La legislación farmacéutica se orienta a garantizar la disponibilidad de medicamentos eficaces y seguros, y a proporcionar información correcta sobre ellos. Aunque los modelos legislativos varían entre países, existen elementos básicos comunes como conjuntos de normas y reglas aprobadas constitucionalmente para regular la conducta social de forma justa y jurídicamente cierta en áreas como el derecho social, político, administrativo y de libertades.