1. 20 años de Depresión
En Bogotá pueden presentarse casos de jóvenes o adultos con síntomas de depresión. Los
síntomas de una persona con depresión se identifican fácilmente, en especial cuando el
afectado durante más de quince días, presenta tristeza, aburrimiento, pocas ganas de dormir,
molestia por cualquier razón, cambios de carácter, aumento o disminución de las comidas,
entre otros.
Se puede padecer depresión en algún momento de la vida. Algunas personas sufren de ella
cuando hay inestabilidad emocional, económica, laboral, académica o en alguna otra actividad
cotidiana que las personas realizan; también sufren depresión al no superar un evento pasado,
como la muerte de un ser querido, un accidente de tránsito, peleas y/o malas relaciones
sentimentales.
Miriam Briceño es una mujer trabajadora de 42 años. Durante 22 años ha presentado un
episodio de depresión al que los psicólogos y psiquiatras llaman “Trastorno Depresivo Mayor
Crónico”. En noviembre de 2007, Miriam inició un tratamiento que le ayudaría a solucionar lo
que ella sentía: “decidí buscar ayuda porque me deprimo mucho por cualquier cosa. Todo me
afecta, sea bueno, sea malo. Cuando inicié mi tratamiento, mi única expectativa era llegar a
estar más tranquila y más feliz”.
Su terapeuta, psicólogo de la Unidad de Servicios Psicológicos, Ronald Alberto Toro Tobar,
afirma que su paciente, durante la sesión inicial, mostró signos claros depresivos. “La
consultante asiste a consulta psicológica por sugerencia de la terapeuta, quien trata a su hija
de 15 años, que también sufre de episodios depresivos y por ello tiene discusiones con su
madre; el motivo de consulta es depresión constante ante las cosas buenas o malas, tiene
ganas de morir, corre cuando se siente triste y, por lo general, presenta este cuadro cuando
ella no tiene su mente ocupada; ha tenido comportamientos como la falta del apetito, pérdida
de sueño, mal humor e incluso se ha lanzado a los automóviles en tres ocasiones distintas”.
Miriam cuenta que empezó a sentirse de esta manera desde los 20 años, cuando su madre
murió. A esto se le suman otra serie de eventos que la han llevado a una tristeza profunda.
Cuando tenía trece años fue víctima de un intento de abuso sexual en un callejón mientras se
dirigía al colegio. Meses después el conductor de un bus urbano se desvió de la ruta y trató de
abusar de ella. Tuvo un novio a los 17 años con el cual duró ocho meses y la dejó por otra
persona. Cuando tenía 20 años fue hospitalizada porque las piernas se le paralizaron y fue
medicada con Imipramina (antidepresivo formulado para los diferentes casos de depresión,
incluidas las formas endógenas, orgánicas y psicógenas, y la depresión asociada con
trastornos de la personalidad), durante dos años, hasta que en un control con el psiquiatra éste
intentó abusar de ella en su consultorio. No volvió a consumir el medicamento.
Para esta paciente su niñez y juventud no fueron fáciles. A los 23 años muere su hermano
apuñaleado. En medio de una cena, su madre se despide de sus hijos y al día siguiente muere
por complicaciones de hipertensión. Esta mujer después de cada derrota, de alguna manera
sacaba fuerzas para volver a levantarse y sobrellevar la tragedia que la rodeaba y desde
entonces no ha pasado un día en que no piense en sus seres queridos y ella se sienta mal al
no tenerlos. Ese año conoció a un hombre especial con el que se casó cuatro meses después
de haberlo conocido, según cuenta Miriam: “allí fue donde comenzaron los problemas. Yo no
podía quedar en embarazo e inicié un tratamiento. Cuando al fin quedé embarazada, mi esposo
2. quería que ‘le diera un varón’. Al enterarse de que era una niña, no la acepta y, cuatro años
después, me abandona y se va con otra señora”.
Al quedar sola y con la responsabilidad de sacar adelante a su hija, ella cayó en una gran
depresión que estaba reprimida desde hacía unos años cuando su madre y su hermano
murieron. Desde ese entonces manifiesta que no desea vivir, intentando en varias ocasiones
lanzarse a los carros; camina sin rumbo durante varias horas hasta que anochece. Hoy en día
se considera una persona malgeniada y triste, pero le gusta estar siempre ocupada, para no
tener que pensar en cosas tristes o feas, o en ganas de morirse.
Actualmente Miriam tiene una relación “difícil” con su hija de 15 años, puesto que su hija
presenta problemas de conducta y asiste a tratamiento psicológico en la Unidad de Servicios
Psicológicos. La vida social de Miriam se redujo a cero y en el trabajo evita tener contacto con
los compañeros porque según ella “piensan que estoy loca, porque me ven llorando cuando me
regañan, además no me gusta que se metan en mi vida privada”, agrega que tiene dificultades
en cuanto a la expresión de todo aquello que le molesta.
Los antecedentes que Miriam Briceño presenta parecen sacados de un guión de película, ella
aun continua en tratamiento “a través de sesiones con un siquiatra, quien realiza entrevistas de
las cuales se hace un chequeo de la evolución de la depresión, además de Inter. Consultas que
ayudan a mejorar el autoestima y a controlar los cambios en la personalidad, en cuanto a los
estados de ánimo como sentimientos de minusvalía, indefensión, problemas de indecisión,
altos niveles de autocrítica, tristeza y cansancio permanentes como los que presenta Miriam”
comenta su terapeuta Ronald Toro. Por ahora el reporte que el psiquiatra establece como
diagnóstico es “Trastorno Depresivo recurrente, con episodio actual moderado. Requiere
tratamiento farmacológico que se inicia con Fluoxetina 20mg”.
Para Miriam y su familia esta enfermedad les ha costado mucho trabajo sobrellevarla y asegura
que no ha sido fácil durante veinte años cargar con el dolor que siente por la pérdida de sus
seres queridos. Ha sido una persona que debido a los problemas familiares y personales que
ha tenido, su depresión crece día a día, por ahora agradece poder contar con la ayuda de
profesionales, “ellos hacen que mi mente se mantenga ocupada y piense en el ahora, en mi hija
y la demás familia, espero que el peso que llevo en la espalda desaparezca algún día, en
realidad lo único que yo quiero es ser la mujer feliz que siempre quise ser y poder vivir una
vida tranquila”.
3. Suicidio, solución a un problema de depresión
Día a día la sociedad se enfrenta a una enfermedad silenciosa o difícil de detectar. La
Depresión se está convirtiendo en una de las causas de suicidios en la ciudad. La Secretaria
Distrital de Salud de Bogotá ha trabajado conjuntamente con el Equipo Funcional de Salud
Mental del Distrito, el Referente de Salud Mental, la Dirección de Salud Pública y la Vigilancia
en Salud Pública, en la observación de casos significativos vinculados a la depresión y en las
causas más frecuentes por las cuales se presenta.
La Secretaría Distrital de Salud habla de cuatro tipos de conductas o reacciones que puede
tener una persona que sufre de trastornos depresivos a los que ellos llaman “casos suicidas”.
Estos casos se presentan cuando la persona tiene un episodio depresivo mayor, es decir, hay
alteraciones en el ánimo, pérdida de interés, no encontrar solución a problemas y entre otros,
acudiendo al suicidio como única opción:
Ideación Pensamientos repetitivos sobre la muerte auto infringida que pueden
Suicida variar desde contemplar la posibilidad de morir hasta hacer planes
específicos de cómo hacerlo.
Amenaza Acción de intimidación donde el sujeto amenaza con atentar contra
Suicida su vida.
Intento de Acciones realizadas de manera deliberada hacia sí mismo que
Suicidio hubiesen resultado en seria lesión o muerte de no mediar
intervención oportuna.
Suicidio Todo caso de muerte que resulte directa o indirectamente, de un
Consumado acto, realizado por la misma víctima, sabiendo ella va a producir su
muerte.
Tomado de: http://www.saludcapital.gov.co/Style%20Library/default.aspx . Secretaría Distrital de Salud. Conducta
suicida (archivo en Power Point). 2008-2009.
Factores de Riesgo
Existen factores de riesgo depresivos que presentan algunas personas y pueden determinarse
por diferentes situaciones. Cuando las emociones como tristeza, aburrimiento, falta de ánimo
o demasiada alegría, se presentan por varios días; en algunas ocasiones los problemas físicos
producidos por accidentes que dejaron lesiones permanentes, se enferma frecuentemente, o
presenta enfermedades terminales como cáncer y sida, otros como traumatismo craneal,
esclerosis múltiple, lesiones medulares, insuficiencia renal crónica, dolores crónicos e insomnio
grave y persistente. Se presentan trastornos psicológicos, mostrando demencia, tendencia al
suicidio y estrés. Cuando se trata de trastornos psicológicos puede existir también una falta de
habilidad e incapacidad para enfrentarse y resolver los problemas personales y en otros casos
por un proyecto ético de vida confuso o no planeado. En un porcentaje menor se encuentran
los casos psiquiátricos los cuales presentan conductas antisociales, trastornos sicóticos,
perturbaciones de personalidad y de ansiedad.
4. En cuanto a las patologías familiares se pueden encontrar casos con antecedentes de suicidio
en la familia, historia familiar de enfermedad psiquiátrica, muerte precoz de los padres o algún
pariente cercano de gran afinidad emocional y las familias inestables por diversas situaciones.
En Bogotá no solo se presentan este tipo de causas en pacientes, sino también hay patologías
médicas que se asocian con un 35 – 40 % de los suicidios consumados. Según la Base de Datos
de la Secretaría Distrital de Salud- Salud Pública (14 ESE primer nivel - CRUE) Datos
Preliminares. 2007. SDS y CRUE. 2008, algunos casos de depresión denunciados en Bogotá,
involucran reacciones suicidas las cuales pueden ser consumadas o no. Las cifras presentadas
por la Secretaria de Salud entre el 2008 y el 2009 muestran que hubo 1.154 intentos de
suicidio, 215 de los cuales fueron consumados.
Los altos índices que muestran censos realizados en años pasados, (ver informe- se hace un
link con las diapositivas de las tablas) son muestra de la dificultad que tienen muchos
habitantes en la resolución de conflictos familiares, sociales, laborales y entre otros, y lo más
preocupante es que este nivel tan alto de casos denunciados se debe a que muchas de estas
personas no buscan ayuda o no saben a quién acudir porque desconocen que la depresión sea
un problema de cuidado; en algunas ocasiones piensan que no hay solución para sus
problemas y que la solución está solo en el suicidio.
Las tasas presentadas muestran que el 64% de los intentos de suicidio son hechos por mujeres,
de los cuales el 14,4%, son suicidios consumados; frente a los intentos de suicidio de hombres
se encuentra en un 36,8%, siendo efectuados el 86,7%, según datos oficiales presentados por
la Secretaría de Salud en el último censo realizado en 2009, intentos de suicidios de los cuales
se deduce que los hombres son quienes tienen mayor número de suicidios, mientras que la
mayoría de las mujeres solo hacen intentos.
Una persona puede desarrollar un estado depresivo mayor y más si no se detecta a tiempo;
quien que sufre los síntomas puede ser tan calculadora incluso puede decidir cómo quiere
terminar con esta situación, planifica cómo, cuándo y dónde quiere morir. La Secretaría de
Salud ha hecho un balance en los últimos años de los lugares donde una persona desea morir,
al igual los objetos más comunes con lo que se hace daño. Un 48,6%, muestra que el hogar es
el lugar más común donde las personas intentan suicidarse usando como arma intoxicaciones
exógenas, es decir, inducción de líquidos químicos, lanzamiento al vacío, arma de fuego o
corto punzante. Un segundo lugar, con índices del 2,59% se efectúa suicidios en lugares de
trabajo y vía pública.
En Bogotá son denunciados los casos de depresión frecuentemente por mujeres que son
golpeadas por su pareja, tienen conflictos familiares, embarazos no deseados, problemas
económicos, duelo, abortos, adicciones, enfermedades, abusos, maltrato verbal y entre otras
razones que producen la desesperación. Esta población normalmente oscila entre jóvenes de
veinte años hasta mujeres de 45 años de edad.
5. Soluciones Inmediatas
La Secretaría de Salud busca evidenciar que Bogotá tiene una problemática seria frente a la
depresión como un estado que no solo es emocional sino también mental que puede afectar al
individuo en un nivel muy alto y con consecuencias graves e incluso irreparables. “No se trata
solo de dar a conocer cifras y estadísticas de la cantidad de llamados que se atienden por
situaciones como estas, sino de dar soluciones inmediatas a una realidad social que cada vez
es mayor en una sociedad vulnerable, que en muchos casos, no sabe a quién acudir para
buscar ayuda”, asegura Gloria del Pilar Cardona Psicóloga Epidemióloga, quien colabora en
casos de depresión en las diferentes localidades de la ciudad.
El propósito general de la Secretaria Distrital de Salud junto con un amplio grupo de trabajo,
busca integrar la salud mental como parte indivisible de la salud general, para promover el
desarrollo de las potencialidades del individuo, comunidad y organización en búsqueda de su
bienestar a partir de la construcción de buenas relaciones con el otro y con su ambiente.
Para cumplir con este propósito se han definido las siguientes líneas de intervención:
Promoción de la salud, Prevención de la enfermedad y Fortalecimiento de la red de servicios y
rehabilitación basada en la comunidad.
Las líneas de intervención operan en diferentes actividades, mediante las siguientes
estrategias: Concertación, participación ciudadana, educación, comunicación, sistemas de
información y vigilancia epidemiológica e investigación. Aunque cada una de estas actividades
se plantea por separado tienen en común la integración y el bienestar social del individuo.
Dentro de los planes que la Secretaria tiene para ayudar a solucionar este problema en los
ciudadanos es operar en conjunto con las Empresas Sociales del Estado- Hospitales e integrar
el componente de salud mental en sus acciones de salud pública desde la promoción,
prevención y atención.