El documento describe la vida en México durante las décadas de 1920 y 1930. En los años 20, Álvaro Obregón se convirtió en presidente de México y José Vasconcelos regresó de un exilio corto para dirigir la educación pública. La población de la Ciudad de México creció a más de 14 millones de habitantes y las mujeres ganaron más libertades sociales. Los jóvenes de las décadas de 1920 y 1930 pertenecían a diversos grupos sociales y pasaban el tiempo en diferentes actividades culturales, políticas y de ocio.
2. El 1 de diciembre de 1920 Álvaro Obregón se
convirtió en el presidente de México. Ese
primer día del último mes, su esposa y él se
mudaron orgullosamente al Castillo de
Chapultepec (en ese entonces casa de todos los
primeros mandatarios del país). Mientras veía
como bajaban sus maletas de un carro
cuadrado, el “General invencible” –como lo
conocían– no imaginaba todas las traiciones a
cuestas con las que iba a terminar los veinte.
3. Por aquellas épocas regresaba al país José
Vasconcelos después de un exilio corto. Vino
para dirigir la Universidad Nacional, para
escuelas rurales y para que los estudiantes
mexicanos aprendieran de literatura y
universal. Más tarde, creó la SEP, y gracias a
eso los maestros mexicanos empezaron a
enseñar en las aulas a Platón y a difundir la
lectura de la Divina Comedia.
4. En 1920 el país tenía más 14 millones de
habitantes. Los capitalinos pasaban sus días
recorriendo las avenidas de la CDMX. Las
mujeres empezaron a intervenir en ámbitos
de la vida que antes estaban cerrados para
ellas. Ahora leían libros de feminismo y amor,
usaban faldas debajo de las rodillas y se
cortaban el pelo. Las más revolucionarias
usaban cigarreras, collares largos, se
perfumaban y hablaban hasta de tener
derecho de votar.
5. Los hombres por su parte, usaban (los
que tenían los recursos) sofisticados y
aparatosos trajes europeos y sombreros
hechos a la medida. Los más elegantes
llevaban un bastón y un pañuelo blanco
asomándose del bolsillo derecho de su
saco. Algunos comenzaron a vestir
pantalones cortos, con calcetines largos
y calzado de charol, como estaba de
moda en otras ciudades.
6. Los jóvenes conservadores de los años 20 pasaban sus
tardes en Chapultepec. Se paseaban por los jardines
con cierto aire burgues. Las parejas católicas se
sentaban en las bancas a hablar mientras sus familias
organizaban días de campo y hablan con nostalgia de
Don Porfirio. En tanto, los jóvenes intelectuales iban en
las tardes a una librería en el Alameda; hablaban de
filosofía, de literatura y de la Revolución Rusa. En las
noches estos rebeldes, escuchaban Jazz en la Juárez, y
cuando la madrugada llegaba bailaban Charleston.
7. Los ricos se la pasaban en el Autódromo en la
Condesa apostando. Los de menos recursos
iban a las carpas a ver a los actores del
momento mofarse de la vida política de
México. Los más tímidos se la vivían en los
cines –recién inaugurados–, iban a ver películas
del cine mudo. Los padres de familia ponían
hora de llegada a las “señoritas” y los más
ancianos decían que todo se estaba
pervirtiendo.
8. Por sólo mencionar algunos eventos importantes que
sucedieron en esta década, podríamos decir que en los 20
aterrizó en México el primer avión. En los 20, Manuel. M
Ponce y Carlos Chávez refrendaron el nacionalismo con su
música. En los 20 se seguía construyendo el Palacio de
Bellas Artes. En los 20 la gente no tenía radio y se
informaba por el Universal o por el Excélsior.
9. Era común ver en las calles a los adolescentes
vendiendo periódicos. Estos pubertos, con gorra
y barros, fueron los encargados de anunciarle a
los mexicanos que Plutarco Elías Calles había
llegado a la presidencia. Ellos gritaron frente al
Ángel los pormenores de la Guerra Cristera y les
anunciaron a los mexicanos: la crisis de 1929 y la
llegada de Hittler.