El artículo argumenta que la dolarización de Ecuador fue una decisión falaz que no logró solucionar los problemas socioeconómicos y políticos del país. Señala que los grandes bloques industriales buscan consolidar su dominio a través del uso del dólar, euro y yen en las economías satélites. Aunque Ecuador buscó éxito y cambio a través de la dolarización, entró a un laberinto sin rumbo cierto debido a las condiciones en que asumió este nuevo modelo monetario.