El 4 de febrero de 1817, el mayor Enrique Martínez atacó por sorpresa el puesto español de Guardia Vieja en Chile con 150 fusileros y 30 jinetes. Después de un combate de una hora y media, el oficial realista se rindió con 39 hombres, mientras que los patriotas sufrieron 7 muertos y varios heridos. Martínez capturó 57 fusiles, 10 tercerolas y otros suministros antes de replegarse según las órdenes de José de San Martín.