2. CAPITULO 1:
Cuándo todo pasó
Fue una noche lluviosa, el 2 de noviembre de 1970, el primogénito de los Armenta, una familia de abolengo y sumamente respetada, nacía y
moría el mismo día, ante tal acontecimiento agridulce, los cuestionamientos sobre la existencia de Dios no se hicieron esperar, así que el
sacerdote Tadeo y Ricardo Armenta ambos hermanos ofuscados y con las lágrimas pendiendo de sus ojos, se enfrascaban en un debate
religioso dónde nadie desearía participar, todo a causa del inesperado desenlace de lo que tendría que haber sido el día más feliz de la
familia.
Mientras tanto en la habitación principal yacía María Eugenia la joven esposa de 20 años de Ricardo Armenta y madre del desafortunado
infante que continuaba en la cuna dorada adquirida en una de las tiendas más prestigiadas del país, ella lloraba teniendo como testigo la luz
titilante de las velas y la cera cayendo con una lentitud desesperante, entonces algo pasó…el debate religioso de los hermanos Armenta y
las lágrimas de María Eugenia fueron interrumpidas por la caída de un trueno y el apagón de la poca luz que había en toda la mansión.
Lo que trajo consigo el trueno representó la alegría de los Armenta y al mismo tiempo el comienzo de extraños eventos sin fin…
Pum, Pum, alguien tocaba la monumental puerta de la mansión.
-¿Mandaste llamar a alguien?, preguntó Tadeo abrazando con fuerza la biblia como su escudo protector.
-Mmm no, dijo aún alterado Ricardo, el médico se fue de inmediato, ¿A qué se quedaba?.
-Iré a ver, Dios nos ayude a entender sus designios…
Tadeo avanzó con sigilo hacia el portal que no cesaba de cimbrarse ante los vehementes y fuertes golpes de quién estaba tras el y cuándo
abrió…
-Buenas noches, dijo el individuo que tocaba la puerta con vehemencia, era un hombre elegantemente vestido de traje
negro, zapatos lustrosos, bastón de caoba de la más fina y cabezal en forma de animal pero no se distinguía cuál, cabello alaciado
hacia atrás, patillas a los costados y sobre todo una mirada diferente a la de cualquier mortal, había algo en esa mirada que te
dejaba petrificado y el joven sacerdote sintió un escalofrío que le hizo tirar su biblia que minutos antes abrazaba con fuerza.
-¡Tenga cuidado con eso! dijo con determinación el hombre misterioso, tomándola y poniéndola en las manos del sacerdote, ah la
biblia , el libro de la verdad y el misterio, lastima que omiten mi historia favorita no sé porqué…
¿Quién es usted? Dijo Ricardo recargado en la pared de la estancia con desconfianza.
-¿Yo? Dijo el hombre acercándose con lentitud hacia él, lentitud porque padecía una cojera terrible y por ello dependía del
bastón, digamos que a partir de hoy, seré amigo tuyo, de tu esposa y sobre todo del pequeño Ferbel.
2
3. -¿Ferbel? ¿Quién es Ferbel? Dijo Ricardo alejándose del hombre… se equivocó de casa, aquí no hay niño alguno.
-No, no me equivoqué de casa, aquí viven los Armenta y aquí vive Ferbel su hijo, el niño que acaba de nacer y descansa
placidaménte en esa cuna dorada y decidió dormir más de lo debido.
Tadeo se acercó con molestia, era sacerdote pero podía enojarse como cualquier ser humano y eso que había dicho el individuo del
bastón, le había parecido fuera de lugar y como una mofa a la memoria de su sobrino muerto.
-¿Cómo se atreve? No lo conocemos, toca la puerta como loco, entra al hogar de mi hermano y se burla de mi sobrino
muerto, ¡Vayase!
Tadeo le tocó el brazo y cuándo lo hizo, una corriente eléctrica lo cimbró y un olor horrendo emergía del hombre misterioso que no pasaba
de los 20 o quizá 30 años de edad, al mismo tiempo humo salía de su hombro, el cuál sacudió con las yemas de sus finos dedos, mientras
Tadeo retrocedía confundido.
-Le recomiendo no vuelva a hacerlo padre, dijo el hombre con una extraña sonrisa y no me burlo, digo la verdad, Ferbel duerme
en su cuna y puedo probarlo, ahora está sonriendo en brazos de su madre.
No se sabe porqué pero Ricardo y Tadeo caminaron como robots tras ese hombre manco y extraño que actuaba como si fuera miembro
de la familia, tardaron demasiado debido a su cojera pero el sonido del bastón ponía nerviosos a los hermanos aunque Tadeo aún estaba
impresionado por ese aroma parecido a… No, eso no era posible, sus pensamientos quedaron ahí hasta que llegaron a la puerta de la
habitación principal, al abrir la puerta, quedaron impactados, más de lo que ya estaban. María Eugenia abrazaba al bebé que horas antes
hubiera muerto al nacer, lloraba a todo pulmón y sus pequeños ojos negros y luminosos se abrieron contemplando a su madre.
-Pe…pero balbuceaban Ricardo y Tadeo al unísono.
-”Maravillas de la naturaleza” dijo el extraño personaje.
-¿Cómo lo supo? Preguntó Ricardo, mi hijo nació muerto, el médico nos lo confirmó y ahora … no, no puede ser, ¡Está vivo!.
-Lo sé Ricardo, simplemente lo sé, sé muchas cosas de la vida, de la muerte y hasta de ese libro que tu hermano sostiene como
escudo, vaya pareciera que nació con ese libro pegado a su cuerpo pero ah del pequeño Ferbel sé mucho más, juntos haremos
grandes cosas.
María Eugenia se sorprendió al ver al hombre con esa cojera terrible acercarse tan rápido que cuándo pestañeó ya estaba a su
lado, tocando el rostro de su hijo.
-”Mi hijo no se llamará Ferbel”, se llamará como su padre Ricardo, lo decidimos desde que lo tuviera en mi vientre.
-No querida, se llamará Ferbel como su padrino, bueno no es exactamente mi nombre, si fuera como el mío, correrían de esta
habitación despavoridos, hasta tú que tienes aún la sangre fresca bajo las sábanas, te olvidarías del dolor del cuerpo y saltarías
fuera de esa cama, así que Ferbel es una mezcla de mis nombres y una aproximación, no suena tan mal.
-¿Pero quién es usted? ¿Porqué debería llamar a mi hijo como usted? No lo conozco y no sé la razón de que lo hayan dejado
entrar, esto es una locura, ¿Qué pretende? Dijo María Eugenia estrujando en su pecho a su hijo recién nacido.
-Soy un ser muy solo, voy de aquí a allá, solo quiero un niño a quién proteger y darle todo lo que tengo y lo que soy, Ferbel es el
indicado, lo supe al caer ese trueno que apagó la luz en toda esta casona, confíen en mi, seré su padrino y ah Ferbel tendrá todo
lo que desee.
3
4. -Mi hijo no necesita dinero, mi esposa y yo somos dueños de una inmensa fortuna y amor de sobra tendrá, a usted lo conozco
escasos minutos y no sé porqué lo dejamos entrar, no me lo explico y actúa como si nos conociera y ¿Ferbel?, debería estar
demasiado loco para ponerle un nombre tan desagradable a mi hijo.
-Perdón que interrumpa, dijo Tadeo con su biblia en mano, antes que ponerle ese nombre tan horrible a esta inocente criatura, le
pondremos como nuestro salvador Jesús, él lo salvó y…
El extraño visitante soltó tremendas carcajadas que dejaron mudos a los protagonistas de dicha historia, no se revolcó en el suelo porque
se vería patético o porque su cojera no se lo permitía pero sin duda lo hubiera hecho, de repente dejo de reír e hizo algo con sus dedos y
entonces pasó algo extraño, el niño que antes respiraba y jugaba con los dedos de su madre, volvió a caer en el sueño eterno, todos
estaban más pálidos que la cera, , entonces el individuo que antes reía, hizo un ademán con sus manos, el bebé que estaba en brazos de
su madre, flotó hasta llegar a los suyos ante una madre petrificada, un padre incrédulo y un tío a punto del desmayo, entonces el extraño
susurró al oído del infante y este comenzó a llorar de nuevo pero sus chispeantes ojos negros ahora eran dos canicas perdidas en
pequeños surcos, el bebé levitó y volvió a estar con su madre…. Mientras todos veían sin saber que pensar, se sentó en el pequeño sillón
de la habitación , sus labios se abrieron, hipnotizando con su mirada a todos los reunidos en ese cuarto.
-¡Qué impertinencia mía! Entrar en su casa y no presentarme como es debido, tengo muchos nombres pero mi favorito siempre
fue Luzbel, mi nombre de ángel pero bah circunstancias de la creación, encima que me ponen otros apelativos, poco me
mencionan en ese libro que Tadeo abraza como si fuera su madre jajajaja.
Todos seguían mudos hasta que Tadeo de la nada hecho agua bendita en el rostro de quién se proclamaba el opuesto a Dios, pero ante
esa acción Luzbel alzó la mirada y entonces pasó lo inimaginable, con su lengua comenzó a lamer esas gotitas de agua sagrada e hizo
como si lo disfrutara. Tadeo y los padres del niño estaban horrorizados pellizcándose con la esperanza de que todo fuera una alucinación
pero Luzbel seguía en el sofá mostrando su larga lengua de serpiente y una mueca horripilante que deformaba sus antes bellas facciones.
-Oh Padre Tadeo, que agradable agua fresca, no suelo beber nada pero me halaga su gentileza aunque prefiero el vino, ah eso me
recuerda a lo que su ídolo hizo ¿No? Transformar el agua en vino, le diré lo que sé respecto a Jesús el carpintero, ahora debe
estar ocupado reprimiendo a las personas, privándolos de las delicias de la vida, repartiendo limosnas y hablando de un mundo
en base a la pobreza, tortura y eso que llaman Amor, ah esa fábulas idílicas me parecen tan “inspiradoras” pero a la vez tan
sosas, un ser omnipotente que dejó morir al pequeño Ferbel y es bueno ante los ojos de todos pero YO lo salvo de la muerte y
soy el malo de siempre, que irónico.
-¡Basta ya! Si eres la maldad en persona vete de aquí, nada tienes que hacer en esta casa… ¡Vete de aquí Satanás!.
De pronto Luzbel se levantó del sofá, no pisaba el suelo, Ricardo y María Eugenia se frotaban los ojos pues creían que alucinaban pero sin
saber como ya se encontraba frente a Tadeo, lo tomó del cuello y el sacerdote intentaba zafarse sin éxito, moviendo sus pies por la
asfixia, entonces lo empujó y Tadeo cayó de bruces al suelo inconsciente.
Ricardo y María Eugenia viendo tal escena, se espantarón más y decidieron anteponer su cobarde pellejo a sus creencias en un solo
Dios, creyendo la historia del amo de las tinieblas que se autoproclamaba el salvador del infante, entonces aceptaron todo lo que el infame
ángel caido les dijo:
Llamar a su hijo Ferbel, no adoctrinarlo en la creencia de un solo Dios, él sería Dios ¡VAYA BLASFEMIA!, a cambio de esas dos sencillas
peticiones, gozarían de felicidad eterna, siempre acompañado de su “devoto” padrino.
Luzbel beso la frente del niño, que quedó humeando, así como llegó, así se fue, perdiéndose en la oscuridad de la noche, la conducta
blasfema y cobarde de sus padres traería graves consecuencias.
4
5. Apenas amaneció, Tadeo aún mareado y sin recordar en absoluto nada al igual que Ricardo y María Eugenia se despidieron, por una extraña
o conveniente razón, no recordaban la visita de Luzbel pero si esas raras peticiones de poner al primogénito Ferbel y no adoctrinarlo bajo
ninguna religión, eso incluía el sacramento del bautizo, Tadeo no entendía pero por una rara razón no protesto aunque insistió tanto hasta que
el tiempo pasó y lo consideró algo inútil, regresó a la iglesia y oró tanto, más que de costumbre estando seguro de que había pasado algo en
esa casa pero no logró recordar lo que fue.
En 10 años lo recordaría y en 10 años los Armenta sabrían que nada de lo ocurrido ese 2 de noviembre fue un sueño sino una espantosa
realidad.
5
6. Capitulo 2:
10 años después
De 1970 pasamos a 1980, 10 años después de esos bizarros acontecimientos, la infancia de Ferbel Armenta transcurrió tan extraña y
misteriosa como su nacimiento y renacer a la vida después de muerto, no fue bautizado pese a las súplicas de su tío sacerdote, no se le
habló de Dios, vaya que el niño no sabía ni rezar el Padre Nuestro, su tío fue testigo de la cantidad de blasfemias de sus padres y de la poca
calidez humana de su sobrino, principalmente en su ritual nocturno, consistía en salir de noche, viendo a la nada como si esperara a
alguien, susurrando en un lenguaje que ni él reconocía, entraba espantado y pidiendo a Dios regresar a la iglesia tras las visitas a su
hermano, cuñada y enigmático sobrino.
Esa noche Tadeo se quedó en casa de los Armenta, leyó la biblia, la beso y colocó en su buro, se colgó el rosario en el pecho y rezó el
padre nuestro tantas veces hasta que el sueño lo venció, despertó por un extraño ruido ¡Un trueno!, en automático abrió los ojos y frente a él
tenía a ese personaje manco con bastón, elegantemente vestido, moviendo el brazo como si lo saludará, del miedo cayó de la cama y a sus
pies de repente estaba su sobrino quién le tendió la mano y lo ayudó a levantarse.
-Tío, dijo en voz baja Ferbel, tuviste pesadillas, tu sudor te delata, tus oraciones no te ayudan en absoluto a dormir como es
debido,
-Ferbel hijo, es maravilloso orar, es un encuentro íntimo con Dios, nuestro Padre, nuestro Todo, si lo deseas puedo enseñarte, es
fácil y sentirás una gran paz en tu corazón.
-¿Padre? ¿Dios? ¿Quién es él? Mis padres nunca me hablaron de él y por algo será, tío si decidieras creer en mi padrino, tu vida
sería más sencilla.
-¿Padrino? ¿De qué hablas hijo? No hay nadie más poderoso que Dios.
-Todos los días, todas las noches veo a mi padrino, a veces me visita en mi habitación, otras veces lo escucho cuándo salgo todas
las noches a buscarlo, regreso decepcionado porque me dice que aún no es momento pero… hoy vino, me dio un beso en la frente
y me dijo que vendrá, mañana es el día.
-Hijo, me asustas, tal vez estés imaginando a un padrino pero tú no tienes padrino…
-Lo tengo y tú lo sabes, lo conoces y acabas de verlo en tu habitación, ese fue el motivo de que cayeras a la cama y te afianzaras
con fuerza a tu collar.
Antes de que Tadeo pudiera decir algo, Ferbel salió del cuarto , entrando como robot al suyo.
6
7. Ricardo y María Eugenia hacian el amor, en el matrimonio de los Armenta nunca faltó el sexo ni siquiera con el paso de los
años, tampoco por el hecho de que Ricardo le llevaba 20 años a su mujer, Ricardo enloquecía con su mujer y ella con su
hombre, entre caricias, sudor y jadeos, ella echó un vistazo al lado derecho de su cama y de repente… sí, Luzbel desnudo y
mostrando la razón de su infame cojera: Una horrenda pata de cabra, deforme y viscosa que ahora peleaba por enredarse en
las piernas de María Eugenia, Ricardo alterado abrazó con mayor fuerza a su mujer y ambos cayeron del tálamo nupcial, al mirar
con temor, Luzbel ya no estaba pero podían oír a su hijo murmurar:
-”Llego el día, mañana es el día”.
-¡Feliz cumpleaños mi vida, dijo al día siguiente María Eugenia a su hijo Ferbel que yacía aún recostado, sin mostrar como
siempre reacción alguna ante los besos de su madre.
-Hijo, eres todo un Armenta y por eso te traje un regalo formidable, tu abuelo como bien sabes era todo un jinete y por eso pensé
que tu…
-¡Un caballo! Dijo Ferbel, negro azabache, pelo trenzado y lustroso, ojos negros como los míos y entrenado.
-Sí, exacto, dijo Ricardo sorprendido, ¿Cómo lo sabes? Imposible que lo hayas visto desde aquí.
-No fue necesario, lo tengo en mi mente y mi padrino ya me lo presentó.
Ricardo se paró como resorte de la cama de su hijo y de pronto recordó lo de la noche anterior, el invitado con esa pata de
cabra deforme y viscosa luchando por entrelazarse entre las piernas de su esposa y con una macabra sonrisa en su rostro.
-Papá, mamá, no actúen como si no lo supieran, mi padrino está aquí, tiene tantas ganas de verlos aunque creo que ya los vio.
-No creo que sea conveniente que tu padrino venga hijo dijo María Eugenia recordando a su hijo levitando a los brazos de ese
hombre que quería tener sexo con ella la noche anterior.
-¡Si lo es! Ferbel lo dijo con fiereza al mismo tiempo que salía de su cama y se encerraba en su cuarto para arreglarse, su madre
dejó prácticamente e de serlo desde que cumplió los 3 años, Ferbel siempre mostró cierto rechazo hacia ella y le dolía pero
trataba de justificarlo y por ese padrino mostraba un interés que nunca había mostrado ni siquiera por su padre.
Tadeo que había pasado la noche más larga de su vida, había escuchado todo, trataba de recordar y de repente vio esa imagen
de un hombre o ser manco tomándolo del cuello y asfixiándolo con firmeza , además reconoció que no fue una pesadilla y ese
hombre estuvo en su habitación y también años atrás en esa casona estilo colonial de su hermano, de eso estaba ya seguro
pero ¿Porqué muchas imágenes permanecían borrosas en su memoria?
7
8. Capitulo 3:
Luzbel y Ferbel juntos de nuevo
La relación de Ferbel con otros niños era distante, Ferbel recibía los regalos con desgano apilados en el suelo, los desenvolvía, miraba sin
emoción alguna, es decir; sus padres no recordaban una sonrisa o algún gesto de su hijo que no fuera indiferencia y en un ritual extraño
pedía que los mandaran al sótano. El regalo de su padre pretendía robar una sonrisa a su hijo que jamás lo hacía, el caballo azabache era
imponentemente hermoso, todos aplaudían, pidiéndole al niño que subiera y Ferbel obedeció, sin ayuda y dejó a todos confundidos como
siempre pues cabalgó como todo un jinete experto siendo que no había tomado clase de equitación alguna, el nombre que escogió para el
caballo fue peor: Satán y sus padres como su tío e invitados palidecieron, de entrada nadie entendía porque ese nombre tan horrendo para
un niño y no el de su padre, porqué una familia tan creyente no bautizó a su hijo y más teniendo de familiar a un sacerdote.
Su tío como siempre no aguantó dicho espectáculo y se apartó, fue a la olvidada capilla de los Armenta a rezar, buscando que Dios bajara y
solucionara el extraño comportamiento de su sobrino, de repente…
-¡Padre Tadeo! 10 años sin vernos.
Tadeo reconoció la voz y sus ojos se abrieron tanto que el aire podía sentirlo más de golpe, volteo y ahí estaba Luzbel en persona ahora
vestido de rojo con el bastón en plata e igual de joven y hermoso a no ser por esa cojera infame que poseía, sonreía y tenía en el otro brazo
un obsequio para Ferbel.
-Enmudeció Padre Tadeo, parece que pretende no reconocerme pero recuerde padre, recuerde… nosotros hemos tenido un
encuentro hace 10 años y ayer en su habitación, no respondió mi saludo pero ah me sorprendí tanto, su apariencia, ha
envejecido, ni su Dios puede evitar el paso del tiempo pero yo sí.
Chasqueo los dedos, ese chasqueo que Tadeo recordó cuándo su sobrino murió por segunda vez y revivió por segunda vez ´pero sin la luz
de sus ojos, entonces algo pasó, Tadeo rejuveneció y lucia joven y saludable como hace 10 años, se maravillo, no podía negarlo pero la
sonrisa triunfante de el príncipe de las tinieblas lo hizo reaccionar, vio el crucifijo y rezó, abrió los ojos y volvía a ser el hombre maduro de 40
años, canoso, con arrugas y el comienzo de una dolorosa artritis.
-Jajaja, no lo entiendo, te doy la juventud eterna y tú decides ser un lastre viejo, enfermo y esperando que Jesús el carpintero baje
y te ayude, ah Tadeo eres tan ingenuo, dijo Luzbel colocando las dos manos en su bastón.
-¿Crédulo? Sí, hice un juramento de ser crédulo de la enseñanza de mi señor Jesucristo, de obediencia, castidad y pobreza, Dios
me ayudará y envejezco porque es la ley de la vida, yo amo a Dios y solo puedo confiar en él.
-Ash gruño Luzbel, ahora no sonreía cínicamente, sino que hacía una mueca de fastidio cuando las cosas no salían de acuerdo a
sus planes.
-Jesús el carpintero, un contador de fábulas, de un cielo a cambio de no disfrutar de la vida, sin ambición, sin placer carnal, sin
juventud eterna, en cambio conmigo se tiene todo, lo que él te quita, tú lo tienes conmigo.
8
9. -Pero a cambio de una perdición eterna, a cambio de mi alma, ¿De qué vale entonces la juventud eterna, el dinero, el placer carnal
sin la pureza de espíritu? Dijo con convicción Tadeo.
Luzbel lo miraba con recelo, como suele hacerlo cuándo un alma se resiste a perderse en el espejismo de las tinieblas.
-Bah, poco me importa tu alma, sería interesante tenerla porqué se trata del alma de un sacerdote y es valiosa solo por tener un
hábito en el cuerpo pero siempre me he inclinado más por el alma infantil que siempre valdrá 100 costales de oro más que la tuya y
es un triunfo mío ante tu Salvador, ante tu carpintero, dijo Luzbel mientras salía de la capilla enviando un saludo a la cruz e imagen
de Jesucristo, obviamente con mofa, antes de salir Luzbel dijo algo que paralizó al ya de por si traumado sacerdote.
-Ah por poco y lo olvidaba, el alma infantil tan pura y sin mancha , vale 100 costales de oro pero vale 1000 más cuándo se trata de la
de un recién nacido como el pequeño Ferbel 10 años atrás.
Tadeo se quedó rezando y copiosas gotas de sudor caían por su rostro, tal vez esa era la razón del comportamiento obscuro y taciturno de su
sobrino, era una razón tan cruel como increíble: FERBEL ARMENTA PERDIÓ SU ALMA EL DÍA EN QUE LUZBEL ENTRÓ A SU CASA EL
DÍA QUE NACIÓ Y MURIÓ AL MISMO TIEMPO.
En tanto en esa fiesta extraña, Ferbel se lucia como todo un jinete experto pero de pronto bajo del caballo y camino sin aparente rumbo
fijo, Ricardo y María Eugenia le gritaban tanto que sus gargantas se lastimaron pero el pequeño sonrió, lo cuál era ya un mérito pues nunca lo
hacia, pero la figura de un hombre manco con un bastón como punto de apoyo y una caja que era un regalo de cumpleaños, le robaron una
emoción al niño sin alma, se arrojó a sus brazos lo cuál ni con su padre le nacía hacer, ambos quedaron pegados al césped al ver de quién se
trataba, especialmente María Eugenia pues lo reconoció como el tercer invitado en la noche del sexo, el de la pata de cabra viscosa y
desagradable rozando sus piernas.
Luzbel cargaba a Ferbel como si fuera su padre, parecía increíble tomando en cuenta que su cojera era grave pero lo sostuvo largo
tiempo, Ferbel susurraba a su odio y Luzbel hacía lo mismo, ignorando a los padres del niño, a los invitados y a Tadeo que tembloroso había
salido de la capilla para presenciar aberrante espectáculo, los invitados fueron despidiéndose uno a uno, cabe señalar que eran menos que
hace 1 año debido a la poca simpatía del primogénito y a la reprobación del estilo de vida de los Armenta y hasta del sacerdote que no era
capaz de acabar con esa actitud poco cristiana.
Ferbel no se mostró interesado por despedirse de los niños que habían ido a su fiesta, estaba muy entretenido con el padrino que había
salido de quien sabe dónde, viendo con curiosidad la caja que tenia en su mano.
-Pequeño Ferbel, te prometí que me verías pronto y conmigo vino este regalo que espero te guste, creo que es el mejor regalo que
puedes recibir.
Ferbel abrió la caja misteriosa, suave al tacto como si fuera echa de piel humana y dentro había…. ¡NADA ABSOLUTAMENTE NADA!
-Ferbel ese regalo es especial, no es una caja ordinaria, de eso puedes estar seguro, pudiera parecerlo pero créeme que…
Creo que es hora de que se vaya tu... Padrino , Ferbel, dijo con voz temblorosa Ricardo.
-Acabo de llegar y ya me desean lejos de ustedes, que mal, hace 10 años me dejaron entrar y platicamos largas horas ¿No lo
recuerdas Ricardo? Sollozabas con tu hermano el cura porque Ferbel dormía más de lo de debido y tú María Eugenia en la cama
revolcándote por el dolor de un parto complicado. 9
10. -Como olvidar el pasado si vuelve a ti después de 10 años, dijo María Eugenia con mirada altiva.
-No te molestes querida pero he decidido quedarme un par de días, soy alguien muy ocupado pero con Ferbel haré una
excepción, digamos que aunque no nos hemos dejado de ver, necesitábamos tener un acercamiento como es debido, este lazo de
padrino y ahijado es indestructible .
-Padrino no hagas caso, ven te mostraré toda la casa.
-No es necesario ahijado, ya la conozco más que tú, te lo aseguro, hace 10 años el día que naciste vine y tus padres e incluso tu
tío que ahora parece no alegrarse con mi visita, me recibieron con los brazos abiertos ¿No es así? Dijo Luzbel mirando fijamente a
Ricardo, María Eugenia y Tadeo, mientras lo hacia sus ojos se volvían completamente vacios, más tétricos de lo que ya eran.
De pronto los 3 cómplices de la venida de Luzbel esa noche lluviosa a la casona, comenzaron a recordar y lejos de dar gracias por
hacerlo, lo lamentaron profundamente, Tadeo quedó inconsciente y por ende no supo lo ocurrido a continuación: Los padres de su sobrino
pactando con el diablo solo por salvar su pellejo, terminando de regalarle al ángel caído la ya de por si perdida alma del infante y
regalándole también lo poco que quedaba de humano de su hijo.
Sí, Luzbel no había subido a la tierra solo por ver a Ferbel y darle pequeñas palmadas en la espalda, tenia su alma pero su pequeño y nada
indefenso ahijado lo ayudaría a recolectar pequeñas almas inocentes, las que valían más que 1000 costales de oro, lo cuál significaría una
victoria monumental contra su enemigo de siempre, el que lo expulsó del paraíso y ¿Cómo lograría tal hazaña?
LA RESPUESTA ESTABA EN ESA CAJA FORRADA DE PIEL HUMANA… LA ATRAPA-ALMAS… EL INFIERNO EN MINIATURA.
10
11. Capitulo 4:
Recolectando almas
Luzbel cumplió su macabra promesa: Quedarse en casa de los Armenta pese a la oposición de Ricardo y María Eugenia y pese al pánico
del Padre Tadeo y dichos sentimientos se acrecentaron con el transcurso de los días porque ¿Cómo sacas al diablo de tu casa si tú mismo
le permites la entrada?, parecía que los tres se negaban a aceptar que la intromisión de Luzbel en su hogar y en su vida fue en parte
responsabilidad suya y el arrebato del alma del pequeño Ferbel fue la cereza del pastel… Solo ellos podían creer que el niño fue
resucitado por las fuerzas del mal y no por Dios y eso suponiendo que Ferbel desde su nacimiento fuera un niño y no un bulto enviado por
el mismísimo Luzbel para sus planes malignos de recolectar almas infantiles… ¿Cuál sería la verdad?.
La relación de Ferbel y su demoniaco padrino era lo que seguía de perturbadora, hacían salidas nocturnas todos los días, siempre
acompañados de esa cajita misteriosa y volvían ya muy de madrugada aprisionando con fuerza ese regalo inusual de cumpleaños, Ferbel
como siempre con la mirada vacía se dirigía a su recámara y Luzbel bueno… era de suponerse NO DORMÍA, rondaba la casa toda la
maldita noche y solo se podía escuchar el crujir de la madera vieja por el movimiento del bastón y el arrastre de esa pata de cabra
horripilante y vomitiva.
Un día Tadeo pide un permiso especial para permanecer al lado de su hermano y cuñada inventando una enfermedad de su hermano, debe
actuar y sacar a Luzbel como sea pero ¿Cómo un mortal puede competir contra el diablo? La sola idea era risoria y suicida pero tenía que
rescatar el alma de su sobrino, hacer que el diablo volviera al infierno o morir pero al menos todo terminaría, si tan solo se hubieran
resignado a la muerte del niño ese 2 de noviembre, nada hubiera pasado y no tendrían al diablo merodeando su hogar y sus vidas.
El caballo Satán era sin lugar a dudas hermoso y Cristina era la única niña que se atrevía a ser amiga de Ferbel, deseaba aprender a
montar, era hija de la criada de confianza, lo que llamaríamos el ama de llaves de los Armenta y los patrones accedieron a darle clases a la
niña con el profesor de Ferbel quién solo iba a pasear pues el pequeño era un gran jinete y no requería sus lecciones pero un día el profesor
no apareció y ese fue EL ÚLTIMO DÍA QUE SE LE VIÓ CON VIDA A CRISTINA de apenas 7 años de edad, lo curioso es que no se encontró
cuerpo alguno y lo más curioso y sospechoso fue que Ferbel fue el último en ver a la niña con vida.
La madre de Cristina sollozaba tan fuerte que hizo que las paredes se cimbraran por su dolor, Ricardo y María Eugenia no deseaban pensar
mal pero como no iban a hacerlo, sabían que el padrino de su hijo no era común y corriente y podía estar detrás del fatal destino de Cristina
así que la policía no sospecharía de un niño, tal vez la niña fue raptada y así se manejó y la madre de la niña lo aceptó como una
esperanza, era preferible a aceptar que estuviera muerta.
Ricardo salió un momento con la ama de llaves y la policía a dar todo lo que supieran para encontrarla, llevaron una foto de la pequeña y la
madre volvió a llorar, María Eugenia se quedó sola con Ferbel, Tadeo apenas iba rumbo a la casona desesperado por llegar y terminar la
pesadilla. Ya de noche María Eugenia decidió dormir con un camisón de seda semitransparente, tenia apenas 30 años y seguía igual de
bella que 10 años atrás, era increíble que su belleza, cuerpo y todo fuera de un hombre de 50 años y disfrutara tanto las noches con
él, estaba sin cobijas, con sus pies cayendo un poco de la cama, dormía profundamente pero el ruido de la puerta la hizo despertar.
-Ricardo amor, creí que tardarías más tiempo ¿Qué ocurrió? Esta mejor Griselda, pobre, no dejo de pensar en la pobre Cristinita.
11
12. -Afortunadamente ella esta mejor, creo que debe aceptar que la niña murió, nadie desaparece de la nada, es imposible dijo Ricardo
mientras acariciaba las piernas de su mujer.
-Oh pero sería tan reconfortante que la niña estuviera bien, sabes no descanso sabiendo quién esta rondando nuestra casa todas
las noches ¿No hay modo de sacarlo de la casa? Deberíamos pedir a Tadeo que haga un exorcismo, ahora que recordamos todo lo
que pasó ese día, podríamos…
Ricardo no le permitió acabar la idea, la beso de forma tan pasional y extraña que María Eugenia no podía más que tratar de responder de
la misma forma, sentía su lengua más larga de lo normal, la sentía moverse por toda su boca pero sintió un despliegue de excitación nunca
imaginada, de pronto Ricardo estaba sobre ella y le arrancó el camisón de un tirón, María Eugenia quedó sorprendida ante la forma tosca de
tocarla, besarla y acariciarla pero lo permitió. Éste continuó apretujando sus senos con fiereza, dejándole los dedos marcados, mientras
que con su rodilla rozaba su sexo hasta que la metió un poco y ella ahogó un grito de dolor y a la vez de excitación.
-Riiiii…car…. do, me lastimas amor! Con delicadeza como siempre.
-Te deseo amorcito decía Ricardo al oído mientras UNA LENGUA DE SERPIENTE besaba su oído…. Claro ¡No era Ricardo!.
-Ri….car----
-¡Calla! Déjame hacerlo, así, así….fuerte…
Entonces Luzbel con la apariencia de Ricardo puso los brazos de María Eugenia de un extremo a otro, la beso con fiereza en los labios
mientras introducía un enorme miembro viril en su sexo tan fuerte que ella sintió que las entrañas se le desprendían, él gemía de una forma
tan brutal y grotesca que ella le decía que parara pero él continuaba dando embates más fuertes y así continuó 2 largas horas, tan fuerte y
doloroso fue que la joven y bella esposa de Armenta lloró mientras veía las sábanas llenas de sangre. Luzbel desnudo acariciaba su cabello
negro y rizado mientras le besaba el hombro, ella volteó y quedó aterrada.. Más aterrado quedó Ricardo al entrar a su recámara y ver ese
espectáculo escabroso:
LUZBEL EN LA CAMA CON SU MUJER, ACABANDO DE TENER SEXO Y CON LAS SÁBANAS LLENAS DE SANGRE.
-Ricardo..¡Dios mio! No lo sabía, eras tú gemía María Eugenia , te lo juro amor, se levantó como pudo con las piernas ardiéndole
del dolor.
-¡Dios mio! ¿Qué le hiciste a mi mujer?
-¿Qué le hice? Le di placer, dijo Luzbel recostado desnudo con su peculiar sonrisa que daba más miedo que simpatía.
-Maldito, voy a matarte
-Nooooooooo, Ricardo!
Ricardo se acercó queriendo hacer lo más estúpido del mundo: QUERER MATAR AL DIABLO, tal vez se negaba a creerlo pero el ver a su
mujer en tan lamentable situación lo hizo actuar pero Luzbel de repente se levantó y parecía medir más de 2 metros, parecía tener cuernos y
sobre todo esa horrenda pata de cabra lucía peor y bueno tenia cola, le habló de forma tan grave y espantosa que Ricardo ahogó un grito y
cayó desplomado, su esposa cayó desmayada y cuándo despertó supo la terrible noticia: Ricardo había muerto de un infarto fulminante al
corazón, lo otro no había cuerpo que enterrar, el último que lo vio con vida fue Luzbel que ahora estaba convencida ERA EL DIABLO. 12
13. Sería alentador creer que el cuerpo de Ricardo descansaba en el mausoleo de los Armenta pero no era así, su cuerpo y alma yacían en lo
más profundo del infierno y el alma y cuerpo de la pequeña Cristina también, lo tétrico es que ambos sentían el dolor y no podían
salir, sentían el fuego del infierno en todo su esplendor, ambos por circunstancias diferentes.
La pequeña Cristina fue convencida por Ferbel de montar a Satán solo con su ayuda, era un jinete experto y la niña no tenia porqué
desconfiar de su amigo ni mucho menos de esa cajita forrada de piel que no soltaba ni un segundo, de pronto estaba arriba de Satán y todo
iba bien hasta que apareció el padrino de Ferbel y la niña sintió mucho miedo. Luzbel hizo un chasquido con los dedos y el caballo comenzó
a desquiciarse, corriendo como loco por todo el lugar, Cristina que no sabía nada de caballos, cayó de bruces raspandose toda la cara y
hiriéndose gravemente, trató de levantarse pero el Diablo estaba ya frente a ella con su forma natural, la misma forma que vio Ricardo antes
de morir y la niña quedó en shock .
Ferbel abrió la misteriosa caja que en apariencia no tenía nada pero si tenía algo que ningún ser humano quisiera ver en su vida y mucho
menos en su muerte: LAS PUERTAS DEL INFIERNO… lo lamentable es que la niña era pura y sin mancha como es común en un infante
pero esa caja era el INFIERNO y poco importaba tu pureza de espíritu, era un atrapador de almas y la niña fue absorbida tan rápido como
ese horror se abrió, se escuchaban ruidos grotescos del interior y Cristina no era la única niña atrapada en el infierno, había más… Ferbel y
su padrino no habían hecho esas rondas nocturnas por nada, se habían dedicado a atrapar almas de inocentes y esa caja en cuánto recibía
su alimento se cerraba y ellos eran los únicos que podían abrirla… Cristina seguía viva igual que los otros niños cuyos cuerpos no
aparecieron y dieron por secuestrados pero ¿Cómo liberarlos?.
El destino de Ricardo fue peor y menos alentador, él murió de un ataque de corazón pero también al recordar, al ser forzado a recordar por
el ángel caído, el diablo se presentó a él en su forma natural y le refrescó la memoria, Ricardo nunca fue el hombre devoto, fiel y ejemplo de
la sociedad que siempre aparentó, mucho menos un creyente sincero,…No… Ricardo era de esas almas que tanto le agradan al diablo
corrompidas, crueles y sin pizca de conciencia de sus actos, él fue uno de los portales de Luzbel para entrar como si nada a su hogar, esa
conversación mental fue suficiente para que Ricardo enloqueciera con sus propios demonios, recordemos ese diálogo:
-Ricardo dime ¿Porqué te indignas ante el acto de fornicación de tu esposa conmigo? Creo que estás siendo injusto, además creo
que la sangre de tu amada entre sus piernas es proporcional a la sangre de las piernas de Eva, ahhh la pequeña Evita.
-No sé de que me hablas se repetía entre si Ricardo.
-Ricardo no me lastimes por favor, le diré a mis papás, no me lastimes, me duele, decía Luzbel con la voz de una pequeña de
escasos 10 años la misma edad de Ferbel… Déjame por favor.
-No te dejaré, tú tienes la culpa y si dices algo le diré a mis padres que mientes y te mataré ahora Luzbel con la voz de Ricardo.
-Eva… Eva murió por un accidente, yo nunca le hice nada, decía Ricardo.
-Claro que le hiciste y mucho… jajajajaajaja ah Ricardo tu alma fue mía desde el mismo instante en que fornicaste con tu hermana
sin importarte que fuera una niña, gustos algo juveniles los tuyos y ese mismo día no pudiste fornicar con ella, Eva escapó
saliendo de su casa, ahhh de esta misma casa herencia de tus padres, corrió pero fue inútil, la alcanzaste y antes de que te
delatara decidiste destrozarle el cráneo con una piedra pero nadie sospechó de ti cuándo apareció el cuerpo de la niña, todos
culparon a un hombre mal de sus facultades mentales que en realidad fue el héroe que encontró tu crimen ¿Quieres que siga?
13
14. -Calla, calla Satán… callateeeeeeeeeeeeeeeee gritaba Ricardo mientras esas imágenes se le presentaban frente a sus ojos.
-¿Qué me dices de Griselda y su pequeña Cristina? ¿Tú esposa sabe que una noche haciendo caso a tus impulsos poseíste a la
criada por la fuerza? ¿Qué ella decidió callar por tus amenazas y porqué necesitaba el trabajo?
-Eso fue consensual, Griselda me provocó y…
-Jjajajajaajjaa reía a carcajadas el diablo, ¿Pretendes que lo crea? Ricardo no te sientas mal por no haber reconocido a tu hija, era
un sol la niña y creo que te dará gusto saber que ambos podrán disfrutarse como padre e hija en el mismo infierno.
-Noooooooooooooooooooo, yo no iré ahí, noooooooooooo, ¿Dime qué hacer? Noooooooo Dios gritaba Ricardo en su mente.
-¿Dios? Ah Ricardo pero si Dios, tú Dios soy yo, deberías estar contento, te ganaste tu pase directo al infierno y yo mismo te
enviaré, ese privilegio solo lo tienen mis consentidos y tú eres uno de ellos, envíale mis saludos a la pequeña Cristina de mi parte
y ahora regresa a tu hogar hijo mío jajajajajajjaaa.
Ese fue el final de Ricardo y el final lastimoso de la pequeña Cristina que aún tenia escapatoria al igual que otros niños pero ¿Cómo?
Mientras tanto en la noche Ferbel escuchaba sus gritos de dolor queriendo salir de esa caja forrada de piel que cuidaba con devoción
mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.
14
15. Capitulo 5:
Sangre Maldita
Tadeo quedó estupefacto ante la noticia de la muerte de su hermano, no le sorprendió tomando en cuenta a manos de quién murió y la causa
de su infarto, María Eugenia se lo contó todo en cama aún lastimada por esa noche de sexo bizarro y traumada al ver su verdadera
forma, estaba desquiciada y tomaba píldoras para tratar de borrar esa imagen de el mismísimo Diablo en su cama y matando a su
marido, Ferbel ni siquiera mostraba mortificación por la muerte de su padre, no derramó ninguna lagrima, al contrario sus salidas nocturnas
con su padrino continuaron sin interrupciones y de su madre pues nunca iba a verla, María Eugenia solo escuchaba sus pisadas al entrar a su
recámara.
-Lo he intentado todo Tadeo pero nada funciona, rece tan fuerte y con tanta fe deseando que todo terminará, que la presencia del
mal se largara de la casa pero sé que él escucha y arrastra su bastón por toda la casa, nunca duerme y siento que me espía, creo
que voy a morir, alcanzaré a Ricardo y a Eva tu pequeña hermana también, dijo con voz trémula la joven viuda mientras lloraba
copiosamente.
-¿Eva? Creí que Ricardo nunca te había mencionado a nuestra hermana muerta, hicimos ese pacto aquel día en que…
-En que la encontraron con el cráneo destrozado dijo María Eugenia con firmeza.
-¿Cómo lo sabes? Preguntó Tadeo.
-Lo escuché… él se lo dijo a Ricardo pero no sé porque, después me desmaye y no supe más de mi.
Tadeo estaba confundido, Ricardo y él habían hecho un pacto de no decir nada sobre Eva, harían lo que sus padres en su momento fingir
que nunca existió, el cadáver de su hermana se le presentaba en la mente y lo agobiaba, fue demasiado ver su cuerpo infantil y su rostro
torturado de esa forma… pero él no sabía la otra parte de la historia, pronto la conocería.
-Yo creo tener la fórmula para sacar al mal de esta casa y de nuestras vidas pero no creo que aceptes dijo Tadeo con el rostro
agachado.
-¿Qué es? ¡Haré lo que sea con tal de terminar con esta pesadilla.
-¿Aunque Ferbel deba ser sacrificado?
María Eugenia no entendía o no quería entender, que la única forma de sacar al diablo era a través de Ferbel, de renunciar a ser su madre y
permitir que el mal se lo llevara.
-No me veas así María, dijo Tadeo mientras sacaba un libro de exorcismos de su hábito, pero lo estudié antes de venir aquí, con
oraciones el mal no se irá y muchísimo menos renunciará a Ferbel, la clave es la pata de cabra: LA SANGRE DE LA PATA DE
CABRA.
-¡No, me resisto a renunciar a Ferbel! Debe haber otro modo!
-¿Te has preguntado porqué tu hijo es tan raro María Eugenia? Aceptémoslo Ferbel no es un niño normal, desde que nació su
destino fue marcado por el diablo, tiene su marca y sabes creo que no tiene alma, hace 10 años Luzbel se la llevó y lo que vemos
todos los días es un cuerpo hueco sin espíritu y por lo tanto sin nada bueno que ofrecer.
15
16. Cuándo el Padre Tadeo terminó esa nada agradable charla con su cuñada, estaba decidido a terminar con su sobrino si era la única manera de que
Luzbel volviera a dónde pertenecía, absorto en sus pensamientos, la intromisión de un bastón plateado obstruyéndole el paso, lo asusto tanto que estuvo
a punto del colapso.
-Padre Tadeo desde que llegué a mi hogar, no había vuelto, me alegra verlo de nuevo aunque sea con el fin de acabar conmigo, dijo Luzbel
sentado cómodamente en el sofá que estaba en la pequeña estancia, siempre con la mirada hacia su bastón.
-¿A hora quedó mudo Padre? Con su exquisita cuñada planeaba como eliminarme y ahora no dice nada.
-¿Y como lo supiste? ¿Escuchas tras las puertas? Pregunto Tadeo.
-Jajajaja, rió estruendosamente Luzbel… ¿Olvida quién soy yo Padre? Yo no necesito espiar las conversaciones ajenas, yo solo lo sé, su Dios
no es el único capaz de leer el pensamiento.
-Ah Padre Tadeo sería tan sencillo si me arroparan en sus brazos y me aceptaran como el amigo que soy, remató el diablo siempre haciendo
mofa de el miedo y el enojo del sacerdote.
-¡Basta! Gritó tan fuerte Tadeo que María Eugenia se sobresaltó pero no pudo levantarse debido al dolor. ¡Basta maldito engendro! ¡Basta! ¡No
importa lo que tenga que hacer, rezaré más, haré un exorcismo, derramaré mi propia sangre pero tú saldrás de esta casa!.
-Admiro su determinación y valentía, se necesita tener bastante para enfrentarse a mi y sobre todo retarme pero lamento desilusionarlo, NADIE
QUE ME HA INVITADO A SU HOGAR, PUEDE SACARME DE EL.
-El problema es que nadie te invitó a esta casa, todos debimos resignarnos cuándo mi sobrino murió pero no, debatimos sobre porque Dios era
tan injusto, yo no hice lo que debía, convencer a mi cuñado de que había sido voluntad de Dios la muerte de Fer… su primogénito.
-¿No? Piénselo bien Padre, debería preguntarse porqué esta casa ha sido mía desde que fue construida, más bien desde la muerte de la pobre
Evita.
-Eva… dijo Tadeo tomándose el rostro, recordando el cadáver de su hermana.
-Veo que su hermano no era el único en querer negar la existencia de Eva, usted también… ah Padre Tadeo ¿Nunca se ha preguntado porqué
sus peticiones a Dios nunca han sido escuchadas?.
-No quieras confundirme maldito dijo Tadeo al mismo tiempo que tomaba de la solapa de su saco negro a Luzbel pero como era de esperarse el
diablo lo tomó de los brazos y Tadeo sintió que se quemaban bajo su sotana.
-¡Suéltame maldito, suéltame!.
La voz de Luzbel cambio entonces frente a sus ojos y también su aspecto físico, entonces Tadeo entendió que las descripciones acerca de la horrenda
fisonomía del ángel caído durante su expulsión del paraíso a manos de Dios estaban muy alejadas de la terrible realidad, pues era mucho peor: Los ojos
de Luzbel se volvieron ovalados negros llenos de maldad, cuernos sobresalían de su cráneo, garras eran las que ahora quemaban los brazos del
sacerdote, la horrenda pata de cabra parecía gelatinosa llena de gusanos mientras que la otra era una pierna semihumana con enormes garras deformes
sobresaliendo, en tanto su rostro se hacia más repugnante sin nariz, con una larga lengua de serpiente lamiendo el rostro de Tadeo y su cola estaba llena
de puas filosas, además el olor de 10 años atrás no era más que azufre y era tan repugnante que Tadeo vomitó sobre su hábito.
16
17. -¿Asustado Padre? Jajajaaja repetía Luzbel con una voz cavernosa peor que una película de terror, pobre chico siempre a la
sombra de su hermano Ricardo y la vergüenza de sus padres, adorador de Evita y enamorado de un imposible durante años, que
vida tan agobiante la tuya Tadeo, siempre los vi, los cuidé y los visité en las noches, siempre esperando este momento…
-AGHHHH gritaba Tadeo de dolor al ver el humo y fuego saliendo de sus brazos… su…el…tame!
-No padre, prosiguió el diablo, los humanos son tan inocentes al llamarme y después quieren correrme como si fuera un maldito
mortal como ellos, pobres nunca pueden deshacerse de mi, al contrario nos hacemos uno solo aquí y en nuestra casa el INFIERNO
jajajaja, siempre he sido más inteligente que ese Dios patético que todos adoran.
-Callatéeeeeeeeeeee…. Tadeo fue soltado por el diablo sin previo aviso pero sus brazos quemados gemían por si solos de dolor.
Luzbel volvió a su forma “normal” manco pero normal, parecía cualquier ser humano a excepto de esa maldad latente en sus ojos.
-Padre Tadeo no quise herirlo , creo que debe rezar más para que su Dios se apiade de su alma, lo necesita mucho jajaajajajaa.
Luzbel despareció frente a sus ojos y Tadeo creyó vivir una pesadilla pero no fue alucinación, sus brazos decían todo lo contrario.
No fue una sorpresa que al día siguiente, el médico se mostrara preocupado por sus brazos, parecían haber sido metidos en un horno a la
temperatura máxima, lucían muy mal y al ver el aspecto deteriorado del cura, el galeno creyó que tras la muerte de su hermano, el
sacerdote había olvidado el valor de la vida.
-¿Cómo van las cosas en su casa Padre? Primero su cuñada me llamó y estoy aún sorprendido por sus heridas y… ella estaba tan
avergonzada, parecía como si un tubo de 50 centímetros de ancho la hubiera atravesado sin parar.
.¡NO PASA NADA! ¡EL DIABLO SE HA METIDO EN NUESTRA VIDA! Dijo Tadeo alterado.
-Pero Padre, no puede hablar del Diablo si usted es un servidor de Dios, confíe en él, nada …
-¡USTED ES NO SE META EN LO QUE NO LE IMPORTA! Refunfuño Tadeo mientras salía del consultorio alterado y fuera de si.
El médico solo dijo lo siguiente:
Los Armenta serán una familia destinada al horror del infierno, no creen en Dios y están completamente locos.
En tanto Tadeo aún fuera de si y perdido en esa imagen escabrosa del diablo, llegaba a su casa solo para toparse con Ferbel y su
madre, quién aún abrumada por el dolor lo tenía de la mano acercándose al estanque que estaba justo fuera del hogar, suficiente para
ahogar a un niño aunque este no tuviera alma alguna por la cuál orar, Tadeo corrió en esa dirección pero parecía que sus pies quedaban
atrapados por el piso y sentía que no avanzaba nada.. Solo fue testigo de algo peor, María Eugenia dentro del estanque y Ferbel su sobrino
de 10 años ahogaba a su madre mientras las piernas de ella chapaleaban en el agua, Luzbel en tanto presenciaba el acto desde lo más alto
de la casona con una sonrisa de satisfacción, Tadeo grito tan duro que Ferbel volteó y lo saludo como si nada hubiera pasado, Tadeo gemía
de dolor: Esa mujer de la que estuvo enamorado siempre fue María Eugenia la esposa de su hermano y acababa de morir.
17
18. Capitulo 6:
Las puertas del infierno
El Padre Tadeo había presenciado la muerte de su amada María Eugenia de la forma más atroz posible y no encontraba explicación de
porqué había entrado a ese estanque sin oponer resistencia, lloró tanto que sus ojos lucían hinchados y su aspecto más demacrado que la
vez de la visita con el galeno, cabe señalar que Luzbel y Ferbel continuaban sus salidas nocturnas y Tadeo estaba seguro de que sería el
siguiente si no hacía algo. Le atemorizaba pensar que su amor por su cuñada fuera la causa de su poca vocación sacerdotal lo cuál no
permitía que sus súplicas a Dios fueran escuchadas.
De repente escucho pisadas tan fuertes que los cuadros religiosos se movieron sin parar, lloró, era tan débil en fe y mente que creía haber
enloquecido por completo, el sacerdocio solo había sido un pretexto para evadir su realidad, el amar a su cuñada, desearla y ver como se
casaba con su hermano y tenia sexo con él mientras él se retorcía en sus sábanas imaginando su olor, su piel y sus labios, no sabía el
pecado de Ricardo pero el suyo era grave tomando en cuenta la sotana que portaba con orgullo y vanidad cada vez que en la calle lo
saludaban con respeto… eso fue hace 10 años, ahora todos veían a los Armenta como la familia loca de la alta sociedad, la familia de las
muertes sin explicación, sin sepelios y la familia del sobrino chiflado con un padrino que daba miedo solo de verlo a los ojos directamente.
Tadeo se armó de valor aunque fuera poco, entró a la habitación de Ferbel que lucía deprimente, nadie podría imaginar que esa habitación
sin luz, sin juguetes y con un aire de negatividad fuera la de un niño de 10 años, de pronto sus ojos se posaron a esa caja forrada de piel
humana ahora lo sabía, trató de abrirla pero sus intentos fueron en vano, de repente la dejó en su lugar y esa caja atroz comenzó a moverse
y debió pasarse los dedos muchas veces por los oídos y por los ojos porque simplemente era una locura lo que estaba presenciando:
Dos grotescas garras se formaban del forro de piel humana y se movían frente a sus ojos, se escuchaban gruñidos, lamentos, suplicas y
como si fueran uñas enterrándose en esa caja provenientes de adentro pero… ¿Cómo era posible si cuándo Ferbel la recibió estaba vacía?
De pronto una voz familiar proveniente de esa caja le habló:
-¡Sácame de aquí Tadeoooooo! ¡Sácame sufro mucho!
Sí, era la voz de Ricardo pero escucha otra más, diría que varias más:..
-Tenemos miedo sáquenos de aquí…
Eran las voces de niños y una le parecía tan familiar… su corazón latió a mil por hora, era Cristina la hija de Griselda, desaparecida
y por la cuál la criada había dejado la casona agobiada por el dolor y también por la presencia de ese hombre manco que le
inspiraba tanto temor.
-¡Dios Mio! ¡No puede ser!..¡No!
-Si puede ser tío, dijo Ferbel desde las puertas de su habitación, bienvenido a nuestro hogar, esa caja representa nuestro hogar, mi
padrino y yo hemos trabajado porque nuestra casa este llena de la mayor cantidad de almas posibles y lo hemos logrado, ahí está
papá, mamá, cristina y próximamente tú.
18
19. -No, yo no Ferbel, tú irás directo al infierno pero yo no, nooooooooooooo.
Tadeo corrió hacía su ahijado y sacó de entre su sotana un cuchillo, Ferbel sorprendido lucho con su tío con una fuerza equivalente a la de un
ser humano y él ya no se sorprendió… ¿Cómo hacerlo? Siempre fue ahijado del diablo, de pronto lágrimas corrieron por los ojos de sus
sobrino quién le suplicaba por su vida, Tadeo recordó el día de su nacimiento y muerte, las palabras de Luzbel respecto a lo valiosas que eran
las almas de recién nacidos como la de Ferbel equivalente a 1000 costales de oro pero no podía dar marcha atrás… Ferbel no era un niño y
por lo tanto no podía actuar con consideración.
-Tío, no me mates… te quiero… decía Ferbel con ojos llorosos,
-No me engañarás repetía Tadeo, tú no eres mi sobrino, él murió ese 2 de noviembre, tú eres producto de… ¡Maldición!.
Tadeo clavó entonces el cuchillo en dónde se suponía estaba el corazón de su sobrino, no una sino varias veces, con los ojos cerrados
pidiendo perdón a Dios, de pronto varios gruñidos surgieron del cuerpo ensangrentado de Ferbel y su aspecto parecía más la de un pequeño
demonio que la de un niño, sus teorías eran acertadas, esa cosa nunca fue su sobrino, lo empujo y el cuerpo cayó inerte en el suelo, tomó su
sangre y la puso en un frasco, ahora faltaba lo peor…
¿Cómo conseguir esa pata de cabra?
De pronto sus pensamientos fueron interrumpidos por fuertes aleteos frente al ventanal de la recámara de Ferbel, sí, era Luzbel de nuevo con
su forma natural, la más espantosa de las visiones y de la cuál aún no se recuperaba, estaba frente a sus ojos rechinando sus afilados
colmillos, furioso al haber matado a su ahijado, a su cómplice y mensajero, de una sola patada el ventanal se rompió… antes de que tuviera
tiempo de correr Luzbel tomó a Tadeo de la sotana y lo llevó por los aires hasta que lo tiró al piso justo dónde Eva había muerto hace tantos
años.
-¿Crees que matando a Ferbel, me derrotarás? ¡Mortal estúpido!
Luzbel dio tantas patadas a Tadeo que este sintió como su columna vertebral se hacía pedazos.
-Jajajaja, esta casa es mía, desde que tu hermano fornicaba con tu hermana, desde que la mató destrozándole el cráneo, desde que
tus padres renunciaron a Dios y me adoraron a mi, desde que te enamoraste de tu cuñada y tenias sueños húmedos con ella aún
siendo sacerdote.. ¿Sigo Padre? Repitió con voz cavernosa el diablo… desde que María Eugenia dio a luz a un niño muerto y usted
mentalmente deseó que Dios no existiera, que algo viniera y diera vida a su sobrino sin importar que.. Yo vine y usted me permitió la
entrada, sabía quien era , sintió mi olor, supo cuál era el motivo de mi cojera, cuándo lo ahogue hace 10 años lo enfrenté con sus
pecados Padre, usted y su cuñada Padre oh jajaja creyeron hacerle un favor a su hermano dándole el hijo que tanto deseaba, en una
noche inolvidable…
-No, no, no es cierto… noooooooooooo…. Tadeo decía una y otra vez.
-Sí repetía el diablo riéndose, claro que si Padre… realmente Dios para usted nunca existió, fue una buena arma para ser
respetado, respeto que nunca tuvo ni de sus padres, ya no te engañes Tadeo, tú me llamaste… solo tú me llamaste jajajajajajajaja….
TODOS ME LLAMARON, TODOS,
-No, Tadeo arrastrandose trataba de llegar a las puertas del infierno, a esa caja que tenía atrapadas las almas y cuerpos de esos
niños y la de su hermano.
-¿Para que buscar una simple caja si el infierno está a sus pies Padre? jajajajajajaa 19
20. Efectivamente, a los pies del Padre, estaba el infierno tan real como palpable… Tadeo seguía negando su realidad, la sangre de los Armenta
era maldita, corrupta, perdida, características suficientes para estar en ese lugar tan temido por todos los mortales que aún tienen temor a
Dios, ese Dios que nunca le importó en realidad y cuyas oraciones no fueron escuchadas porque carecían de corazón y fe real pero los niños
nada tenían que hacer ahí, no podía soportarlo pese a ser un alma perdida.
-Libera a esos niños, te ofrezco mi alma, solo mi alma.
-¿Tu alma? Jajajajaja… rio el diablo con voz estruendosa, no renunciaré a más de 1000 costales de oro por un alma corrompida desde el
nacimiento como la tuya.
-Lo sé pero ellos son de Dios, no tuyos.
-Dios, siempre Dios, si él hubiera querido ayudarlos, ya lo hubiera hecho, son míos y aquí se quedaran, ahora es tiempo de que les hagas
compañía.
Tadeo lanzó las gotas de la sangre de Ferbel que había guardado en un frasco y ese muro indestrucitble de las puertas del infierno se
abrieron, muchas almas de pecadores trataban de salir con desesperación, clavando lo que antes eran uñas en la nada, pidiendo perdón a
Dios, Luzbel reía como demente, triunfo, realmente triunfo pero….algo pasó.. Muchas almas caían de nuevo en el pozo de la muerte y
sufrimiento eternos incluyendo la de Ricardo Armenta pero la de esos niños inocentes que Luzbel apelaba de su propiedad comenzaron a salir
apoyados por una luz tan potente que dejo ciegos a Tadeo y a Luzbel que aún volando gemía y gritaba de forma tan horrenda que el infierno
se cimbró, Tadeo levemente presenció que esas almas subían a lo más alto, a ese lugar al que él ni en sueños tendría derecho de disfrutar, un
alma de un recién nacido subía a lo más alto, era la de su sobrino más bien la de su hijo que había muerto hace 10 años y estaba en manos de
Luzbel y Ferbel ese demonio usurpador que durante años fungió como el primogénito de los Armenta.
-NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO gritaba Luzbel mientras su alas se quemaban con la luz esplendorosa que venía de arriba…
miró por unos instantes hacía arriba y la marca de su rostro maldito se veía con mayor claridad.. NOOOOOO .. CARPINTERO… al pronunciar
esto último Luzbel cayó al infierno ahogado en un grito tan sonoro que los ventanales de aquella casona explotaron y toda esa casa de
depravación y pecado quedó reducida a cenizas.
20
21. Capitulo 7:
¿El Fin?
10 años después de aquel acontecimiento en dónde la casona de los Armenta quedó reducida en polvo y Luzbel fue derrotado una vez
más por el bien y esas almas subieron a gozar del descanso eterno, nadie se atrevió a construir algo más en ese lugar, así que quedó
deshabitado de por vida, nunca encontraron cómo debía suponerse el cuerpo del primogénito de la familia, lo único que sobrevivió al
infortunado final fue el caballo Satán que fue liberado a su suerte ya que la gente temía que algo malo habitara en el… bueno no fue el
único que sobrevivió, también el Padre Tadeo o lo que quedaba de él.
Decir que la supervivencia fue un triunfo para Tadeo es un decir, tal vez era peor que la muerte y arder en las brasas del infierno pues lo
que tenía que soportar todos los días con sus noches era simplemente HORRIPILANTE.
El Padre Tadeo fue encontrado entre los escombros en estado de shock, por más que le preguntaron sobre lo acontecido nadie pudo lograr
que dijera una sola palabra, parecía un zombie ayudado por varios médicos a la vez, lo peor eran las quemaduras de sus brazos, las
cuáles habían sido curadas por un médico pero que al final habían sucumbido ante la infección, eran quemaduras tan raras que ni siquiera
una de tercer grado lucia tan mal, prácticamente se desprendían de su cuerpo y su columna vertebral lucía como si mil caballos hubieran
pasado por encima de él, cuándo lo encontraron fue incapaz de ponerse de pie y aún ayudado y recostado en una fría cama de hospital
gritaba como si los mil caballos le siguieran pasando por todo el cuerpo.
Solo gritos salían de la boca de el antes respetado sacerdote, le habían amputado los brazos del codo para abajo y por obvias razones
jamás volvería a caminar, no quedó nada de su columna vertebral, los médicos estaban asustados, NADA ES NADA, parecía polvo cuándo
lo operaron y ahora era un tipo que parecía gelatina sin soporte alguno en la espalda.
Un sacerdote anciano lo visitaba todos los días para hablarle de Dios y rezar el rosario, ese anciano era el mismo que lo instruyó en la
religión y lo ordenó sacerdote, lo estimaba y no entendía que había ocurrido, solo recordaba las historias de Tadeo respecto al mal
merodeando su hogar, el extraño comportamiento de su sobrino y lo asustado que lucía desde que Ferbel nació.
-Tadeo susurraba el sacerdote con la esperanza de tener una contestación del miserable mortal,
Tadeo no respondió.
-Hijo todos los días vendré y rezaré para que tu alma encuentre consuelo, no te venzas, Dios siempre nos protege y no permite
que el DIABLO…
-Al escuchar la palabra DIABLO, Tadeo comenzó a colapsar, parecía como si tuviera ataques epilépticos una y otra vez, el
sacerdote grito que algo malo pasaba y los médicos lucharon horas tratando de calmar a Tadeo sin éxito, lo que no sabían es que
Tadeo escuchaba y veía todos los días al DIABLO, Dios no podía protegerlo porque su alma era de Luzbel, siempre lo fue.
.-LUZBEL, LUZBEL, NOOOOO LUZBEL, dijo Tadeo con terror hasta que los médicos lo sedaron y quedó dormido.
21
22. Todo se repitió durante los 10 años siguientes a que lo encontraron en shock con la columna echa polvo y los brazos gangrenados, lo único
que repetía era Luzbel o Diablo nada más, ni una palabra diferente surgía de sus labios. En el hospital duró 5 años debido a la gravedad de
sus heridas, yacía sentado en su silla de ruedas especial viendo a la nada siempre hacía el ventanal principal, de repente asustaba a todos
echándose para atrás y gritando con tanto terror que helaba la sangre.
Los 5 años siguientes a la fecha fue enviado al manicomio, los médicos se convencieron de que algo lo había enloquecido pero era imposible
saber que fue, trataron de ayudarlo mediante especialistas de la psique pero él miraba siempre al ventanal moviendo la cabeza a todos
lados y con los pies en constante movimiento, solo decía LUZBEL o DIABLO, jamás otra palabra.
Los días de Tadeo consistían en estar en su celda especial debido a su falta de columna vertebral, no requería camisa de fuerza pues carecía
de brazos con los cuáles lastimarse o intentar matarse, solo trataban de que permaneciera sedado ya que si no era así, sus gritos
perturbaban al resto de los internados que parecían más cuerdos que él, nada quedaba del sacerdote respetado por la comunidad, vanidoso
por lucir una sotana cuyo significado no le importaba realmente, enamorado de su cuñada que a veces contemplaba en sueños para después
recordar su muerte a manos de Ferbel, el rechazado por sus padres al tener la preferencia el hermano enfermo que se aprovechaba de su
pequeña hermana, él que llamó a Luzbel esa noche y lo dejó pasar.
La noche llegó y con ella las visitas más espeluznantes que ningún mortal quisiera tener.. Tadeo sudaba copiosamente, estaba
sucio, despeinado y arrinconado lo más que podía con su silla de ruedas, rechinaba los dientes y cerraba los ojos apretandolos con
fuerza, anhelando que el sedante hiciera efecto y de repente:
-¡PADRE TADEO CUÁNTO TIEMPO SIN VERNOS!
Le dijo una voz cavernosa al oído…
FIN
22