El documento describe cómo la geografía de Grecia, con su gran cantidad de costa y terreno montañoso e irregular, condujo al pueblo griego a ser viajeros por mar. Esto los predispuso a la individualidad, la diversidad y la innovación intelectual, en contraste con otros pueblos más apegados a la tierra. La naturaleza invitaba a los griegos a una vida anfibia, lo que les permitió expandirse por el mar y sentar las bases para el nacimiento de la filosofía.