Educación matemática y el uso didáctico de las tic
Mentiras y fantasias
1. Mentiras y fantasías de la capacitación docente en TIC
Cuando el ex presidente de los EEUU Bill Clinton visitó la Argentina en 2001, en ocasión
de inaugurarse el portal educ.ar, comentó: "Uno de sus éxitos es que capacitan primero
a los maestros antes de conectar a todas las escuelas. Ustedes lo hacen mejor.
Tendríamos que haberlo hecho así".
Una extensa nota del prestigioso periódico La Nación titulada "El sueño de la
conectividad global", resumía las múltiples y variadas promesas de los burócratas de
turno, incluída las del gobierno de la ciudad de Buenos Aires para conectar a 50 mil
docentes… Cálculos extraoficiales fijan la cifra real en unos pocos miles de
"capacitados", y en cuanto a escuelas conectadas, mejor ni hablar.
La capacitación docente en el uso de nuevas tecnologías, tal como la vienen
proponiendo los proyectos oficiales desde el principio, también vulnera los más
elementales principios de la pedagogía.
Los maestros no disponen de horas libres rentadas para practicar el uso de la
computadora profundizar sus conocimientos, y si consiguen algunas como dádiva, son
de común insuficientes.
Además, operar una computadora es apenas el primer paso hacia su aprovechamiento
pedagógico. Lo importante para un maestro es cómo enseñar con recursos informáticos,
pero usualmente los capacitadores van muy rápido en la enseñanza de lo técnico o lo
dan sobreentendido dificultando después la finalidad pedagógica. Una mala capacitación
técnica de base produce un docente inseguro, que difícilmente llegue a sentirse cómodo
al adentrarse en las complejidades de la didáctica informatizada.
Otra gran falencia del programa oficial de uso de TICs es que se evalúa con una
certificación igual para todos aunque no hayan aprendido nada, le perdonan al maestro
sin excusas el que disponga de poco tiempo. Por lo general brindan algunas
recomendaciones "críticas" en una vena cordial, "para que la próxima vez te salga
mejor", pero… habrá próxima? Parece que nadie nota lo verdaderamente importante de
la educación del educador, la relevancia de una labor bien ejecutada. Tras la breve y
banal algarabía que los medios reproducen por desidia e ignorancia, se impone el
silencio: el sordo, y sórdido, vacío total de la incompetencia.
Los objetivos pedagógicos y tecnológicos de la capacitación deben ser serios y
pertinentes. Todo proyecto es perfectible. Los planes de estudio deben estar adecuados
a la complejidad y profundidad de los aprendizajes requeridos.
Las evaluaciones deben ser obligatorias, rigurosas y objetivas, a cargo de terceros sin
interés político ni económico en los resultados.
Las evaluaciones de desempeño docente deben ser vinculantes, porque un maestro que
no es capaz de ponerse al día con sus conocimientos no es un buen maestro, y debería
ser retirado amablemente de su puesto, (salvo que demuestre excelencia en otras áreas
de la profesión).
Es fácil engañar a los que vienen de paso, como a Clinton, y por un tiempo también se
puede engañar a la opinión pública, pero las mentiras y las fantasías de los políticos
jamás conseguirán mejorar un ápice la educación, por más que insistan en ellas.
Sinopsis de la nota publicada en Síntesis Educativa, por Hugo M. Castellano(Jefe de
Redacción), Sábado 16 de Abril de 2011 02:46
Pág.:http://sintesis-educativa.com.ar