Este documento es una carta de La Jardinera a sus "semillas amadas" donde les advierte sobre los falsos profetas y les aconseja seguir su intuición. Cuenta la historia de un hombre llamado Juan que se emocionó excesivamente al creerse una historia falsa sobre su pueblo natal contada por sus amigos. Al final, Juan se dio cuenta de que la historia era falsa y que había derramado lágrimas innecesariamente. La Jardinera les recuerda a sus semillas que deben guiarse por su propia verdad interna y
1. Casa Templaria, 1 de agosto 2012
Puente Viejo
Mis semillas amadas:
Permitid que os desee lo mejor y mucho más porque si os merecéis
lo mejor y os lo tenéis que repetir todos los días. Vuestras cualidades y lo
mejor está por llegar pensamiento, palabra y obra, evidentemente la
vida nos muestra y nos enseña los obstáculos que tenemos que vencer y
si nosotros nos creemos estas palabras nos merecemos lo mejor y nuestro
corazón siempre está lleno de esperanza de Fe y nos llenará también de
prosperidad. Aquel que tiene el corazón lleno siempre puede dar, el que
cierra su puerta siempre estará vacío. Mis semillas os voy a explicar
que quizás os ha sucedido a los de América, de Europa, Asia, de todo el
mundo:
Algunas personas están obligadas de ir a buscar trabajo a otros
países, se llaman emigrantes, otras en el mismo país. Los del sur de
España siempre venían al norte, Cataluña, porque era más rico y se
ganaba más dinero, es bien sabido que en el norte están las grandes
fortunas, así que un grupo de amigos habían ido a trabajar a la Puebla
y se habían quedado muchos años, el dinero lo enviaban a las familias, y
lo utilizaban para construir una casa o simplemente tener confort.
Pasando los año uno de ellos dijo: sabéis que, compañeros, es el momento
de volver a mi tierra, quiero ver a mi familia, mi pueblo, mi pequeña
ciudad, quiero estar con ellos, ahorro muchísimo e iba feliz, porque
tendría justamente lo que siempre había ansiado estar con los suyos,
estar tranquilo y dar lo mejor a su familia, sus amigos dijeron: vale, te
acompañamos.
2. Salieron de la Puebla y después de viajar unas horas tenían que ir
a Puente Viejo y el deseaba llegar cuanto antes porque ahí está lo que
más amo, lo que más quiero, estaba tan feliz que cuando llegó el autobús
pararon y le dijeron sus amigos: -ven mira, aquí es la casa de tus padres,
aquí nacieron tus abuelos, tu familia y en consecuencia también naciste
tu-, entonces miró la casa, la tocó, se puso a llorar de emoción y dijo:
¡Dios Mío, como ha cambiado! -Hace muchos años que te fuiste-, como ha
cambiado, cuantos recuerdos, aquí jugaba –esta es tu plaza- de niño con
mis amigos Dios Mío, lloró y lloró aquel hombre. Vamos que tenemos que
continuar la visita, entonces lo llevó a la iglesia y le dijeron: -esta es la
iglesia de tu ciudad, aquí te bautizaron, aquí estuviste hacer tu primera
comunión, aquí te casaste-, entró con mucha devoción, se arrodilló y
lloró y lloró aquel hombre dándole gracias a Dios porque al fin podía
ver el lugar donde estaba bautizado, hizo su primera comunión y se
casó y era feliz muy feliz, sus compañeros lo compartían porque al verlo
tan dichoso y feliz, que mejor regalo que tener éste. Salieron de allí el
hombre estaba un poco aturdido porque eran grandes las emociones. Le
dijeron, -ven aquí cerca está el Campo Santo, ven a honrar a tus padres
y antepasados-, llegó al Campo Santo, vio las lápidas y se puso a llorar y
decía: perdón, perdón, perdón de no haber estado aquí cuando os
fuisteis, cogieron flores, se las dieron y las puso y dijo siempre rezaré y
encenderé una velita por vosotros, a mis bisabuelos, los tatarabuelos, el
hombre ahí se descocía llorando de dolor y también de alegría porque
estaban en la Luz y era feliz, ya no podía más de sus emociones el pobre
hombre estaba agotado y le dijeron: aquí en esta otra plaza estaba
también, el bar donde bebías tus refrescos, donde conociste a tu novia y
se puso de nuevo a llorar y dijeron ¡hombre! Tantos recuerdos y le
vinieron las músicas, los colores, los olores de los primeros mantecados,
de los pasteles, de los churros, esos olores tan clásicos que hay en todas
las ciudades, podían ser de tamalitos, de pupusas, de frijoles, de tortillas,
tacos, arroz con leche, hasta de spaguetti, una felicidad pero el hombre
lloro tanto que los amigos dijeron: este hombre ya no puede más, lo
miraron, le dieron unas palmaditas en la espalda y le dijeron: oye Juan
que no hemos llegado aún a Puente Viejo, apenas hemos salido de la
Puebla, pero ¿cómo me habéis dicho? Sííí, te hemos enseñado una casa
pero ni conocemos la casa ni quien ha vivido allí. ¡me habéis enseñado la
iglesia! En todas las ciudades hay iglesias, templos, sinagogas y pagodas,
pero ¡me habéis enseñado un Campo Santo! Todos el planeta hay campos
santos. ¡me habéis enseñado la plaza! Dime tu un lugar en planeta que
no tengan una plaza y donde todos hayan conocido y tomado un
3. refresco. Te los has creído todo, sí, y ahora qué pasa? He perdido tantas
lágrimas, tantas emociones que ahora ya no tengo más ni para llorar, ni
para reír ni para nada y le dijo: ¡que bien esta esa lección verdad Juan!,
éste les quedó mirando y no comprendía, entonces, ¿qué ha sido de tu
vida? ¿no te has reído de los otros? Algunas veces, ¿no has mentido?
Bueeeno, pero han sido pequeñas mentiras. Cuando tocabas con las
manos así en la espalda, o en la pierna o en las costillas y hacías fliu!
¿verdad que sorprendías a la gente? Sí pero eso me divertía siempre.
¿Alguna vez has tenido sentimientos por tu familia? Desde cuando no
las has visto? Ahora hace ya años, ¿si?, sí. ¿tienes hijos? Sí, tengo tres,
tenía nueve años el mayor y ahora 21, -pues ya pasó tiempo- bueno, nos
chateamos, bien. Que pronto se puede engañar al humano.
Mis queridas semillas, tener mucho cuidado con los falsos profetas,
esta historia puede ser la de emigrantes del mundo, puede ser tu historia
o la mía o del otro, la de nuestros amigos, nos podemos creer lo que nos
dicen, creer todo lo que nos conviene ¿por qué Juan lloraba tanto? Por
su consciencia, porque sus padres murieron y él no se acordó, sus hijos
crecieron y no fue y ahora, era tanto su peso, que iba llorando por los
rincones ¡cuidado! Eso nos pasa a todos con los falsos profetas.
Encontrareis cada día más religiones nuevas y otras que han
salido, sólo hay una: ¡la vuestra! Sea cual sea, si la aplicáis bien es la
vuestra y la única es Dios para todos, la Fe para todos y todo y la
esperanza. ¿Qué le quedo a nuestro pobre Juan? La esperanza y como
muchas veces decía ¡la paciencia! Y sólo depende de uno creer en los
falsos profetas, en sus propias mentiras o en la verdad. Verdades hay
muchas, siempre os lo repetiré mis queridas y amadas semillas, pero
guiaros siempre a vuestra intuición y a vuestra verdad, vuestro
corazón nunca os traicionará y si tenéis dudas, siempre está la
Enseñanza y alguien de la Enseñanza que podéis consultar, si no os
convence esa respuesta preguntarlo a otras personas, después de mil la
respuesta os vendrá a vosotros ¡cuidado con los falsos profetas! Cada día
4. tenemos uno frente a nosotros. Que fácil es creer en lo que queremos y
creer también que nos lavamos la conciencia.
Ayer una persona, su familia le pagaba una hipoteca, con
prepotencia y despotismo dijo: “no se porque me la pagan, debe ser para
lavarse la conciencia o tener buena conciencia, porque gano lo
suficiente para pagar mi hipoteca y más y ahora trabajo menos, ganó
más y tengo tiempo de ocio” cada quien cree en sus falsos profetas, allá
ellos, allá su conciencia. La familia de esa persona no tiene que lavarse
la conciencia, la tiene muy tranquila, ni tiene ningún reproche que
hacerse, más tarde si lo percibe y lo ve ¡mejor! Si no la causa y efecto es
lo que tenemos cada quien.
Mis semillas sois las mejores y mirar siempre vuestras cualidades
porque la medalla tiene las dos caritas eh! Los mañicos dirían tienen dos
caras, una donde antes no creía en la Enseñanza y ahora que está el
Instituto cree en la Enseñanza, Aleluya ya he ganado, os amo y os
quiero y siempre pedir a vuestra estrella que está con vosotros y os
concederá lo que le pidáis.
Tengo muchas buenas noticias que daros, muchas pero cada día
habrá una. Hoy miércoles es Mercurio el planeta de la comunicación.
¿Os acordáis que hay que dar un abrazo? ¿os acordáis que hay que dar
sonrisas? Recordar dar la mano, sonreír, abrazos y también os aconsejo
comer un plátano por el potasio, las vitaminas, hay mucha fruta,
aprovechar los europeos que estáis en pleno verano, comer buen
gazpacho, los que estáis en otoño y en invierno si tenéis castañas,
legumbres secos, son buenísimos.
Con todo mi amor
La Jardinera