuando
ayudas a los pobres:
"No toques trompeta, hazlo a
escondidas.
El Padre lo ve, es suficiente".
14. “El vanidoso: …vive para aparentar.
‘Cuando ayunes –les dice el Señor a éstos– por favor no te
hagas el melancólico, el triste, para que todos se den
cuenta.
Haz penitencia con alegría, para que nadie se dé cuenta.
Y la vanidad es así: es para aparentar, vivir para hacerse
ver”.
15. "Los cristianos que viven así
para aparentar, por la vanidad,
parecen pavos, se pavonean”.
Se dice “yo soy cristiano,
yo soy familiar de aquel cura,
de aquella monja, de ese
obispo,
mi familia es una familia
cristiana”. "Se jactan".
Pero ¿tu vida con el Señor?
¿Cómo rezas? Tu vida con las
obras de misericordia, ¿cómo
va?
¿Visitas a los enfermos?”.
16. Es por esto que Jesús “nos dice que debemos construir nuestra
casa, es decir, nuestra vida cristiana sobre la roca, en la verdad".
En cambio, "los vanidosos construyen la casa sobre la arena y la
casa cae,
la vida cristiana se cae, resbala, porque no es capaz de resistir a
las tentaciones".
17. "Cuántos cristianos viven para
aparentar.
Su vida parece como una burbuja
de jabón. ¡Es hermosa la burbuja
de jabón!
¡Con todos los colores que tiene!
Pero dura un segundo y luego
¿qué? También cuando nos
fijamos en algunos monumentos
fúnebres,
pensamos que es vanidad,
porque la verdad es volver a la
tierra desnuda, como decía el
Siervo de Dios Pablo VI.
18. Nos espera la tierra desnuda, ésta es nuestra verdad final.
Mientras tanto ¿me enorgullezco o hago algo?
¿Hago el bien? ¿Busco a Dios? ¿Rezo? …
19. …"La vanidad, siembra un mal malestar, quita la paz.
Es como aquellas personas que se maquillan mucho
y luego temen que la lluvia les quite todo”.
"No nos da paz la vanidad sólo la verdad nos da la paz".
20. La única roca sobre la que construimos nuestra vida es Jesús.
"Y pensamos en esta propuesta del diablo, del demonio,
que también tentó a Jesús en el desierto: la vanidad" y le dijo al
Señor
"ven conmigo, subamos al templo, hagamos el espectáculo; te tiras
abajo y todos creemos en ti". El diablo había presentado a Jesús
"la vanidad en una bandeja". La vanidad, "es una enfermedad
espiritual muy grave".
21. "los Padres egipcios del desierto
decían que la vanidad es una
tentación contra la que hay que
luchar toda la vida,
porque siempre vuelve a sacarnos
la verdad. Y para entender esto
decían es como la cebolla. La
agarras y la empiezas a pelar. Y
pelas la vanidad hoy,
un poco de vanidad mañana y toda
la vida pelando la vanidad para
vencerla.
Y al final eres feliz:
me quité la vanidad, pelé la
cebolla,
pero el olor se queda en tu mano.
Pidamos al Señor la gracia de no
ser vanidosos, de ser verdaderos,
con la verdad de la realidad
y del Evangelio”.
22. El 26 de septiembre dijo en parte de su homilía:
“No se puede comprender a Cristo Redentor sin la cruz,
sin que esté dispuesto a llevarla con Jesús”. Cristiano es igual a
“cireneo”.
El hecho de tener fe está en esta identificación: se pertenece a Jesús
si se sostiene con Él el peso de la Cruz. De lo contrario se recorre
una vía “buena” aparentemente, pero no “verdadera”.
23. ...Es ésta, la “pedagogía” que Jesús utiliza para
“preparar los corazones de los discípulos, los corazones de la
gente,
para comprender este Misterio de Dios”.
24. “Es tanto el amor de Dios, es tan feo el pecado,
que Él nos salva así: con esta identidad en la Cruz.
No se puede comprender a Jesucristo Redentor sin la Cruz:
¡no se lo puede comprender! Podemos llegar a pensar que es un
gran profeta, hace cosas buenas, que es un santo.
Pero a Cristo Redentor sin la Cruz no se lo puede comprender.
25. Y los corazones de los discípulos, los corazones de la gente no
estaban preparados para entenderlo. No habían entendido las
Profecías,
no habían entendido que, precisamente era Él,
el Cordero para el sacrificio. La gente no estaba preparada”.
26. Sólo el Domingo de Ramos Cristo permite a la muchedumbre
que diga
“más o menos” su identidad, con ese
“Bendito Aquel que viene en el nombre del Señor” . Y esto
porque dijo, “si esta gente no grita, ¡gritarán las piedras!”.
27. …“Poco a poco”, Jesús nos “prepara para entenderlo bien”.
Nos “prepara para que lo acompañemos con nuestras cruces en
su camino hacia la redención”.
28. “Nos prepara a que seamos
cireneos para ayudarlo a llevar la
Cruz.
Y nuestra vida cristiana sin esto no
es cristiana.
…‘Jesús es el gran profeta,
también nos ha salvado.
¡Tú con Él! Recorriendo el mismo
camino. También nuestra identidad
de cristianos debe ser custodiada y
no crean que ser cristianos es un
mérito,
es un camino espiritual de
perfección.
No es un mérito, es pura gracia”.
29. El 27 de septiembre dijo con
ocasión del congreso eucarístico:
…"hoy hay una gran falta de
esperanza en el mundo, por ello la
humanidad necesita escuchar el
mensaje de nuestra esperanza en
Jesucristo.
30. La Iglesia proclama este mensaje con ardor renovado,
utilizando nuevos métodos y nuevas expresiones.
Con el espíritu de la ‘nueva evangelización’, la Iglesia lleva este
mensaje a todos y, en especial, a los que, aun habiendo sido
bautizados,
se han alejado de la Iglesia y viven sin referencia a la vida
cristiana".
31. El 28 de septiembre dijo: …"los ancianos, los abuelos tienen una
capacidad para comprender las situaciones más difíciles: ¡una gran
capacidad!
Y cuando rezan por estas situaciones, su oración es más fuerte ¡es
poderosa!"
32. "a los abuelos, que han recibido la bendición de ver a los hijos de sus
hijos,
se les ha confiado una gran tarea: transmitir la experiencia de la vida,
la historia de una familia, de una comunidad, de un pueblo;
compartir con sencillez una sabiduría, y la misma fe: ¡el legado más
precioso!
¡Felices esas familias que tienen a los abuelos cerca!"
33. "El abuelo es padre dos
veces y la abuela es madre
dos veces. Y en aquellos
países donde la
persecución religiosa ha
sido cruel, pienso por
ejemplo en Albania…en
aquellos países han sido
los abuelos los que
llevaban a los niños a
bautizar a escondidas, los
que les dieron la fe ¡Qué
bien actuaron! ¡Fueron
valientes en la persecución
y salvaron la fe en esos
países!"
34. "no siempre el anciano, el abuelo, la abuela, tiene una familia que
puede acogerlo.
Y entonces bienvenidos los hogares para los ancianos...
con tal de que sean verdaderos hogares, y ¡no prisiones!
¡Y que sean para los ancianos y no para los intereses de otras personas!
No debe haber institutos donde los ancianos vivan olvidados, como
escondidos, descuidados".
35. “Me siento cerca de los numerosos ancianos que viven en estos
institutos,
y pienso con gratitud en los que los van a visitar y los cuidan.
36. …¡Hace tanto bien ir a visitar a un anciano! Miren a nuestros chicos:
a veces los vemos desganados y tristes; van a visitar a un anciano, y ¡se
vuelven alegres!"
37. Sin embargo, "también existe la realidad del abandono de los
ancianos:
¡cuántas veces se descarta a los ancianos con actitudes de abandono
que son una verdadera eutanasia escondida!
38. ¡Es el efecto del descarte que tanto daño hace a nuestro mundo.
Se descarta a los niños, a los jóvenes y a los ancianos con el
pretexto de mantener un sistema económico "equilibrado",
en cuyo centro no está la persona humana, sino el dinero.
¡Todos estamos llamados a contrarrestar esta cultura del
descarte!"
39. …"Estamos llamados a construir… una sociedad diversa
…que no necesita descartar a los débiles de cuerpo y mente, aún
más,
una sociedad que mide su propio "paso" precisamente sobre estas
personas".
40. …Un pueblo que no custodia a los abuelos y no los tratan bien no
tiene futuro: pierde la memoria, y se desarraiga de sus propias
raíces. Pero cuidado:
¡ustedes tienen la responsabilidad de mantener vivas estas raíces en
ustedes mismos!
Con la oración, la lectura del Evangelio, las obras de misericordia.
Así permanecemos como árboles vivos, que aun en la vejez no
dejan de dar frutos".
41. El 28 de septiembre dijo en parte de su homilía:
El Evangelio que acabamos de escuchar, lo acogemos hoy como
el Evangelio del encuentro entre los jóvenes y los ancianos:
un encuentro lleno de gozo, de fe y de esperanza.
42. María es joven, muy joven. Isabel es anciana, pero en ella se ha
manifestado la misericordia de Dios, y, junto a con su esposo
Zacarías, está en espera de un hijo desde hace seis meses.
43. También en esta ocasión, María nos muestra el camino:
ir a visitar a la anciana pariente, para estar con ella,
ciertamente para ayudarla, pero también y sobre todo para
aprender de ella, que ya es mayor, una sabiduría de vida.
44. La ‘Sagrada Escritura´ recuerda de varios modos el cuarto
mandamiento:
«Honra a tu padre y a tu madre:
así se prolongarán tus días en la tierra, que el Señor, tu Dios, te va
a dar»
(Ex 20,12).
No hay futuro para el pueblo sin este encuentro entre
generaciones,
sin que los niños reciban con gratitud el testigo de la vida
por parte de los padres. Y, en esta gratitud a quien te ha
transmitido la vida,
hay también un agradecimiento al Padre que está en los cielos.
45. ..." La Virgen María nos muestra el
camino:
el camino del encuentro entre jóvenes
y ancianos.
El futuro de un pueblo supone
necesariamente este encuentro:
los jóvenes dan la fuerza
para hacer avanzar al pueblo,
y los ancianos robustecen esta fuerza
con la memoria y la sabiduría popular.
46. En twitter dijo:
Cuando en una sociedad falta Dios,
incluso la prosperidad va acompañada de una terrible
pobreza espiritual.
47. Jesús comprende nuestras debilidades,
nuestros pecados, y si nos dejamos perdonar Él nos
perdona.
48. La tendencia a estar centrados en nosotros mismos y en
nuestras ambiciones personales, quizás sea muy humana,
pero no es cristiana.
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