Artículo el liderazgo y la teología de la comunicación
1. El liderazgo del docente basado en la teología de la comunicación
Por: Nidia Areli Montalvo Cárdenas*
El liderazgo va más allá de una responsabilidad y privilegio del docente, sino que considera como
base, punto de partida y apoyo constante al proceso teológico de la comunicación. Siendo el educador
adventista un sujeto cooperador y colaborador de la obra del Cielo para restaurar en los educandos la
imagen del Creador, debe comprenderse en su sentido lato, la extensión y profundidad de la comunicación
relacional. La fase previa y la fase ejecutora del ministerio de Jesús en esta tierra nos sirven como modelo
preciso para la preparación de un liderazgo congruente con la filosofía cristocéntrica; la afirmación de la
comunicación entre criaturas y su Hacedor; así como entre seres humanos y sus semejantes. La teología
de la comunicación es una reflexión sobre la comunicación humana y su relación de las experiencias con
Dios. De igual manera, un liderazgo genuino renundará en beneficio de los individuos sí y solo sí responda
a una comunión y comunicación de fe para con la Providencia. El sistema comunicativo instaurado por Dios
hacia la familia humana sufrió una alteración después de la caída de Adán y Eva; no obstante, aparece
desde entonces la figura y presencia de Jesús como elemento restaurador en la comunicación quebrada y
afectada por el pecado.
Aspectos fundamentales de la teología de la comunicación
La comunicación es un elemento valioso para la armonía de la convivencia. Dios creó la
comunicación como una herramienta accesible a sus criaturas a fin de que, a través de ella, pudieran
expresar su libre albedrío plenamente. Al hablar del la teología de la comunicación nos referimos al vínculo
de la comunicación humana y su relación cercana con Dios.
Si bien es cierto, para muchos tiene un enfoque saturado de fe y religiosidad, ésta debe ser vista,
además como inicio y modelo de la comunicación humana. Tal como lo menciona Martínez Díez la
comunicación debe ser un permanente proceso de participación y comunión mediante el cual los hombres
se relacionan entre sí, con Dios y con la naturaleza, compartiendo sus valores para enriquecer su vida
espiritual y comunitaria.
Reconociendo el origen divino de la comunicación, es indispensable estudiarla desde un enfoque
teológico. La teología de la comunicación vincula el pensamiento cristiano con la filosofía y la comunicación
humana. Es una interpretación de la comunicación en relación con Dios y con la experiencia del hombre.
La comunicación es un pedal de las relaciones humanas. Hay que saber utilizarlas. Pero, aún más
que eso, hay que conocer su trascendencia. Por ello, la premisa de que la comunicación divina es el origen
y el modelo de la comunicación humana nos permitirá conocer porqué los seres humanos manifiestan
determinadas ideas, sentimientos, actitudes o modos de actuar, por medio del contacto con los demás.
La comunicación de Dios con el hombre, al principio era más estrecha e íntima. Tanto seres creados
como el Creador podían relacionarse y comunicarse dentro de un flujo sin barreras ni interferencias. Esto
implicaba bienestar, satisfacción y comunión.
Figura 1. La comunicación de la Divinidad triuna y el hombre
Dios Espíritu
Dios Hijo Dios Padre Santo
Varón Mujer
Al recurrirse a la fe y a la Biblia puede comprenderse realmente su dimensión teológica. La entrada
del pecado al hogar de Adán y Eva levantó una gran barrera de separación entre Dios y sus criaturas. Se
trastocó el sistema de relacionamiento, el medio comunicativo y los demás elementos de comunicación.
Aparecen los ruidos que alteran las dimensiones física, mental, espiritual y social de los creados.
2. Figura 2. La comunicación luego de la caída del hombre
Dios Espíritu
Dios Hijo Dios Padre Santo
Ruidos:
Semántico, Interferencia Pecado
Físico,
Psicológico Seres humanos Seres humanos
y Fisiológico Mujer
El pecado transtornó el sistema comunitaivo entre Dios y sus criaturas. Por consiguiente esta
alteración repercutió hacia y entre los mismos seres humanos. Es allí donde entra Jesús como mediador y
restaurador de la comunicación dañada. Pablo afirma “Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto
es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas” (Hebreos 8:6).
Figura 3. El papel mediador de Cristo en la comunicación
Dios Espíritu
Dios Hijo Dios Padre Santo
Jesús cubre la
interferencia y
posibilita una
Jescucristo
mejor
comunicación y
relación con el
Seres humanos Seres humanos
Padre Mujer
El modelo de la preparación de Jesucristo para el liderazgo
El liderazgo de Jesús es el modelo guía en el sistema comunicativo relacional entre seres humanos
y su Creador. Sabemos que su trascendental ministerio fue manifestado cuando tenía 30 años de edad,
pero debemos enfatizar y distinguir dos importantes etapas de su vida pública: la fase de preparación y la
fase de ejecución.
1. Fase de preparación: Aunque acerca de la niñez, adolescencia y juventud de Jesús no exista
mucha información en los evangelios, el registro bíblico es suficientemente valioso y preciso para entender
cómo se apercibió frente a la obra de gran envergadura que le esperaba asumir.
El médico Lucas describe sintéticamente la preparación de Jesús mencionando que “crecía en
sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres” (Lucas 2:51-52). Desglosando el versículo
identificamos las cuatro dimensiones del ser humano, sujeto integral, que fueron consideradas por Jesús
para su liderazgo.
Dimensión mental: “Y el niño crecía en sabiduría”. Siendo que el principio de la sabiduría es el temor de
Jehová, Jesús no descuidó en su diario vivir el escudriñamiento de las Sagradas Escrituras. De otro lado, el
contacto con la creación de Dios fue un elemento reforzador de sus conocimientos. En ocasión de su niñez,
frente a los principales rabinos de Jerusalén, Jesús asombró a sus atentos oidores con su sencillo, profundo
y celoso análisis de las Escrituras. “Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus
respuestas” (Lucas 2:47).
Dimensión física: “Y el niño crecía en estatura”. Indudablemente Jesús reconocía el cuidado del cuerpo y
la valoración de la salud física. En correspondencia perfecta al mandato divino él obedeció a su Padre
Celestial y a sus padres humanos al no violar las leyes de la vida. Su liderazgo debía tener como base una
3. adecuada preocupación por su bienestar físico. En el libro La Educación Cristiana respecto a una formación
integral, se menciona que no debiera forzarse la inteligencia descuidando la vigorización de las fuerzas
físicas. (White 2008:14,15). Es decir, aparte del esfuerzo y la alimentación mental, debe atenderse la
condición física en armonía con las otras dimensiones del ser humano.
Dimensión espiritual: “Y el niño crecía en gracia para con Dios”. Su constante apego al Padre, le llevó a
cumplir su propósito, a relacionarse con los demás como Dios le había enseñado. Investigó y asimiló la
ciencia divina. Reafirmó su comunicación personal, interna y externa con Dios. Oró si cesar, es decir se
comunicó con el Cielo sin cesar.
Dimensión social: “Y el niño crecía en gracia para con los hombres”. La Biblia menciona que Jesús estaba
sujeto a sus padres. Esto denota el grado de obediencia e identificación con sus consejeros más cercanos.
Incluso, al referir las palabras sujeto a, da a entender la necesidad de Jesús como ser humano de
interrelacionarse con sus semejantes para convivir y vivir. Y, parafraseando a White, cada individuo es una
hebra de hilo que debe unirse a sus similares para formar la gran tela de la comunidad. Tal y como Dios
diseñó al hombre, ningún ser humano puede vivir si la conexión con su Hacedor y sus prójimos. La
comunicación se revela aquí, a través del contacto directo relacional.
2. Fase de ejecución: En esta etapa Jesús se valió de su preparación consciente y de la relación de
confianza con el Padre para enfrentar la tarea de acercar al hombre caído a su Hacedor. Se observa
también, gracias al registro bíblico que las habilidades comunicacionales de: la motivación, la empatía, la
asertividad, la simpatía, la elocución, la didáctica y la argumentación fueron demostradas en su máxima
expresión. Tales son las cualidades de un líder que vislumbra la delicada función que asume al trabajar
diariamente con personas y para personas. Además, la comprensión de Jesús respecto de la comunicación
que Dios quiere tener con cada ser humano, coadyuvó a aplicar en su relacionamiento con la gente el
propósito del relacionamiento divino.
En el Camino a Cristo, Elena de White detalla el hermoso liderazgo de Jesús, como producto de una
comunicación real con Dios. “Sabía decir lo que tenía que decir sin ser agresivo ni hostil frente a los demás,
Jesús no suprimió una palabra de verdad, sino que profirió siempre la verdad con amor. Hablaba con el
mayor tacto, cuidado y misericordiosa atención en su trato con las gentes. Nunca fue áspero, nunca habló
una palabra severa innesariamente. Nunca dio a un alma sensible una pena innecesaria. No censuraba la
debilidad humana. Hablaba la verdad pero siempre con amor. Denunciaba la hipocresía, la incredulidad y la
iniquidad; pero las lágrimas velaban su voz cuando profería sus fuertes reprensiones”. (White, 1985:11).
Conclusión: El docente cristiano debe afirmar una comunión constante con la Divinidad para extenderse su
relacionamiento y liderazgo hacia sus alumnos, con una comunicación sostenida por la presencia de
Jesucristo, el Salvador y restaurador del proceso comunicativo que él creó y que el pecado intentó destruir.
Por el liderazgo que asume un docente se revelará su carácter y dependencia para con Dios. Por su
liderazgo se conocerá su comunicación con la Providencia. La Biblia resalta que “todos los hijos serán
enseñados por Jehová y grande será su paz” (Isaías 54:13), por consiguiente, el reto del docente es
comunicarse más con Dios y dejar que Dios se comunique. El educador también es un medio de
comunicación que Dios quiere emplear para preparar a los niños y jóvenes a participar de una escuela de
excelencia: la escuela del cielo. El compromiso para con el futuro glorioso debe ser pactado y comunicado
ahora.
*Licenciada en Periodismo. Estudió la Maestría en Investigación y Docencia Universitaria. Actualmente
estudia el Doctorado en Educación y se desempeña como Docente en la Escuela Académico Profesional de
Ciencia de la Comunicación de la Universidad Peruana Unión.
(Presentado en el Congreso Iberoamericano de Educación Adventista. Argentina de 2009.)