1. Ciro II el Grande
Ciro II el Grande
Rey de Persia, Anshan, Media y Babilonia
Información personal
Reinado 559 a. C. - 529 a. C.
Nacimiento
600 a. C. o 576 a. C.
Anshan, Persis
Fallecimiento
¿Agosto?, 530 a. C. o 529 a. C.
A orillas del Sir Daria
Entierro Pasargada
Predecesor Cambises I
Sucesor Cambises II
Familia
Dinastía Aqueménida
Padre Cambises de Persia
Madre Mandane de Media
Consorte Casandana de Persia
Descendencia
Cambises
Esmerdis
Artistona
Atossa
Desconocido
Ciro II el Grande (circa 600/575 – 530 a. C.), fue un rey aqueménida de Persia (circa 559
- 530 a. C.) y fundador del Imperio persa aqueménida. Sus conquistas se extendieron sobre
Media, Lidia y Babilonia, desde el mar Mediterráneo hasta la cordillera del Hindu Kush,
creando así el mayor imperio conocido hasta ese momento. El imperio fundado por Ciro
mantuvo su existencia durante más de doscientos años, hasta su conquista final por
Alejandro Magno (332 a. C.).
2. Nombre
Ciro es la forma latinizada e hispanizada del griego Κύρος (Küros), que a su vez deriva del
persa antiguo Kūruš. En persa moderno se llama شوروک Kurosh.
Sobre su etimología, los autores clásicos Ctesias y Plutarco lo relacionaban con la palabra
‘sol’, aunque los autores modernos por lo general prefieren ‘joven’ o ‘el que humilla a su
enemigo en una disputa verbal’. El epíteto «el Grande» es utilizado por las fuentes griegas,
que también lo llaman «el Viejo» (o «el Mayor»), en contraposición al posterior Ciro el
Joven.
Orígenes
Ciro II era hijo de Cambises I de Anshan, de la dinastía aqueménida, y, según Heródoto, de
Mandane, hija del rey medo Astiages y de Aryenis, princesa del reino de Lidia. Esto le
proporciona cierta legitimidad sobre los tronos de Media y Lidia, por lo que se puede tomar
como un invento de la propaganda oficial; no obstante, las alianzas dinásticas eran usuales.
Los antecesores de Ciro lideraban los grupos persas establecidos en la zona montañosa del
este del antiguo reino de Elam (sudoeste del actual Irán) desde principios del siglo
VII a. C., bajo Aquemenes, legendario fundador de la dinastía aqueménida. Ostentaban el
título de «rey de Anshan», ciudad de fuerte tradición elamita, y desde el siglo VI a. C. eran
vasallos del reino de Media. La residencia real de Ciro se situaba en Pasargada, cerca de
Anshan; no obstante es probable que ya se utilizase Susa, otro antiguo centro urbano de
Elam, como capital alternativa.
Expansión
Conquistas de Ciro.
Conquista de Media
Hacia el 559 a. C., Ciro II sucedió a su padre Cambises I. Según Heródoto, Ciro se rebeló
contra el soberano medo Astiages, a quien logró deponer luego de recibir el apoyo de
Harpago, comandante del ejército medo. Fuentes contemporáneas dicen, corroborando a
Heródoto, que en el año 550 a. C. (Crónica de Nabonido, o Crónica de Babilonia Nº7),1 o
553 a. C. (Cilindro de Sippar), Astiages atacó a Ciro, pero fue entregado al rey persa por
3. sus propias tropas. Ciro tomó entonces Ecbatana, la capital de Media, y trasladó su tesoro a
Persia.
Es notable la frecuencia con la que Heródoto menciona generales de origen medo en las
campañas de Ciro, entre ellos Harpago. Ecbatana se transformaría en residencia de verano
de los soberanos persas. No obstante, se pueden encontrar reseñas anti-persas en las
tradiciones, probablemente de origen medo, recogidas por el historiador griego Ctesias, y
en la inscripción de Behistún, que describe rebeliones en Media hacia el 521 a. C., unos
ocho años después de la muerte de Ciro.
Conquista de Lidia
Vaso griego que representa al rey lidio Creso, a punto de ser incinerado en una pira por
orden de Ciro.
La frontera occidental del área de influencia meda era el río Halis (Anatolia, actual
Turquía), que lo separaba del reino de Lidia. Creso, rey de Lidia, era cuñado del depuesto
Astiages, existiendo por tanto una alianza matrimonial entre los dos reinos. Según
Heródoto, consultó al oráculo de Delfos sobre la conveniencia de atacar a los persas, y este
le respondió que si lo hacía, destruiría un gran imperio. Entonces, Creso cruzó el río Halys
y se enfrentó con Ciro en Pteria, no lográndose una victoria definitiva para ninguno de los
dos bandos. Creso se retiró para pasar las estaciones frías y esperar refuerzos de su aliado
Amasis II de Egipto y de la ciudad griega de Esparta, pero fue perseguido por los persas
hasta su capital, Sardes, y sitiado. Sardes cayó y, a punto de ser quemado en la hoguera, la
vida de Creso fue perdonada por Ciro. El gran imperio destruido terminaba siendo,
entonces, el suyo propio.
Esto es lo que narra el relato de Heródoto, que conviene tomar con cautela. En cambio la
Crónica de Nabonido nos informa que en el verano del 547 a. C., Ciro «conquistó el país de
Li[...]» y mató a su rey. Los símbolos cuneiformes que representan el reino conquistado
parecen poder interpretarse como «Lidia». El problema está en que contradice ampliamente
a Heródoto: en la estación de la conquista de Sardes y en la muerte de Creso.2
4. Los primeros años de la conquista persa de Lidia fueron algo tumultuosos. Pacties, lidio
encargado del tesoro de Sardes, lideró una rebelión que llegó a asediar Sardes. Esta fue
reprimida por el sátrapa Mazares, quien murió al poco tiempo. Su sucesor Harpago dirigió
la conquista de las ciudades griegas de Asia Menor.
Conquista de Babilonia
El rey de Babilonia era en aquel momento Nabonido, que había pasado una gran parte de su
reinado en el oasis árabe de Tema, pero había regresado a Babilonia probablemente a raíz
de la amenaza de Ciro. Las campañas contra Babilonia parecen haber comenzado a finales
de la década de 540 a. C. El primer hecho preciso del que se tiene noticia es la victoria de
Ciro sobre los babilonios en la batalla de Opis, en el otoño de 539 a. C. Sippar se rindió, y
Gobrias, gobernador persa de Gutium, entró sin batalla3 en Babilonia el 12 de octubre del
539 a. C., llegando Ciro varios días más tarde.
Para la conquista de Babilonia, Ciro tuvo el sustancial apoyo del sacerdocio babilonio, que
estaba enfrentado con Nabonido a causa de sus reformas religiosas. A su vez, la llegada de
Ciro es celebrada por la comunidad judía de Babilonia (Isaías 40-56).
Las provincias orientales
Pasargada: la tumba de Ciro.
Existe un problema sobre cuándo fueron conquistadas las provincias orientales del Imperio,
que corresponden a los actuales Afganistán, Tayikistán, Uzbekistán y Turkmenistán. Eran
5. habitadas por sogdianos, bactrianos y arios, pueblos de origen iranio indoeuropeo y
emparentados estrechamente con medos y persas. Son mencionadas como satrapías
(provincias) persas en el año 521 a. C. (inscripción de Behistún), por lo que necesariamente
formaban parte del Imperio de Ciro (su sucesor Cambises II no pudo haberlas conquistado
ya que sus campañas se concentraron en Egipto). Ciro pudo haberlas heredado del reino
medo, o haberlas conquistado tras la anexión de Lidia, según se puede suponer de los
historiadores griegos Heródoto y Ctesias.
Siria y Palestina
La región de Siria-Palestina, que formaba parte del Imperio Neobabilónico, fue subyugada
pacíficamente. Ciro permitió el regreso a Jerusalén de las comunidades judías deportadas
en Babilonia (Esdras), así como, según datos arqueológicos, de grupos de deportados
arameos a su tierra de origen en Siria. Las ciudades fenicias no ofrecieron resistencia, y se
estableció una especie de protectorado persa en ellas.
Campañas posteriores y muerte
Hacia el 530 a. C., Ciro emprendió una campaña contra los nómadas escitas del nordeste
del imperio, concretamente la tribu de los masagetas, dejando a su hijo Cambises como
heredero con el título de rey de Babilonia. Según informes posteriores (Flavio Arriano,
Anábasis de Alejandro Magno) fundó una ciudad cerca del Sir Daria, Cirópolis o
*Kurushkatha. En todo caso, fue superado y muerto por los masagetas acaudillados por la
reina Tomiris. Fue sucedido por su hijo Cambises II.
Familia real
Según una de las versiones presentadas por Heródoto, la esposa principal de Ciro era
Casandana, hija de Farnaspes, un miembro de la familia real Aqueménida. El dato es con
toda probabilidad correcto, ya que se ve en parte corroborado por la Crónica de Nabonido,
a pesar de que esta no menciona explícitamente de Casandana. La segunda versión, que
afirma que la madre de Cambises era una hija del rey egipcio Amasis, debe ser considerada
como un intento de legitimación de la conquista de Egipto por parte de Cambises
(527 a. C.). Del mismo modo, es descartada la versión de Ctesias, según la cual la reina de
Ciro era Amitis, hija del rey medo Astiages.
Casandana dio a luz a al menos dos hijos, Cambises y Esmerdis, y una hija, Atosa. Otras
dos hijas, Artistona y una anónima, aparecen también en el relato de Heródoto, aunque no
se conoce la identidad de su madre. Tanto Atosa como Artistona fueron sucesivamente
consortes de su hermano Cambises II, del usurpador Gaumata y de Darío I; de este último
también lo fue Parmis, la única hija de Esmerdis. Roxana, una consorte de Cambises
mencionada por Ctesias, podría así mismo tratarse de una hija de Ciro.
El Imperio
6. Ideología y propaganda imperial
El Cilindro de Ciro.
El persa es un imperio universalista. Además de «rey de Anshan» (muy usual) y «rey de
Persia», Ciro asume los títulos de «rey del Mundo» y de «rey de los cuatro extremos de la
Tierra», ambos de origen babilonio, así como «rey de Babilonia» y el arcaizante «rey de
Súmer y Acad».
Los enemigos de Ciro son vituperados, en el marco de una campaña propagandística de
legitimación. Astiages de Media es descrito en Heródoto (quien bebe de tradiciones persas)
como un rey cruel y despótico. Además, Creso fue quien cruzó el río Halys y atacó a Ciro,
este sólo respondió a su agresión. En cuanto a Babilonia, en el Cilindro de Ciro y otras
fuentes sacerdotales, la política religiosa de Nabonido, así como la propia figura del rey,
son ridiculizadas. Aun así, las tradiciones recogidas por Heródoto y Beroso hablan de que
Ciro otorgó altos cargos políticos tanto a Creso como a Nabonido.
Ciro destaca por su política de concesiones hacia los pueblos sometidos, que en muchos
casos lo hacen de buen grado, y a los que no se exige más que tributo, reclutamiento y
aceptación de una guarnición permanente. Rechaza, pues, la deportación masiva practicada
por sus antecesores asirios y babilonios, y ocasionalmente por sus sucesores persas. Con
Ciro el movimiento es a la inversa: a las comunidades deportadas, como los judíos, se les
permite regresar a su tierra.
Administración
7. Relieve de Ciro en Pasargada.
Existe numerosa evidencia de la existencia de sátrapas o gobernadores provinciales durante
el reinado de Ciro, a pesar de que un pasaje de la obra de Heródoto podría llevar a pensar
que éstos fueron posteriormente introducidos por Darío I. Durante el reinado de Ciro los
sátrapas de los que se tiene noticia son exclusivamente de origen persa, aunque hay un
número considerable de medos con posiciones de alto rango, entre los cuales Harpago
parece poseer un lugar destacado.
Si bien elementos tales como los sátrapas expresan las innovaciones del nuevo dominio
persa, es posible observar así mismo un alto grado de continuidad en muchos aspectos de
las sociedades conquistadas, entre ellos el administrativo. Tal es así que, por ejemplo,
numerosos funcionarios babilonios que iniciaron su carrera durante el reinado de Nabonido
continuaron desarrollándola ininterrumpidamente durante el de Ciro.
Ciertas regiones como Cilicia, Licia o las ciudades griegas y fenicias parecen haber poseído
un elevado grado de autonomía a nivel local.4
Religión
Asimismo, es muy notable la tolerancia religiosa aplicada por Ciro y sus sucesores. Ciro no
se entrometió en la religión de los pueblos conquistados debido a que el mazdeísmo
(religión oficial persa desde Darío I) promovía la tolerancia y el respeto a otros credos sin
imposición de creencias de ningún tipo (Yasna 31,11). En Babilonia (el Cilindro de Ciro y
una fuente sacerdotal sobre Nabonido) es considerado por el sacerdocio como un enviado
de Marduk para restablecer el orden tras las reformas religiosas de Nabonido.
Fuentes
Fuentes primarias
8. Imagen en relieve de Ciro en el Olympic Park de Australia realizada por Lewis Batros.
Textos cuneiformes de origen babilonio: Son sin duda las fuentes más fiables, por
ser contemporáneas. Entre ellos destacan la Crónica de Nabonido,5 el Cilindro de
Ciro6 7 y el Cilindro de Sippar.8 Los dos primeros están escritos desde el punto de
vista de la clase sacerdotal de Babilonia, favorable a Ciro. A esto hay que agregarle
el bagaje de documentos legales, religiosos, económicos, etc., fechados en el
reinado de Ciro, que adquieren importancia central al no ser propagandísticos.
Las inscripciones reales de Ciro halladas en Pasargada, junto a su tumba.
Probablemente son obra en realidad del futuro rey Darío I. En un bajorrelieve
(imagen a la derecha) Ciro es representado con elementos simbólicos elamitas,
asirios y egipcios, cuando Egipto fue conquistado por el sucesor de Ciro, Cambises
II.[cita requerida]
Ciro I
Para otros usos de este término, véase Ciro.
Ciro I (persa antiguo Koroush), rey de Anshan desde el año 600 al 580 a. C., o según otros
desde 652 al 600 a. C. Su nombre en persa moderno es شوروک , mientras que en griego fue
llamado Κύρος.
Ciro fue uno de los primeros miembros de la dinastía aqueménida. Al parecer, era nieto de
su fundador Aquemenes, e hijo de Teispes de Anshan. Los hijos de Teispes dividieron el
reino entre ellos después de su muerte. Ciro gobernó como rey de Anshan, mientras que su
hermano Ariaramnes fue posiblemente rey de Persia.
La cronología de este acontecimiento es incierta. Esto se debe a que se presume que Ciro
fue identificado también (aún en debate) como el monarca conocido como "Kuras de
Parsumas". Kuras es mencionado por primera vez en el año 652 a. C. En ese año, Shamash-
9. shum-ukin, el rey de Babilonia (668-648 a. C.) se rebeló contra su señor y hermano mayor,
Asurbanipal, rey de Asiria (668-627 a. C.). Se dice que Kuras tenía una alianza militar con este
último. La guerra entre los dos hermanos terminó en el 648 a. C., con la derrota y el aparente
suicidio de Shamash-shum-ukin.
Se menciona a Kuras otra vez en 639 a. C. En ese año, Ashurbanibal se las arregló para derrotar al
Imperio elamita y convertirse en el señor de sus aliados. Al parecer, Kuras estaba entre ellos. El más
viejo de sus hijos, "Arukku", según se informa fue enviado hacia Asiria para pagar el tributo a su
rey. Entonces Kuras desaparece de los expedientes históricos. Su identificación sugerida con Ciro
ayudaría a conectar la dinastía Aqueménida con los acontecimientos principales del siglo VII a. C.
Ashurbanipal murió en 627 a. C. Presumiblemente, Ciro continuó pagando tributo a sus hijos y
sucesores, Ashur-etil-ilani (627 - 623 a. C.) y Sin-shar-ishkun (623 a. C. - 612 a. C.). Ellos fueron
confrontados debido a una alianza conducida por Ciáxares de Media (633 - 584 a. C.) y
Nabopolasur de Babilonia (626 - 605 a. C.). En 612 a. C., ellos lograron capturar la capital Asiria de
Nínive. Esto fue efectivamente el fin del Imperio asirio, aunque remanentes del ejército asirio bajo
el mando de Ashur-uballit II (612 - 609 a. C.) continuaron resistiéndose al gobierno de Harrán.
Media y Babilonia compartieron las tierras controladas anteriormente por los asirios. Al parecer,
Anshan cayó bajo control de estos. Se considera que Ciro terminó sus días bajo el señorío de
Ciáxares, o de su hijo Astiages (584 a. C. - 550 a. C.). Ciro fue sucedido por su hijo Cambises I de
Anshan. Su nieto sería conocido como Ciro el Grande, creador del Imperio persa.
Se ha observado que esta cronología de su vida y de su reinado colocaría sus primeras actividades a
más de un siglo antes de su nieto. Esto supondría que el engendrar a Cambises fue durante un
período tardío de su vida, y que su muerte aconteció durante una edad muy avanzada. Se ha
discutido que Kuras y Ciro fueron figuras separadas y de relación incierta el uno con el otro. Este
último entonces habría reinado a principios del siglo VI a. C. y su reinado parecería algo fuera de
lugar. Debido a la carencia de suficientes registros sobre este período histórico sigue siendo incierto
qué teoría es más exacta sobre los hechos.
Predecesor:
Teispes de Persia
Rey de Persia en Anshan
652 a. C. – 600 a. C.
Sucesor:
Cambises I
Categorías:
Reyes del Imperio aqueménida
Nacidos en año desconocido
Fallecidos en 600 a. C.
Reyes del siglo VII a. C.