1. ESPIRITUALIDAD EN LA POSMODERNIDAD
ENSAYO
Claves para desarrollar la misión de Cristo en un mundo posmoderno
Introducción:
En los orígenes del posmodernismo muchos teníamos una concepción
de esa cosmovisión condicionada presumiblemente por las experiencias
adversas sufridas anteriormente por los atropellos del racionalismo, del
iluminismo y la modernidad sobre el cristianismo. Ahora, a medida que
analizamos y observamos más detenidamente esta cosmovisión adquirimos
una comprensión más ajustada y una visión más amplia porque podemos ver
que estamos frente a una gran oportunidad para la Iglesia de Cristo, que ha
venido cargando sobre sus hombros siglos de esfuerzos y frustraciones -
aunque también ha habido grandes éxitos-, en cumplir y desarrollar con toda
fidelidad el poderoso mandato de Jesús de alcanzar a toda criatura con su
mensaje de amor y esperanza y de formarlos como fieles seguidores y
reproductores espirituales para afectar y transformar a ciudades enteras y
hasta a países como sucedió con Nínive, Armenia y en otras regiones y
ciudades en diferentes momentos de la historia.
Creo que el respaldo que otorga el mandato autoritativo del Rey de reyes
cerrando los cuatro evangelios y el poder mismo del evangelio son más que
suficientes para lograrlo, la cuestión recae en nosotros, los cristianos, en poder
estar a la altura espiritual para encarnar tal misión universal.
Nuevas oportunidades y riesgos
En el posmodernismo, el péndulo de la conciencia y experiencia humana
se va moviendo hacia una cultura más espiritual y religiosa, que ve a la
tecnología y avances científicos no como un dios sino como recursos
necesarios y aprovechables, integrando además el cuidado de la Creación
como buen administrador de las cosas de Dios y despojándose de las viejas y
gastadas dicotomías y polarizaciones razón-espíritu, mito-ciencia.
Es la cultura de los cambios impulsados por el temor de la auto-destrucción,
por las amenazas exógenas como pandemias, meteoritos, etc, y otras
2. endógenas como las constantes amenazas de guerras masivas, cambios
climáticos, contaminación, explosión demográfica, falta de recursos, crisis de
liderazgo, el ver a la aldea global cada vez más insuficiente para albergar y
alimentar a futuras generaciones.
Hoy, los riesgos también son nuevos y aún más sutiles, porque antes los
frentes de batalla se encontraban bien delimitados: Dios existe o no, la Biblia es
la verdad o no (Creacionismo vs. evolucionismo), etc, en cambio, el
posmodernismo eliminó por completo la categoría de verdad absoluta o el
meta-relato, abrazando el sincretismo y el caos moral y como dice Gene E.
Veith Jr. en “Tiempos Posmodernos” “hoy en día, los asuntos son más
complejos y más insidiosos. Por desgracia, la perspectiva posmodernista se
está asentando firmemente dentro de las iglesias evangélicas”
La iglesia se encuentra inserta dentro de ese contexto, en medio de esta
nueva cultura en transformación, y en parte lo sufre en su esfuerzo por
adaptarse y aprovechar dichos cambios (ej la dificultad de los adultos mayores
para integrarse a su congregación conectada a la nube) , sin embargo, no debe
perder el norte de trabajar y defender sobre todo en preservar los valores
bíblicos trascendentales que sostienen la relación y el compromiso personal
con Dios, la vida matrimonial, la crianza de sus hijos, la responsabilidad social
siendo sal y luz, enfrentando y superando los males adheridos a esta nueva
cultura como el individualismo, la falta de compromiso, la infidelidad, el
sincretismo y relativismo, a fin de alcanzar a formar fieles seguidores de Jesús
desde esos contextos, sostenidos y guiados por la trascendente verdad del
Evangelio.
Como sigue diciendo Veith en “Tiempos Posmodernos”: “hoy la religión
es vista como una preferencia, una opción. Creemos en lo que nos gusta.
Creemos en lo que queremos creer. El criterio estético reemplaza al racional.”
Ya no se habla del infierno porque los predicadores no queremos perder
seguidores, predicamos lo que les gusta porque muchos no están dispuestos a
creer en lo que no le gusta.
Nueva estrategia espiritual:
La iglesia hoy día necesita evaluar seriamente su eficacia y eficiencia en
la formación (no información) de fieles (no inconstantes) discípulos (no
3. simpatizantes) de Cristo, esto comprende tanto la kerygma (proclamación)
como la didache (enseñanza) sin dejar de lado la propia auto-evaluación,
levantando la pregunta esencial: ¿qué tipo de discípulos somos?, es una
pregunta muy amplia, con varios temas a considerar, porque no podremos
reproducir lo que no somos, creo que llegamos al punto de necesitar
experimentar una vital renovación espiritual desde lo personal a lo
congregacional y así expandir nuestra misión en el mundo, porque el mensaje
de Cristo debe ser comunicado en su integralidad dentro del contexto cultural
actual, del lugar en que se encuentra la gente, no ignorando sus aspiraciones,
costumbres y folklore, pero no debemos dejarnos condicionar por el
requerimiento de sus gustos, el mensaje no es una bandeja con distintos
bocados para tomar el que nos guste más, para no dejarnos llevar por la
apetencia de la gente (hoy se sirven de Internet); debemos reconocer el ethos
del lugar , sí, pero debemos reconocer y valorar primero el nuevo ethos que lo
define el evangelio, y esto en algún momento se lleva a un choque porque
difícilmente coexistan ambas visiones de la vida, pero no temamos atravesar
esos frentes, esas confrontaciones, Cristo nos dejó su ejemplo.
Debemos llegar con la esencia del evangelio poderoso e integral, es
decir, que responde a las necesidades espirituales, sin dejar de atender el alma
con sus traumas y dolores y llega al cuerpo con sus necesidades materiales y
la familia en una nueva relación armónica para insertarse en una comunidad
sana, de una vida cristiana integradora de todos los aspectos.
Qué camino seguimos?
Cómo avanzar para desarrollar y expandir la misión?, podríamos seguir
hablando de implementar nueva estrategias operativas, como la iglesia en las
casas en la práctica de Hechos 5:42, en ministerios pastorales más
capacitados y dinámicos, en la formación de un nuevo perfil de liderazgo del
siglo XXI, en la formación de equipos de trabajo, integrados, interrelacionados y
eficientes, en el oficio y responsabilidad sacerdotal de cada miembro, en estar
en la vanguardia del uso de las nuevas tecnologías, en mensajes dinámicos,
poderosos, que lleguen a las necesidades del ser humano actual, en tantas
dinámicas formadoras de nuevos discípulos, en estrategias de iglecrecimiento.
4. Dónde podemos encontrar el punto de partida que necesitamos en este
tiempo? será que tiene algo que ver en que cada uno pueda experimentar una
nueva vivencia espiritual? nueva quizás para muchos de nosotros pero que
seguramente la vamos a percibir en quienes subieron los primeros peldaños
de la pujante iglesia neo testamentaria.
Nueva vivencia espiritual:
En Hechos 6:3 encontramos que frente a una necesidad cotidiana
surgió una acertada concepción y estrategia para cubrirla: "Por tanto,
hermanos, escojan de entre ustedes siete hombres de buena reputación, llenos
del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes podamos encargar esta tarea.”
Para una tarea aparentemente operativa (no era predicar o enseñar), se
requería de una serie de requisitos esenciales: buen testimonio, llenos del
Espíritu y de sabiduría. Hoy realizamos y encargamos tareas y actividades sin
considerarlas como requisitos, debemos recuperarlas, tanto en lo referente a
nuestra conducta como nuestra vida espiritual y sabiduría, menos humanismo
y más sabiduría de Dios.
Disponemos de inspiradores ejemplos bíblicos sobre la trascendente
acción del Espíritu potenciando la vida de personas entregadas a Dios:
a) Esteban estaba lleno del Espíritu Santo cuando fue apedreado, la evidencia
es que perdonó a sus asesinos, su rostro reflejaba la presencia de Dios a
quien vio en los Cielos abiertos, pero no termina ahí, su martirio si bien
desató persecución fue disparador de una poderosa evangelización que
tocó hasta al mismo Saulo que presenció este hecho y luego se convirtió
b) Bernabé, un hombre lleno del Espíritu, fue enviado a Antioquía donde se
unió a otros siervos que luego Espíritu Santo llamó, ungió y envió para
llevar a cabo los primeros viajes misioneros, poderosas operaciones de
milagros, conversiones multitudinarias y expansión del Reino de Dios por
distintas regiones.
c) El apóstol Juan, prisionero en una isla desierta y pedregosa y en su anciana
soledad llegó a experimentar –aún en esas desfavorables condiciones - una
significativa vivencia, el estar en el Espíritu, y fue en esa condición que el
Señor se le manifestó glorificado y con la revelación final.
5. Richard Foster, en “Ríos de Agua Vida”, describe claramente, dentro de la
corriente o tradición carismática, el poderoso ministerio del Espíritu Santo para
la transformación del creyente, la vida de la iglesia y el alcance del mundo. La
misma refiere a la vida de poder en el Espíritu Santo, como una realidad vital,
por la Presencia y la actividad desarrollada por la persona del Espíritu Santo,
desde su morada en el corazón del creyente y operando sobre el mismo y en
la iglesia, en síntesis, es el vivir y servir en el poder y guía del Espíritu (Juan
15:26-27: 16: 7-11, 14; Hechos 1:8 y otros)
Encontramos allí, dentro del Apéndice B - Figuras Notables, una
extensa e inspiradora lista de personas que experimentaron manifestaciones
del Espíritu, y su fruto en la descripción de sus obras destacadas.
Si queremos ser fieles seguidores de Jesús y formar a muchos también
fieles, no miembros ni simpatizantes de iglesia sino apasionados por Cristo,
debemos redescubrir y revalorizar la acción del Espíritu, por lo siguiente:
d) Él nos enseña a depender de Dios, porque el Espíritu hace las cosas como
él quiere, como dice Juan 3:8 el sopla por donde quiere, esto significa y
nos recuerda que Dios está al control de todo, lo cual es una protección a
nuestros intentos humanos de lanzarnos a hacer la obra que es de Dios.
e) Los dones son una de las expresiones del poder de Dios impartidos por el
Espíritu como Él quiere, para no quedamos solo con lindas palabras y faltos
del poder (2 Tim. 1:7 y 1 Cor. 4:20)
f) Produce en nosotros el carácter de Cristo por medio de la manifestación del
fruto del Espíritu en sus 9 componentes: amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza
g) Somos revestidos de su poder para confesar al mundo la realidad de su
pecado y la oportunidad de la salvación a través de la predicación del
evangelio, de señales, milagros y sanidades.
El rol y la acción decisiva del ES
Leo Hartshorn, en su material “El amor es un verbo”, distingue a los
siguientes rasgos decisivos del carácter de la persona del Espíritu:
1) El Espíritu es el autor y confesor de la verdad en medio de la falsedad y la
deshonestidad del mundo y guía a los discípulos a la verdad.
2) El Espíritu está tanto con nosotros como dentro de nosotros.
6. 3) El Espíritu enseña a los discípulos, recordándoles lo que Jesús les dijo.
4) El Espíritu es testigo de Jesús, junto con los discípulos.
5) El Espíritu convence al mundo de pecado, justicia y juicio.
6) El Espíritu declara lo que oye de Dios y las cosas que han de venir.
En Juan 14:16, 26, 15:26 y 16:7 el Espíritu es dado a conocer como
Consolador, el término griego es parákletos y según el Diccionario de Strong
se traduce como intercesor, consolador, abogado, quiere decir que es alguien
que habla en favor de alguien o algo. El Espíritu Santo es enviado para
acompañarnos como asistente o defensor
Llenos del Espíritu Santo y no de carnalidad:
Muchas cosas hemos llevado a cabo apelando solo a los talentos y
capacidades naturales, con un buen ingrediente de capacitación profesional y
estrategias, abundancia de recursos, etc., sin embargo cuál ha sido el fruto
que ha permanecido?, qué cantidad y calidad de discípulos has formado?
El profeta Zacarías declara en 4:6b a Zorobabel, frente al gigantesco
desafío de reconstruir el templo y de la ciudad de Jerusalén, que esa empresa
podía llevarse a cabo “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha
dicho Jehová de los ejércitos.”
La única forma de avanzar en el desafío de hacer discípulos a todas las
naciones, de cumplir con la voluntad de Dios es haciéndolo bajo el real (no
solo declamado) señorío de Cristo y llenos del Espíritu Santo, usando las
armas y recursos espirituales.
Debemos asumir nuestra necesidad de permanecer bajo la guía poder y
acción del Espíritu, significa darle el lugar protagónico, significa vivir llenos del
Espíritu. El imperativo de ser llenos del Espíritu es un factor determinante
para nuestra misión, como dice Efesios 4:16; por mucho tiempo hemos
considerado a esta ordenanza como una opción o experiencia extraordinaria o
excepcional, ideas que posiblemente fueron preconcebidas al admirarnos de
las extraordinarias manifestaciones espirituales de escogidos o muy ungidos
siervos de Dios pero que no eran para usted ni para mí.
El término griego de ser lleno es Pleróo que significa hacer repleto,
rellenar (un hueco). Todas las señales y resultados del ministerio del Espíritu
se potencian solo cuando se experimenta su misma llenura.
7. Tres consideraciones clave para vivir continuamente llenos del Espíritu:
a) Como vasijas sin grietas (2 Cor. 4:7; 1 Cor. 3:3):
Puedo ver a la Iglesia como una gran vasija portadora de agua; la misma
presentaba en parte algunas grietas, sobre todo en el fondo, por las que se
pierde algo del contenido, lo cual dificulta que se complete su llenura.
Como una gran vasija contenedora de pequeñas vasijas, que somos usted y
yo y cada hermano. La vasija mayor se llena con el aporte de las pequeñas
La grieta es el distanciamiento intencional o no, de uno hacia el otro u otros,
y viceversa, cuando me distancio de alguien provoco una grieta
Las grietas o también residuos, representan al pecado, desde la rebelión
(que Dios no tenga nada que ver conmigo, no hay lugar para llenuras) a la a
desobediencia a Dios y finalmente a manifestación de un abanico de
pecados (codicias, celos, engaños, etc.). El pecado contrista al Espíritu y en
ese caso no puede darse la llenura, no hay vitalidad, hay carnalidad.
Las grietas necesitan ser selladas con el amor de Dios, pidiendo perdón,
perdonando, a través del ministerio de la reconciliación. Debemos pasar
primero por ser evaluados por el ministerio de la reconciliación,
reconciliados para reconciliar, lo cual significa cerrar toda griega
permanecer llenos.
b) Continuamente llenos por fe (Gálatas 3.2-3)
No esperamos “sentir” su Presencia o llenura, porque así nunca va a ocurrir,
es creer en la promesa de que ríos de agua viva correrán en nuestro interior
por el solo hecho de creer que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios que vino a
salvarnos y darnos vida abundante, es decir, llenarnos, como la samaritana
que creyó en la promesa de que en su interior iba a tener una fuente de
agua de vida, y sucedió!, porque dejó el cántaro y salió corriendo a avisarle
a los hombres que conocieran a Jesús.
c) La centralidad de Cristo (Fil. 1:21):
Centralidad es condición de central. Nos podrán sobrevenir diversas
situaciones preocupantes, tensiones, necesidades, angustias, impotencias,
etc, empero, si Jesús se encuentra en el centro de la vida de la persona
8. todo eso y mucho más quedará desplazado hacia la periferia, no podrán
llegar al centro del ser porque ahí está Jesús reinando. Se requiere darle
siempre a Jesús el centro de del ser, no la periferia, no solo en
determinados momentos como en un canto u oración, eso no tiene efecto
para la llenura. Significa que todo lo que hacemos y pensamos es por Él y
para Él.
Significa que por encima de los pensamientos y sentimientos que quieren
invadir colocamos los de Él, lo que viene de Él de su Espíritu, de Palabra
La centralidad de Cristo produce una convicción muy interior, muy profunda,
que produce paz, seguridad, plenitud.
Solo cuando se le da a Jesús el centro del ser, Él, que bautiza con el
Espíritu Santo es quien va a comenzar a llenar esa vida con el Espíritu
como a una vasija. Él es el que bautiza pero también el que nos llena.
La promesa de Dios sobre una gran cosecha final
Quiero concluir con las palabras de Zacarías 10:1: Pidan lluvia al
SEÑOR En el tiempo de la lluvia tardía (de primavera), Al SEÑOR que hace los
nubarrones; El les dará aguaceros, Y hierba en el campo a cada uno.
Esta profecía se relaciona con del capítulo 2 de Joel donde se anuncian
dos lluvias (derramamiento del Espíritu), la temprana (otoñal) y también la
tardía como en Zac.10:1 y sendos resultados que son los avivamientos. La
primer lluvia y su resultado ya sucedieron en los primeros tiempos de la iglesia,
ahora nos estamos acercando a los tiempos finales de la misma, antes que
suceda el rapto creemos que tendrá lugar la anunciada gran lluvia tardía y su
consecuente avivamiento espiritual produciendo una mayúscula cosecha de
almas. Como en Hechos 2:17-21 que también anuncia el derramamiento del
Espíritu Santo sobre toda carne, sobre naciones, lenguas, pueblos que serán
alcanzados como resultado una poderosa y dinámica evangelización mundial
atravesando todos los estratos sociales y culturales. La poderosa irrupción del
Espíritu Santo producirá grandes prodigios en los aires y en la tierra y su
manifestación guiará a las personas para que alcancen la salvación invocando
el nombre del Señor lo cual significa recurrir a su poderosa obra salvífica.