1. El caracol es animal invertebrado del tipo moluscos
gasterópodos provistos de una concha espiral;
llegando a medir apenas unos pocos centímetros
y a pesar unos gramos; guardan un sin fin de
curiosidades muy interesantes, por ejemplo su
inteligencia, que puede ayudar a verlos de una
nueva manera y a no subestimar su potencial.
Al desplazarse, segregan una especie de baba que
funciona como un poderoso adhesivo, y que les
permite moverse de cualquier manera posible ya
sea hacia abajo o hacia arriba sin ningún problema.
Los sentidos de los caracoles no se encuentran muy
bien desarrollados, por lo que dependen totalmente
del sentido del olfato para conseguir alimentos.
El caracol es muy inteligente, al llegar los meses
más fríos, la mayoría de ejemplares comienza su
fase de hibernacion. Para no morir congelados
segregan una capa delgada de moco por todo su
cuerpo, impidiendo de esta manera secarse, otros
pueden hibernar en verano
El caracol es un molusco de hábitos nocturnos que
«odia» los rayos del sol, durante el día se les puede
encontrar escondidos en su concha protegiéndose de la
luz.
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2. Cuando el caracol crece, también lo hace su
concha. Un caracol cerrará una sección de su
concha y añadirá una nueva cámara al crecer,
cada cámara será más grande que la anterior por
un factor constante
Clasificación:
•Marinos (a veces denominados caracolas),
•De aguas dulces y
•terrestres.
De todas las especies de caracoles existentes en
el mundo, se dice que los caracoles de jardín
(terrestres) suelen ser los más “rápidos” por
moverse 50 metros por hora. No son los moluscos
más rápidos, pero se mueven a un ritmo
constante.
Reproducción:
Los caracoles poseen órganos reproductivos tanto
femeninos como masculinos, esto los convierte en
animales hermafroditas.
El apareamiento de los caracoles es un proceso
bastante largo en comparación con el resto de los
animales, pues pueden hacerlo durante 7 horas o
más.
Al año pueden aparearse hasta 3 veces, y llegan a
poner más de 100 huevos que eclosionan 2
semanas después de la puesta.
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3. Alimentación
Los caracoles son animales herbívoros, por lo
general se alimentan de todo tipo de hojas, frutas,
vegetales, brotes Se conocen por consumir
alimentos que sean ricos en calcio para mantener
su concha en buen estado y muy resistente.
Cuando se les tiene como mascotas, los dueños
tienden a alimentarlos únicamente con hojas de
lechuga pero esto es terrible, pues de esta manera
el caracol nunca estará sano ni fuerte.
Por lo tanto, en cautiverio se recomienda
suministrarle repollo, acelga, el cardo, el trébol,
zanahorias, tomates, brocoli, pepino, semillas de
girasol, semillas de calabaza, hojas de diente de
león y algas.
Hábitat
Los caracoles se encuentran en hábitats muy diversos,
pues es el número de su población en la tierra es
realmente grande. Algunos prefieren el desierto, otros
climas más fríos como las montañas.
Los caracoles de tierra adoran los cultivos, así que es
fácil encontrarlos en jardines o cosechas de vegetales.
Asimismo, estos simpáticos animales invertebrados
disfrutan de lugares húmedos o nublados, ya que por
lo general nos les agrada los sitios donde haya exceso
de calor (en ese caso se refugiarán en las sombras).
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